El ¨²ltimo barquero
Jos¨¦ Costa, a sus 72 a?os, mantiene unidas Sanl¨²car de Guadiana y Alcout¨ªn
Sentado en su peque?a barca sobre el r¨ªo Guadiana, Jos¨¦ Costa, de 72 a?os, parece un rey con dos reinados: Sanl¨²car de Guadiana (Huelva) y Alcout¨ªn (Portugal). Ambas localidades est¨¢n separadas por apenas 200 metros de un agua transparente y luminosa. Sanl¨²car es una peque?a Venecia de casi 400 habitantes. Y Jos¨¦ Costa su ¨²nico barquero. De hecho, es el ¨²nico que tiene autorizaci¨®n del Ayuntamiento de la localidad para llevar a los turistas y a los vecinos de Sanl¨²car hasta el cercano pueblo portugu¨¦s y cobrarles una tarifa. Por s¨®lo un euro, este barquero cruza a unos y otros por una de las fronteras m¨¢s peque?as del mundo. 'Este negocio no es rentable. No viene gente. Aunque en el verano tengo m¨¢s trabajo porque el pueblo se llena de turistas', explica.
Jos¨¦ Costa ha empleado media vida en llevar y traer a personas a ambos lados de la frontera, y a su edad, considera que ya es hora de retirarse. 'Me encuentro cansado. Yo ya estoy jubilado. Lo hago porque la gente me llama y no me cuesta ning¨²n tipo de esfuerzo. No me dedico a otra cosa. Si gano tres euros, pues buenos son', dice sonriente. Sin embargo, el reemplazo nunca llega. Nadie quiere este trabajo. 'Creo que esta profesi¨®n vendr¨¢ conmigo a la tumba. Tal y como est¨¢n las cosas no se puede vivir de esto', dice.
Hace muchos a?os que este barquero no realiza largos viajes. Pero hubo ¨¦pocas en que tuvo que navegar hasta algunas aldeas portuguesas ubicadas a unos ocho kil¨®metros de Sanl¨²car. 'Eran otros tiempos', matiza.
Jos¨¦ Costa relata que nunca ha tenido problemas serios a causa del temporal o con los pasajeros, pero s¨ª algunos incidentes que no olvidar¨¢ nunca por el mal trago que pas¨®. Como un d¨ªa en que unos hombres le rogaron que les llevara hasta M¨¦rtola (Portugal). Jos¨¦ Costa se neg¨® desde un principio porque desconoc¨ªa las condiciones del r¨ªo, pero al final accedi¨®: 'Nunca deb¨ª haber ido. En el camino de ida no tuvimos problemas. La marea estaba alta. Pero a la vuelta todo fue distinto. La marea baj¨® y el barco se hallaba rodeado de grandes piedras. Era casi imposible navegar. Con todo lo intent¨¦. Regres¨¦ solo. Aquellos hombres pretend¨ªan que regresaramos cuando subiera la marea. Pero no subir¨ªa hasta el anochecer. Eso era peor. Fue un viaje espantoso, aunque tuve una suerte tremenda', record¨®.
Jos¨¦ Costa guarda numerosas historias en su peque?a barca: 'Me enamor¨¦ de una chica portuguesa por San Juan. Eran las fiestas de Alcout¨ªn y hab¨ªa un baile. Le promet¨ª que ir¨ªa a visitarla por San Pedro. Entonces no se pod¨ªa pasar libremente la frontera, porque te pod¨ªan castigar incluso con la c¨¢rcel. Un guardia, que se enter¨®, pas¨® tres noches seguidas esper¨¢ndome junto al r¨ªo, sin dormir. Erre que erre. Pero fracas¨®'.
El barquero tuvo suerte y pudo tomar otra ruta y llegar a Sanl¨²car sin ser visto. Sin embargo, tres j¨®venes portugueses que vinieron a las fiestas de la localidad onubense no lo tuvieron tan f¨¢cil. 'Los guardi?as los arrestaron y pasaron tres noches en la c¨¢rcel, en Sanl¨²car y tres meses en la prisi¨®n de Huelva', recuerda.
Un puente para dos pueblos
La frontera forma parte de la historia. 'Ahora somos casi el mismo pueblo', afirma Jos¨¦ Costa, el barquero de Sanl¨²car. 'Es m¨¢s, pr¨¢cticamente no tenemos conciencia de pertenecer a pa¨ªses distintos', a?ade.
En realidad, Sanl¨²car y Alcout¨ªn son dos pueblos hermanos que se levantan con una misma ma?ana. Igual de tibia. Y se miran en un mismo espejo: el r¨ªo Guadiana.
El alcalde de Sanl¨²car de Guadiana, C¨¢ndido Salda?a (PP), explic¨® que los dos Gobiernos, el portugu¨¦s y el espa?ol, est¨¢n inmersos en el proyecto de la construcci¨®n de un puente para unir ambas localidades con financiaci¨®n europea, procedente de los fondos Interreg III.
'En estos momentos se elabora el estudio de impacto ambiental, que corresponde al Gobierno portugu¨¦s. Los sondeos los hemos realizado nosotros', afirm¨® C¨¢ndido Salda?a.
Seg¨²n el alcalde, el puente puede costar unos 1.000 millones de pesetas. 'Ir¨ªa ubicado en la parte sur de ambos pueblos, porque en la parte norte hemos descubierto que es muy rica en yacimientos arqueol¨®gicos', explic¨® el alcalde.
El puente incluir¨¢ aceras para cruzarlo a pie y un carril bici, entre otras cosas, porque 'es un puente para el ocio', seg¨²n se?al¨® C¨¢ndido Salda?a.
Sanl¨²car de Guadiana, que tiene una poblacion de 393 habitantes, se encuentra ubicada en la margen izquierda del r¨ªo Guadiana, en la frontera con Portugal. Pertenece al Partido Judicial de Ayamonte y dista 69 kil¨®metros de Huelva. Posee una superficie de 96 kil¨®metros cuadrados. El puerto se abre al mar por el r¨ªo Guadiana.
Los Guzmanes, se?ores de Sanl¨²car de Barrameda, trajeron hasta este territorio onubense sus dominios y le dieron el nombre de esa otra villa. Un pueblo andaluz con cierto perfil portugu¨¦s. Los diputados a Cortes del PSOE de Huelva han reivindicado en numerosas ocasiones en el Congreso al Gobierno central la construcci¨®n de ese puente.
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