'Por desgracia, no estoy en condiciones de preparar m¨¢s que mi despedida'
Miguel Delibes-Josep Verg¨¦s. Correspondencia (1948-1986) (Destino) descubre a partir de hoy a los lectores la apasionante relaci¨®n de amistad y profesional que durante 53 a?os mantuvieron un escritor y un editor. Hace 10 a?os, Miguel Delibes (Valladolid, 1920) desestim¨® la propuesta de Josep Verg¨¦s (Palafrugell, Baix Empord¨¤, 1910-Barcelona, 2001) de publicar las cartas. Este a?o, por fin, lo convencieron de la importancia de las mismas. 'Alguien me descubri¨® que el hecho de que Verg¨¦s aceptara naturalmente la subida de mis derechos al 15% y que yo no le exigiera destruir el ejemplar de Obra completa con m¨¢s de 300 erratas, eran indicios de que algo mucho m¨¢s importante que el dinero se coc¨ªa all¨ª', afirma el autor en el pr¨®logo de esta obra. Los centenares de cartas que se cruzaron durante la segunda mitad del siglo XX son el resultado del contacto 'entre dos hombres de buena voluntad unidos por el afecto antes que por los intereses, llamados a sostener una amistad vitalicia'.
'Vend¨ª 'Los santos inocentes' a Lara porque necesitaba con urgencia el dinero'
A trav¨¦s de las m¨¢s de 500 misivas publicadas en el libro desfilan episodios importantes en torno al mundo de la cultura que sucedieron en Espa?a durante el franquismo y los primeros a?os de democracia: la labor de la censura, el negocio literario, el nacimiento del libro de bolsillo, el problema de las erratas, el universo de la cr¨ªtica literaria, adem¨¢s de reflexiones sobre el c¨®mo y el porqu¨¦ de las obras del novelista vallisoletano.
Miguel Delibes, que contin¨²a utilizando la pluma para responder a algunas cartas, e incluso al cuestionario de esta entrevista, tiene desde hace unos d¨ªas una p¨¢gina web a la que se accede desde la direcci¨®n de El Norte de Castilla (www.nortedecastilla.es), peri¨®dico con el que ha mantenido una estrecha vinculaci¨®n desde que en 1941 ingres¨® en su Redacci¨®n como autor de caricaturas, que firmaba con el seud¨®nimo Max y del que lleg¨® a ser director entre 1958 y 1964.
Delibes, que el pasado jueves cumpli¨® 82 a?os, se siente 'honrado y halagado' ante el congreso internacional que sobre su figura y legado literario va a celebrar la Universidad de Nueva York (CUNY) en febrero de 2003 dentro del programa Tesoros de Castilla y Le¨®n que el Gobierno de esta comunidad ha organizado en esa ciudad estadounidense.
Pregunta. La fidelidad entre un escritor y un editor es poco habitual. Sin embargo, usted mantuvo con Josep Verg¨¦s una comunicaci¨®n epistolar durante cerca de 40 a?os. ?C¨®mo describir¨ªa su relaci¨®n con el editor catal¨¢n?
Respuesta. Cualquier relaci¨®n depende de los corresponsales. Verg¨¦s confi¨® en m¨ª y yo confi¨¦ en ¨¦l. Nos dimos pruebas abundantes para ello.
P. ?C¨®mo logr¨® pasar de la relaci¨®n mercantil a la de amistad?
R. Una amistad infrecuente nacida en una edad infrecuente. Yo, 27; Verg¨¦s, 38 a?os. No tengo otra explicaci¨®n que las cartas. Yo no lo s¨¦.
P. Se deduce de la correspondencia entre ambos su rechazo a La sombra del cipr¨¦s es alargada. ?Qu¨¦ libros quiere m¨¢s y cu¨¢les le horrorizan?
R. Verg¨¦s me hizo querer un poco m¨¢s a La sombra... El camino, Mario, Los santos inocentes, me los dio por buenos, El pr¨ªncipe destronad, no le gust¨®. A m¨ª, mucho. Fue una de las pocas diferencias que nos separaron.
P. Se ha mantenido fiel a la editorial Destino ?Cree que esa relaci¨®n hubiera sido posible en el panorama literario actual, donde se cruzan las ofertas a los autores por distintas editoriales?
R. Mientras no cambiaran las personas, hubiera sido posible.
P. ?Piensa que la fidelidad a una editorial a la larga es beneficiosa para toda una obra?
R. A la larga ser¨¢ siempre beneficiosa.
P. ?Qu¨¦ supon¨ªa una editorial como Destino en la Espa?a del franquismo?
R. La ¨²nica opci¨®n de libertad que le quedaba al joven novelista, dif¨ªcil pero digna de intentarse.
P. Las ofertas que le realizaba el editor catal¨¢n Jos¨¦ Manuel Lara siempre parec¨ªan tentadoras. ?Por qu¨¦ no cedi¨®, salvo en Los santos inocentes?
R. Necesitaba con urgencia el dinero que me dio por este libro.
P. Ha tenido una estrecha relaci¨®n con el cine, y algunas de sus obras han sido trasladadas ya a la pantalla con un notable ¨¦xito. ?C¨®mo est¨¢ el proyecto de El hereje, de Jos¨¦ Luis Cuerda?
R. Mi relaci¨®n con el cine ha sido constante . Se han hecho excelentes pel¨ªculas -Los santos inocentes, de Mario Camus-; buenas -La guerra de pap¨¢ (Antonio Mercero); El disputado voto del se?or Cayo y Retrato de familia (Antonio Gim¨¦nez Rico)-, y algunas que no tuvieron fortuna como La sombra del cipr¨¦s es alargada (Luis Alcoriza). El hereje sigue en proyecto.
P. Hablando de El hereje, su ¨²ltima obra. ?Un escritor se acaba cansando de este oficio o est¨¢ preparando alguna cosa que nos sorprenda?
R. Desgraciadamente, no estoy en condiciones de preparar m¨¢s que mi despedida.
P. No ha escrito nada desde entonces, salvo alg¨²n art¨ªculo relacionado con el atentado a las Torres Gemelas en Nueva York. ?C¨®mo contempla el panorama internacional?
R. Mal. Los poderosos chulean a los pobres. No se dan a razones.
P. En El hereje hace usted un alegato contra la intolerancia y la persecuci¨®n de las minor¨ªas. ?Hemos aprendido algo desde entonces?
R. Nada. A la vista est¨¢.
P. Ha publicado varios libros relacionados con la caza y se le considera un autor con un trato muy estrecho con la naturaleza. ?Cree que deber¨ªamos tenerla m¨¢s presente para ahondar en los secretos de la especie humana?
R. La naturaleza siempre debe estar presente. Ning¨²n proceso debe atentar contra ella. Lo contrario ser¨ªan conatos de suicidio por parte de la humanidad.
P. Como periodista, ?cree que los peri¨®dicos est¨¢n bien escritos hoy? ?Le gusta el periodismo que se hace en la actualidad?
R. Cada vez se escribe mejor. Cada vez hay columnistas m¨¢s brillantes, aunque tal vez se trata menos que anta?o el fondo de los problemas.
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