Los sondeos del CIS y el d¨¦ficit cero

En la edici¨®n de EL PA?S del 19 de octubre se publica una noticia bajo el titular El Gobierno calienta el debate presupuestario con un sondeo del CIS que respalda el d¨¦ficit cero. En el mismo, un 72,4% de los encuestados afirma que el Estado debe gastar lo mismo o menos de lo que recauda. Adem¨¢s, y 'ante un incremento de los gastos en sanidad, educaci¨®n, carreteras', un 67% cree que el Estado deber¨ªa mantener el equilibrio entre ingresos y gastos. Estas dos preguntas y sus respuestas asociadas respaldan, seg¨²n el PP, la pol¨ªtica del d¨¦ficit cero. Sin embargo, est¨¢n formuladas de manera tendenciosa, fomentando una respuesta m¨¢s o menos l¨®gica desde el punto de vista de una persona no demasiado experta en temas econ¨®micos: es negativo gastar m¨¢s de lo que se ingresa.

?Qu¨¦ pasar¨ªa si las preguntas se plantearan con mayor claridad? Si se trata de conocer la opini¨®n de la gente acerca del d¨¦ficit p¨²blico y de la relaci¨®n entre ingresos y gastos, parecen mucho m¨¢s acertadas las preguntas que realiz¨® el mismo CIS en un sondeo de 1996. En una de ellas se plantea lo siguiente: 'Supongamos por un momento que la presi¨®n fiscal (es decir, lo que pagamos en impuestos) en Espa?a se mantiene estable, esto es, ni aumenta ni disminuye. ?Qu¨¦ piensa usted que deber¨ªa hacer en ese caso el Gobierno?'. El 41% piensa que debe 'gastar lo mismo que ahora en servicios p¨²blicos y prestaciones sociales, aunque eso signifique mantener el d¨¦ficit p¨²blico en su volumen actual', frente al 30% que opina que se debe 'gastar menos que en la actualidad en servicios p¨²blicos y prestaciones sociales, y de esa forma reducir el d¨¦ficit p¨²blico'. Estos resultados no respaldan ni mucho menos una pol¨ªtica de reducci¨®n del d¨¦ficit. Adem¨¢s, en la misma encuesta la mayor¨ªa se posiciona a favor de un aumento de los impuestos que financie el gasto en prestaciones sociales y servicios p¨²blicos, frente a una disminuci¨®n de ambas variables.

Por tanto, ante unas cuestiones que proporcionan una informaci¨®n m¨¢s precisa, las respuestas cambian sustancialmente. Se puede alegar que entre 1996 y 2002 puede haberse producido una evoluci¨®n en la opini¨®n de la poblaci¨®n, pero eso s¨®lo podr¨ªamos saberlo si se hubieran mantenido las mismas preguntas. Todo parece indicar que estamos ante un nuevo caso de manipulaci¨®n estad¨ªstica favorable a los intereses del PP.