Novillos-toros

La actuaci¨®n del madrile?o Iv¨¢n Garc¨ªa pudo ser m¨¢s redonda, pero no se acopl¨® y estuvo por debajo del bravo tercero, aplaudido en el arrastre. A este ejemplar, cargando la suerte, lo salud¨® con ver¨®nicas que remat¨® con preciosa media y banderille¨® corriendo hacia atr¨¢s al estilo moviola. Con el sexto, aplaudido al salir por su trap¨ªo, que acab¨® con medio recorrido, tampoco convenci¨® a los aficionados y volvi¨® a estar bullidor con los palitroques.

Aunque por la defectuosa estocada le protestaron el trofeo del quinto, Fabi¨¢n Barba logr¨® una interesante faena con el huidizo bicho, que se defend¨ªa. Su labor con el alegre segundo fue de buen gusto. Tuvo detalles, demostrando que con su periplo por plazas espa?olas y francesas ha adquirido m¨¢s madurez.

Con el cuarto, que desarroll¨® sentido y adem¨¢s dejaron crudo, V¨ªctor Mart¨ªnez mostr¨® enjundia y conocimientos. En su trasteo por el izquierdo fue valiente, pues no logr¨® acomodarse con el burel. Al primero, que por exceso de castigo se apag¨®, lo lidi¨® atinadamente y se ve preparado para recibir ya la alternativa, lo mismo que Fabi¨¢n Barba.

Como el encierro era de Los Mart¨ªnez y m¨¢s que novillos eran toros, con un promedio de cuatro a?os y 494 kilos, los varilargueros los tuvieron que picar con puyas para corridas de toros y no novilladas.