Subi¨® candidato y baj¨® presidente

Si lo consigue, claro, porque la naturaleza es muy traidora y no es bueno provocarla. La noticia es conocida por todos. El candidato a la Generalitat, Francisco Camps, subir¨¢ ma?ana a la monta?a del Penyagolosa, que tiene 1.813 metros de altitud. Previamente, fue proclamado ayer candidato por su partido. Pero el domingo, d¨ªa de guardar, comienza la campa?a con este s¨ªmbolo de la ascensi¨®n, para demostrar que est¨¢ en forma y que aspira a lo m¨¢s alto.

Los pol¨ªticos hacen de todo por conseguir votos, pero hasta ahora se limitaban mayormente a hablar de f¨²tbol y hacer el rid¨ªculo en bicicleta. El espect¨¢culo del f¨²tbol es criticable, aunque no como deporte, pero al fin y al cabo te iguala a los dem¨¢s, consigue aproximarte a la mayor¨ªa, arranca pasiones y simpat¨ªas. El ciclismo es otra cosa, pero un pol¨ªtico en maillot es como un acad¨¦mico en calzoncillos, produce risa y tambi¨¦n lo sientes familiar por afrontar el rid¨ªculo del que todos huimos. Subir a la monta?a, como s¨ªmbolo de iniciaci¨®n para la campa?a electoral, tiene un significado distinto. No es un deporte de contacto, de equipo, de competici¨®n con los dem¨¢s. Aqu¨ª compites contra ti mismo, en solitario, para demostrar que eres superior. Y eso no es buena propaganda. Confieso que me gusta verlos subir, esforzarse por alcanzar la meta, pero siento cierto temor cuando bajan. De hecho, cuando los veo bajar de la monta?a pongo pies en polvorosa.

O sea, que el tema va de ordal¨ªa, de juicio de Dios, de averiguar si es inocente o culpable, si tiene o no madera de presidente. Es una prueba. Artur Mas decidi¨® no arriesgarse con pruebas contra la naturaleza, por eso inici¨® la campa?a concentrando los ideales de Pujol en la defensa de un nuevo Estatuto para Catalu?a. Pero Francisco Camps prefiere la monta?a de Pujol, aquella que utiliz¨® como chequeo m¨¦dico para demostrar que estaba en forma, aunque hoy en d¨ªa es preferible la resonancia magn¨¦tica para estos menesteres. Tambi¨¦n es cierto que, a lo mejor, regresa del monte con nuevas tablas de la ley, con alguna f¨®rmula original para gobernar esta tierra. As¨ª sea.

Hugh Grant, en la pel¨ªcula, subi¨® una colina y baj¨® una monta?a porque la gente del pueblo se empe?¨® en hacerla crecer arrastrando sacos terreros, para no ser menos que los del pueblo vecino. Espero que los populares que acompa?an a Camps no vayan cargados de sacos para alterar la cartograf¨ªa valenciana porque lo importante, seg¨²n parece, es que el candidato baje con la sensaci¨®n de que puede ser presidente. Ya se encargar¨¢n los votos, m¨¢s adelante, de establecer la altura que merece cada uno.

Si menciono el tema de la cartograf¨ªa es porque parece que el Penyagolosa no es la cima m¨¢s alta, todav¨ªa existe otra, el Cerro Calder¨®n, que tiene unos 1.836 metros. Es decir, que no sube a lo m¨¢s alto, solo se acerca. Ya me estoy imaginando a Ignasi Pla, a semejanza de Zapatero en el Congreso, dando un paso al frente y haci¨¦ndose una foto el domingo a unos 23 metros por encima de Camps, jaleado por los socialistas y estrope¨¢ndole la campa?a, la prueba y la salud.