El 'alter ego' italiano del catedr¨¢tico de historia del arte
Juan Antonio Ram¨ªrez sospecha que tiene un alter ego en Internet. 'El mensaje e-mail que recibimos mis amigos y yo lleva mi nombre en el remite pero yo jam¨¢s lo he escrito. Esta persona act¨²a intermitentemente y, adem¨¢s, escribe en italiano', dice el catedr¨¢tico de Historia del Arte de la Universidad Aut¨®noma de Madrid.
El mensaje del italiano se ha repetido, incluso despu¨¦s de que un t¨¦cnico le limpiara el ordenador del virus que se le instal¨® en el equipo cuando recibi¨® por e-mail un documento adjunto que escond¨ªa un programa ejecutable. 'Desde entonces la m¨¢quina reenviaba mensajes antiguos como si fueran nuevos a todos mis contactos'.
El tema del alter ego le ha producido cierta paranoia. A mediados de octubre, antes de limpiar el ordenador, escrib¨ªa en un correo: '?Ser¨¦ yo el que escribe esto ahora? Por si acaso: no os cre¨¢is la autenticidad de ning¨²n mensaje enviado por m¨ª. Lo m¨¢s c¨®modo es concluir que yo no existo en la Red y que s¨®lo soy, en el caso de ser algo, un ser de carne y hueso. ?Lo soy de verdad? ?C¨®mo reescribir¨ªa hoy Calder¨®n La vida es sue?o?'.
Aunque a Ram¨ªrez no se le ocurre nada razonable sobre las intenciones de su alter ego, tampoco descarta que sean artistas conceptuales que practican el ciberterrorismo. 'Mi direcci¨®n de correo est¨¢ en muchas listas sobre cr¨ªtica de arte'. Y una amiga suya dice que hay en todo ello un mensaje cifrado que se va desvelando poco a poco. 'No es imposible que se trate de un artista inform¨¢tico de esos que trabajan en y con (o contra) la Red. Yo todav¨ªa no veo el encanto a este tipo de actividad creativa'.
Esta historia le ha hecho reflexionar sobre la privacidad en la Red. 'Es inquietante que alguien pueda suplantar tu personalidad virtual. Internet es un universo complejo que se est¨¢ convirtiendo en un caos. Y se nos est¨¢ yendo de las manos: nadie lo puede controlar. Y en el descontrol, lo que yo llamo los sidas de la inform¨¢tica (virus, spam, sabotajes intencionados o el simple gamberrismo), campan a sus anchas'.
Ram¨ªrez, que al principio se resiti¨® a utilizar el e-mail pero ahora lo considera una herramienta 'imprescindible', teme que esta aplicaci¨®n acabe siendo in¨²til. 'Empieza a preocuparme que acabe inutilizado por la hipertrofia'. De Internet opina que morir¨¢ de ¨¦xito. 'Ya no le veo la utilidad: hay demasiada informaci¨®n. ?De qu¨¦ me sirve que aparezcan m¨¢s de 20.000 entradas en los buscadores sobre la informaci¨®n tur¨ªstica de Frankfurt?'.
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