La educaci¨®n en Catalu?a
A ra¨ªz de la publicaci¨®n de un art¨ªculo que escrib¨ª recientemente en estas p¨¢ginas de Opini¨®n ('La educaci¨®n en Espa?a', 9-10-02) en el que analizaba la situaci¨®n preocupante de la educaci¨®n en Espa?a recib¨ª muchas cartas de lectores que me preguntaron sobre la situaci¨®n de la educaci¨®n en Catalu?a. Ello me estimula a expandir aquel art¨ªculo, analizando tambi¨¦n la educaci¨®n en Catalu?a, una situaci¨®n incluso peor que la existente en Espa?a. Veamos los datos.
Indicaba en mi art¨ªculo que uno de los problemas que todav¨ªa persisten en Espa?a es el bajo gasto p¨²blico en educaci¨®n. As¨ª, el gasto p¨²blico en escuelas primarias y secundarias era s¨®lo del 3,26% del PIB, muy por debajo del promedio de la UE (excluyendo Grecia y Portugal), que era del 4.2%. Pues bien, el gasto p¨²blico en Catalu?a es incluso menor. Si analizamos por ejemplo el gasto p¨²blico en escuelas por estudiante, es el 6% (en la educaci¨®n primaria) y el 7,5% (en la educaci¨®n secundaria) m¨¢s bajo que el promedio espa?ol, y nada menos que el 24% y el 30% del promedio de la UE, respectivamente. En realidad, Catalu?a es la comunidad espa?ola que con relaci¨®n a su PIB invierte menos en educaci¨®n no universitaria (Pedr¨®, F. Una avaluaci¨® dels resultats de les pol¨ªtiques educatives a Catalunya).
Una consecuencia de tal escasez de recursos es que el curso escolar en Catalu?a (y en Espa?a) es mucho m¨¢s corto (875 horas en la escuela secundaria) que el curso escolar promedio de la UE (alrededor de 1.000 horas), con lo cual, si sumamos este d¨¦ficit de horas durante la vida escolar de los ni?os, resulta que los ni?os catalanes (y espa?oles) van a la escuela secundaria un a?o menos que sus hom¨®logos en la UE (y dos a?os menos que en B¨¦lgica, Italia y los Pa¨ªses Bajos). Es interesante subrayar que en un estudio comparativo reciente se vio que los estudiantes de 14 a?os en Espa?a (incluyendo Catalu?a) ten¨ªan unos conocimientos semejantes a los que ten¨ªan en Europa los chicos de 13 a?os. Otro indicador del bajo gasto p¨²blico en Catalu?a es que los maestros eran hasta el a?o 2001 los peor pagados de Espa?a (despu¨¦s de Galicia).
La segunda caracter¨ªstica preocupante que se?alaba en mi art¨ªculo sobre la educaci¨®n en Espa?a era su polarizaci¨®n social de manera tal que, en general, las clases de renta alta y media alta envian sus hijos a las escuelas privadas, mientras que los hijos de la clase trabajadora y otros sectores de las clases populares utilizan las escuelas p¨²blicas. As¨ª, el sistema educativo espa?ol reproduce la estructura de clases sociales del pa¨ªs, con escuelas privadas que gozan de mayores recursos que las escuelas p¨²blicas. Pues bien, la situaci¨®n en Catalu?a no es s¨®lo igual, sino que para las clases populares es incluso peor. Mientras que en Espa?a el 31% de los ni?os van a la escuela privada, en Catalu?a este porcentaje asciende al 42%. Algunas autoridades educativas catalanas han se?alado que esta polarizaci¨®n social favorece en realidad a la escuela p¨²blica, pues el hecho de que Catalu?a tenga un elevado porcentaje de ni?os que asisten a las escuelas privadas libera fondos p¨²blicos para concentrarlos en los alumnos de las escuelas p¨²blicas. Este argumento, sin embargo, pasa por alto dos hechos importante. Uno de ellos es que esta divisi¨®n de las escuelas en dos tipos, una privada que atiende a las familias de renta alta y media alta, y otra p¨²blica que atiende a las rentas medias bajas y bajas, debilita enormemente a la p¨²blica, pues se diluye la presi¨®n social para mejorar la escuela p¨²blica. Las familias pudientes creen (err¨®neamente) resuelta la educaci¨®n de sus hijos y se despreocupan de lo que ocurre con las p¨²blicas. En Europa, se muestra que las mejores escuelas p¨²blicas son precisamente aquellas que, adem¨¢s de tener un gasto p¨²blico mayor, atienden a ni?os de todas las clases sociales. Suecia, por ejemplo, que tiene un gasto privado en escuelas menor y uno de los gastos p¨²blicos mayores en la UE, tiene una tasa de fracaso escolar de s¨®lo el 7%, comparado con el 34% en Catalu?a, uno de los porcentajes m¨¢s altos de la UE. La otra realidad que obvia el argumento defensor de la polarizaci¨®n social aducido por algunas autoridades educativas catalanas es que la Generalitat est¨¢ tambi¨¦n financiando las escuelas privadas, bajo la categor¨ªa mal llamada de conciertos, y que en realidad son subsidios p¨²blicos (los m¨¢s altos en Espa?a) al sector privado, que restan fondos p¨²blicos que podr¨ªan invertirse en las escuelas p¨²blicas, cuyas necesidades son mucho mayores que las de las privadas, ya que absorben, por ejemplo, al 80% de los inmigrantes. En realidad, si tales centros privados fueran aut¨¦nticamente concertados y se convirtieran en componentes del sistema p¨²blico, tales escuelas concertadas deber¨ªan ser gratuitas, no podr¨ªan seleccionar y excluir alumnos, y su profesorado y contenido curricular deber¨ªa estar aprobado y supervisado por la Generalitat. Ninguna de estas condiciones se da en el sector privado, generosamente subsidiado por la Generalitat.
Esta escasez de recursos p¨²blicos en la educaci¨®n escolar de Catalu?a y la polarizaci¨®n social que la sustenta explica que los indicadores de calidad de la ense?anza en Catalu?a sean peores que los del resto de Espa?a, que son, a su vez, inferiores a los de los pa¨ªses desarrollados. Y esta inferioridad afecta tanto a las escuelas privadas como a las p¨²blicas, puesto que la calidad de las primeras est¨¢ ¨ªntimamente ligada (tal como indiqu¨¦ en el art¨ªculo anterior) a la calidad de la escuela p¨²blica. Seg¨²n el ¨²ltimo informe TIMS, que compar¨® en 1997 el conocimiento de lenguas, ciencias, idiomas y matem¨¢ticas de los pa¨ªses de la OCDE, m¨¢s los del Este de Europa y Asia, los alumnos espa?oles de 14 y 16 a?os (tanto de la p¨²blica como de la privada) estaban por debajo del promedio de tales pa¨ªses. Y seg¨²n un informe comparativo realizado en Espa?a tambi¨¦n en 1997, los alumnos catalanes estaban por debajo del promedio espa?ol. Estas cifras confirman que en educaci¨®n escolar Espa?a no va bien y Catalu?a va peor.
Vicen? Navarro es catedr¨¢tico de Pol¨ªticas P¨²blicas de la Universidad Pompeu Fabra.
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