El capricho de Bonaparte
Fontainebleau, palacio imperial
Es, tras Versalles, el segundo palacio m¨¢s importante de la realeza francesa, y todos los soberanos han vivido en ¨¦l, desde Luis IX en el siglo XIII hasta Napole¨®n III en el XIX, y han aportado una contribuci¨®n personal. Sus salas del Renacimiento, decoradas con frescos y estucos imaginados por los artistas italianos bajo el reinado de Francisco I y Enrique II, son ¨²nicas en Francia. En el extremo de un dominio forestal de 17.000 hect¨¢reas, terreno privilegiado de caza, este inmenso palacio expone un rico panorama de estilos arquitect¨®nicos. Sus jardines y estanques, en la linde de un majestuoso bosque, encantar¨¢n a los entusiastas del clasicismo franc¨¦s.
'He ah¨ª', dec¨ªa sobre Fontainebleau Napole¨®n Bonaparte desde su exilio en la isla de Santa Elena, 'la verdadera residencia de los reyes, la casa de los siglos. Puede que no sea, rigurosamente hablando, un palacio de arquitecto, pero lo es sin duda de habitaci¨®n, bien calculado y perfectamente conveniente. Uno de los lugares m¨¢s c¨®modos para vivir en Europa'. Quiz¨¢ lo del confort sea siempre relativo, aunque la fuerza del espacio es bastante apreciable. Por los jardines, pasillos o antesalas del castillo de Fontainebleau, no es dif¨ªcil imaginar ¨¦pocas enteras de una historia llena de pasiones y conspiraciones. Cada rinc¨®n revela refinamientos, caprichos est¨¦ticos, ambiciones de grandeza, una acumulaci¨®n ingenua del canon antiguo grecorromano idealizado por el gusto aristocr¨¢tico.
El patio medieval y su campanario, punto de referencia de la primera piedra y ¨²nico vestigio de una fortaleza en el siglo XII, es la parte m¨¢s antigua y sin duda, por su pureza g¨®tica, la m¨¢s bella. All¨ª muri¨® Felipe El Guapo (1268-1314), y san Luis, prolongando el enclave, hizo construir un convento hospital que confi¨® a la Orden de los Trinitarios (1214-1270).
Cada rey aport¨® su modificaci¨®n personal con ampliaciones o remodelaciones parciales de nuevos apartamentos. La emperatriz Eugenia (1826-1920) crear¨¢ incluso un museo chino. La biblioteca, consagrada por el arzobispo de Canterbury, Thomas Becket, recuerda la de El Escorial, con suntuosos frescos de artistas flamencos. Tiene 18.000 vol¨²menes y el globo terr¨¢queo utilizado estrat¨¦gicamente por el general Bonaparte en las Tuller¨ªas. A pocos metros, en el altar de una sobria y hermosa capilla se celebr¨® la boda de Luis XVI, el bautizo de Napol¨¦on III y el matrimonio del primog¨¦nito de Luis Felipe.
La ilusi¨®n del poder
C¨®modas en madera negra, sillones en caoba, catres, consolas, escritorios ribeteados de oro masivo, secreteres barnizados con laca, sillas y mesas de ¨¦bano, alegor¨ªas paganas, motivos pompeyanos o copias de las Logias de Rafael en el Vaticano, l¨¢mparas de ara?a, estatuillas en porcelana de S¨¨vres, ¨¢nforas y vasijas de Jap¨®n, dorados y ornamentos diversos reflejan fielmente la suntuosidad de unas reglas jer¨¢rquicas estrictas, ceremonias sociales quiz¨¢ un poco empalagosas por su severa etiqueta, aunque necesarias para crear la ilusi¨®n irreal del poder ante el pueblo fascinado por su exhibici¨®n y a la vez sometido a una legitimidad atribuida a la inmutable organizaci¨®n de un orden divino.
En la parte frontal del castillo, una curiosa escalera, llamada de la Herradura, es como dos enigm¨¢ticos riachuelos de piedra que desembocan en la explanada de la entrada principal. Este patio lleva el nombre de los Adioses. Recuerda as¨ª la ceremonia, tras su abdicaci¨®n, de despedida de Napole¨®n a su guardia y partida a la isla de Elba, en abril de 1814. Fontainebleau fue la residencia preferida de Napole¨®n Bonaparte. El general, devenido emperador, hizo construir la sala del Trono en 1808 para recibir al papa P¨ªo VII, llegado para su coronaci¨®n. En el Museo de Napole¨®n pueden apreciarse todas las reliquias u objetos de lujo que ¨¦ste, un hombre simple y austero, s¨®lo reservaba para las representaciones simb¨®licas del trono, como su famoso sombrero de pana negra en forma de sand¨ªa y las pistolas repujadas de plata ofrecidas por Napole¨®n a su hermano, el rey Jos¨¦, como regalo a su marcha hacia Espa?a en 1808.
Por algunas salas, el grado de conservaci¨®n del mobiliario original donde ocurrieron sucesos hist¨®ricos claves, como la sala del Trono y la de la abdicaci¨®n sin condiciones del emperador, hace respirar un aire sofocante, pero queda compensado por un ambiente misterioso, como si de pronto pudiera aparecer el monarca y echar una mirada altiva a los turistas que se agolpan al l¨ªmite del cord¨®n de protecci¨®n. Los salones de Francisco I y sus tapicer¨ªas Segundo Imperio est¨¢n igualmente recargados ornamentalmente de fantas¨ªas, y en la galer¨ªa de los ciervos, de 74 metros, llena de estatuas de bronce en homenaje a la caza, fue asesinado por orden de la reina Cristina de Suecia, convencida de su traici¨®n, el marqu¨¦s de Monaldeschi.
Lo m¨¢s agradable del lugar son sus jardines, dibujados con canales, el gran estanque y el bosque que se extiende desde el lago artificial hasta los confines de la regi¨®n. En el estanque se organizaban fiestas y recepciones que el monarca y la familia real ofrec¨ªan en honor de las altezas europeas en sus visitas de cortes¨ªa a Francia. A dos pasos est¨¢ el jard¨ªn ingl¨¦s, con la misteriosa puerta de las cari¨¢tides egipcias, que da entrada al gabinete de armas. En 1717, el zar Pedro el Grande y su s¨¦quito lo pasaron tan bien que Saint Simon anot¨® en su diario: 'Como nadie, comieron y bebieron a sus anchas'.
GU?A PR?CTICA
- Air France (901 11 22 66). Vuelos diarios de Madrid a Par¨ªs. Ida y vuelta, 232 euros con tasas.
- Air Europa (902 40 15 01). Vuelos todos los d¨ªas de Madrid a Par¨ªs. 271 euros sin tasas.
- De la Gare de Ly¨®n salen trenes cada 45 minutos, y el autob¨²s AB, cada 10 minutos. En coche hay que tomar la carretera A6 a partir de la Porte d'Orleans.
- Castillo de Fontainebleau (0033 160 71 50 70). Abre a diario de 9.30 a 17.00. Martes cerrado. Entrada: 5,50 euros, gratuito hasta 18 a?os. Jardines, gratis.
- Turismo de Par¨ªs (0033 144 50 19 98 y www.paris-touristoffice.com).
- Maison de la France en Madrid (906 34 36 38).
- www.franceguide.com.
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