'Me siento m¨¢s seguro en mi soledad'
Ralph Fiennes invirti¨® m¨¢s de siete a?os en sacar adelante Spider, la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica de la novela de Patrick McGrath. Necesitaba una inversi¨®n modesta, de unos ocho millones de euros -equivalente a una m¨ªnima parte del presupuesto de El drag¨®n rojo, en la que interviene a la sombra del Hannibal Lecter de Anthony Hopkins-, pel¨ªculas ambas que se estrenan hoy en Espa?a, pero la industria se resist¨ªa a abrir el grifo. El actor ingl¨¦s no se dio por vencido y sigui¨® peleando por el proyecto de Spider, con una obsesi¨®n similar a la del esquizofr¨¦nico personaje central del gui¨®n. Se sent¨ªa identificado con este individuo taciturno y no desisti¨® hasta que pudo recrear su enloquecido mundo interno, con David Cronenberg al frente de la direcci¨®n.
'Me identifico plenamente con Spider, por eso me empe?¨¦ en hacer la pel¨ªcula'
'Deseo preservar el entusiasmo que descubr¨ª de ni?o por el mundo de la imaginaci¨®n'
T¨ªmido e intenso en el contacto personal, Fiennes rompe su coraza frente a la c¨¢mara y en el escenario. Se ha labrado su reputaci¨®n con personajes complicados, torturados, pol¨¦micos. Entre ellos, el g¨¦lido nazi de La lista de Schindler, el conde de El paciente ingl¨¦s o el tramposo acad¨¦mico de The quiz show, con los que triunf¨® en la d¨¦cada de los noventa.
A¨²n no est¨¢ dispuesto a cerrar esta veta, pero en el umbral de los 40 a?os, que cumple en diciembre, comienza a interesarse por papeles m¨¢s ligeros. Ha rodado ya una comedia rom¨¢ntica con Jennifer Lopez, Maid in Manhattan, cuyo estreno est¨¢ previsto en Estados Unidos a finales de a?o. Antes prepara su retorno al teatro tras un par¨¦ntesis de dos a?os. En unas semanas debutar¨¢ como el doctor Jung en el Teatro Nacional de Londres en The talking cure, un nuevo texto de Christopher Hampton, y en primavera regresar¨¢ a Stratford con Brand, de Ibsen, en una producci¨®n de la Royal Shakespeare Company que ser¨¢ la despedida de su actual director, Adrian Noble.
Fiennes est¨¢ orgulloso de Spider. Se considera indirectamente galardonado con el premio a la realizaci¨®n que cosech¨® Cronenberg en el Festival de Sitges. Acaba de volver del certamen y, sin tiempo para deshacer la maleta, explica en la suite de un hotel londinense las razones de su afinidad por proyectos aparentemente desesperanzadores.
Pregunta. ?Qui¨¦n es este Spider que da t¨ªtulo a la pel¨ªcula?
Respuesta. Es un individuo con una vida interior muy profunda, intensa y ca¨®tica. Se siente m¨¢s seguro con las preocupaciones de sus recuerdos y de su propia vida. Le asusta el mundo exterior y se siente amenazado por la gente y los lugares desconocidos. Incluso los rincones familiares esconden fantasmas de su pasado.
P. ?Pudo identificarse con ¨¦l?
R. Plenamente, por eso me empe?¨¦ en hacer la pel¨ªcula. Comprendo bien lo que significa el autoan¨¢lisis, porque yo me analizo constantemente y me siento a gusto en mi propio mundo. Esa sensaci¨®n de aislamiento, de estar frente a una persona solitaria, preocupada y dominada por su vida interior, me interesa, puesto que posiblemente yo soy bastante similar. Odio la idea de interpretarme a m¨ª mismo, pero con frecuencia los actores escogemos papeles cercanos a lo que nos gustar¨ªa hacer en la vida y no podemos.
P. ?La sociedad es para usted una pesadilla?
R. Voy mejorando, pero todav¨ªa me resulta dif¨ªcil el trato con el mundo externo. Me siento m¨¢s seguro en mi soledad.
P. La profesi¨®n de actor no parece la m¨¢s id¨®nea para aislarse de los dem¨¢s.
R. Puede ser una v¨ªa de escape.
P. ?Qu¨¦ siente cuando un proyecto avalado por usted, como Spider, encuentra tantas dificultades de financiaci¨®n?
R. A estas alturas ya me he resignado y me he vuelto m¨¢s c¨ªnico respecto a las pel¨ªculas que quiero hacer. Pero sigue siendo frustrante. Me ofende la falta de confianza en un director como David Cronenberg, con su experiencia, reputaci¨®n y calidad de trabajo. La gente no entend¨ªa el gui¨®n, a muchos les parec¨ªa demasiado deprimente.
P. ?C¨®mo se aproxim¨® a la mente de un esquizofr¨¦nico?
R. La interpretaci¨®n es un ejercicio de imaginaci¨®n.
P. ?Le ayuda la interpretaci¨®n a conocerse mejor?
R. No me gusta analizarlo demasiado ni quiero ver mi trabajo como una forma de terapia. Deseo preservar el entusiasmo que descubr¨ª de ni?o por el mundo de la imaginaci¨®n
P. Comienza en unos d¨ªas los ensayos en el National Theatre y regresar¨¢ a la Shakespeare Company en la primavera. ?Qu¨¦ representa el teatro para usted?
R. Ox¨ªgeno. En el teatro es donde un actor se pone a prueba, y se ve recompensado o derrotado. Me gusta el cine y me encanta ver trabajar a los dem¨¢s y sentirme parte de un equipo, pero he tenido que aprender las ventajas del proceso. Me result¨® dif¨ªcil porque, en un principio, cre¨ªa que las luces, las c¨¢maras, el montaje y el resto de los artilugios eran una amenaza a mi interpretaci¨®n. Ahora comprendo que son justamente lo contrario, que, con un buen director, est¨¢n ah¨ª para ayudarme.
P. ?Qu¨¦ le lleva a regresar peri¨®dicamente a los escenarios?
R. Echo en falta el poder actuar sin interrupciones frente a la audiencia. Contar al p¨²blico una historia de principio a fin es muy gratificante. No se puede repetir la escena, ah¨ª reside parte del riesgo. Me gusta ese elemento de peligrosidad, esa obligaci¨®n de seguir adelante. Me gusta verme en una situaci¨®n de la que no hay escapatoria.

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