Una nave para trabajar en l¨ªnea
Filmac se instala en un 'loft' en el centro de Valencia siguiendo la tendencia de las empresas de la nueva econom¨ªa
Un antiguo y c¨¦ntrico almac¨¦n de juguetes de Valencia se ha convertido en un moderno loft dedicado a las nuevas tecnolog¨ªas. Una nave di¨¢fana para trabajar on-line en la que conviven 40 personas en un equipo multidiscipinar con una media de edad de 30 a?os. Nada extra?o si se trata de dise?ar p¨¢ginas web, ofrecer aplicaciones multimedia, crear contenidos, registrar dominios o dise?ar identidades corporativas, como hace Filmac. La sinfon¨ªa de las nuevas tecnolog¨ªas en Internet que se interpreta desde los teclados de los ordenadores est¨¢ en manos de gente joven mayoritariamente. 'Pero no mitificamos la juventud; hemos acabado trabajando gente con unas inquietudes', matiza Kike Correcher, responsable de dise?o de Filmac.
Esta empresa valenciana ha cumplido su sue?o de crear un espacio personal y diferente, alegre, situado pr¨¢cticamente en el centro hist¨®rico de la ciudad (frente al Muvim). 'Quer¨ªamos un sitio para favorecer el trabajo en equipo, transparente y con car¨¢cter', explica Carlos Navarro, responsable de gesti¨®n. El resultado es un loft muy trendy, como se dir¨ªa en ciertos ambientillos que se autoproclaman cool. Lo cierto es que el estudio de Filmac cumple con un concepto muy en boga en las grandes ciudades -en Nueva York la moda ya tienen varios lustros- que ahora se ha relanzado con la eclosi¨®n de la nueva econom¨ªa.
Recientemente, Barcelona ha bautizado un nuevo distrito con el nombre de 22@, evidenciando el prop¨®sito de concentrar las empresas de las nuevas tecnolog¨ªas. En este caso, en la prolongaci¨®n del barrio de Poble Nou. La idea es reutilizar las antiguas naves o almacenes en desuso para que vuelven a contener vida.
En Valencia, no hay nada similar. Hay casos aislados. Como el de Filmac, que responde a la voluntad de sus promotores de trabajar en el centro hist¨®rico en un espacio comunitario. Correcher, Navarro y Fernando Mart¨ªnez, responsable de marketing, coinciden en destacar las ventajas que reportar¨ªa a una estructura urbana deteriorada, pero atractiva, la implantaci¨®n de este tipo de empresas j¨®venes y limpias.
Este concepto de loft, no obstante, tiene un 'referente hist¨®rico' en Valencia, apunta Correcher: El grupo de dise?adores (Paco Bascu?¨¢n, Daniel Nebot, Jos¨¦ Juan Belda, Marisa Gallent, Sandra Figuerola, Nacho y Luis Lavernia, Carlos Vento, Eduardo Albors, Quique Company) que en 1984 montaron La Nave, tambi¨¦n en un antiguo almac¨¦n, en lo que hoy es la sala Roxy. Lleg¨® a tener una repercusi¨®n internacional. Muchos de ellos ahora han montado sus propios estudios, m¨¢s reducidos, en el centro hist¨®rico o en los alrededores. Una empresa de publicidad y comunicaci¨®n como Engloba tambi¨¦n se ha instalado en los l¨ªmites del centro hist¨®rico, rehabilitando un edificio antiguo.
Constituida en 1991 por Navarro, Correcher y Mario Fusco (responsable del ¨¢rea tecnol¨®gica), Filmac ha sido una de las pioneras en Valencia en filmaci¨®n y en el dise?o de webs en Internet. Poco a poco se ha ido conformando en una empresa que ofrece una gran variedad de servicios con clientes de fuste como Telef¨®nica, a pesar de su ubicaci¨®n en la llamada periferia. 'Tenemos una ventaja competitiva, con un coste m¨¢s barato, adem¨¢s de los contenidos, y de una mejor calidad de vida', se?ala Navarro en relaci¨®n al emplazamiento de Filmac, supuestamente alejada de centros industriales y empresariales como Madrid o Barcelona. La empresa es la responsable de las p¨¢ginas web de Espai Moma y de la Bienal de Valencia, entre otras muchas. Tambi¨¦n trabaja con entidades financieras y muestra un especial inter¨¦s en los proyectos educativos y culturales, como el Concurso Escolar Bancaixa Internet, destinado a 4.500 ni?os para el aprendizaje de la red de redes y el uso del ordenador.
Pero a pesar del creciente inter¨¦s, el tejido empresarial valenciano a¨²n no han asumido completamente la importancia de tener presencia en Internet y dar servicios on-line, apunta Mart¨ªnez. Tiempo al tiempo.
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