Arbitrariedad

De nuevo, los secretarios regionales de CC OO y UGT anuncian movilizaciones contra el Gobierno del PP, en un intento de que a los trabajadores eventuales del campo se les restituya el subsidio agrario. De nuevo, Andaluc¨ªa va a ser el escenario en el que con toda seguridad se desarrollen manifestaciones y huelgas, y los ciudadanos van a soportar una actuaci¨®n que, l¨®gicamente, va a alterar su vida diaria.

Tal vez en la historia de las movilizaciones sea dif¨ªcil encontrar un caso m¨¢s esperp¨¦ntico que haya producido mayor conflictividad por la actuaci¨®n de un Gobierno a la hora de ejercer su poder.

Normalmente, cuando se ejerce como gobierno, las disposiciones que se dictan van dirigidas a la consecuci¨®n de un fin que beneficie a la sociedad, aunque un sector de la misma pueda ver da?ados sus intereses. Pues, por poco que se analice el Real Decreto, no se comprende muy bien qu¨¦ beneficio va a conseguir la sociedad agraria andaluza que obligue a soportar a los trabajadores eventuales el sacrificio que les supone la p¨¦rdida de un subsidio. Este subsidio s¨®lo es un escaso complemento de renta que ayuda a sobrevivir en ¨¦pocas en que no existen campa?as que les permitan trabajar, al tiempo que posibilita que el campo reciba su trabajo en aquellas otras ¨¦pocas que exige cuidados.

Con esta realidad la supresi¨®n del subsidio no responde a finalidad alguna. Lo ¨²nico que puede conseguir es desarmar al campo de unos trabajadores tan necesarios como el propio campo ya que, sin uno con otros, ambos pueden desaparecer.

Se trata de una decisi¨®n de gobierno que no se entiende desde el punto de vista socioecon¨®mico. Menos, a¨²n, cuando se trata de justificar con la eliminaci¨®n de un fraude tan escaso como la cuant¨ªa del subsidio, lo que nada tiene que ver con la adopci¨®n de medidas econ¨®micas que afectan a todo un colectivo y que deben de adoptarse en funci¨®n de sus intereses y de sus derechos, que es lo que no hace el Real Decreto que suprime el subsidio.

Con estas circunstancias, la convocatoria de los sindicatos est¨¢ m¨¢s que justificada. Esperemos que el Gobierno sepa rectificar, y no sean necesarias unas manifestaciones que lo ¨²nico que persiguen es que unos trabajadores puedan seguir viviendo en situaciones de necesidad.