'Mi obra tiene que ver con la parodia y la idea barroca de la ilusi¨®n'
Adriana Varej?o (R¨ªo de Janeiro, 1964) tiene una voz suave y firme. Las ideas claras. Una serenidad que no parece en sinton¨ªa con la visceralidad palpitante de sus piezas, aunque s¨ª con la delicada minuciosidad con las que est¨¢n hechas. Son piezas impactantes y cargadas de referencias a la historia del arte. Parecen esculturas, pero son m¨¢s bien pinturas tridimensionales. Varej?o es una de las artistas m¨¢s internacionales de su generaci¨®n y su obra aparece con frecuencia en las grandes muestras de museos y bienales.
PREGUNTA. Sus obras podr¨ªan haberse fabricado con los objetos que imita. Las baldosas podr¨ªan ser aut¨¦nticas baldosas o azulejos y no superficies cuidadosamente pintadas que enga?an al ojo. El concepto de la pieza es el mismo pero la realizaci¨®n a?ade otros elementos a la idea. ?Tiene todav¨ªa fe en el poder de la pintura?
'El arte contempor¨¢neo brasile?o es extremadamente minimalista y apegado a la ¨¦tica de los materiales, es no representativo'
RESPUESTA. En el arte contempor¨¢neo los conceptos de pintura y escultura han quedado un poco anacr¨®nicos. No es mi preocupaci¨®n sostener la pintura como un baluarte de nada, pero desde que empec¨¦ mi trabajo siempre he hecho muchas referencias a la historia en general y a la del arte en particular. Necesitaba la pintura como veh¨ªculo de la historia y ¨¦sa ha sido la base de mi trabajo sobre todo en el territorio de la parodia y la representaci¨®n. No tengo el menor escr¨²pulo en salir de la pintura, aunque me gusta la carga de tradici¨®n que conlleva.
P. Su obra parece un juego de 'trampantojo'.
R. Me interesa adentrarme en un campo donde las cosas son teatro. Si utilizara ladrillos y azulejos usar¨ªa la carne como carne, no carne falsa entre los azulejos. Entonces el trabajo entrar¨ªa en un campo muy distinto, el proceso cambiar¨ªa completamente. No podr¨ªa trabajar en un taller y eso traer¨ªa otras consecuencias que nunca me interesaron. Prefiero la pr¨¢ctica individual, lo que puedo hacer con las manos y profundizar en el asunto conceptual de la representaci¨®n. Todo mi trabajo como artista, desde hace 15 a?os, tiene que ver con la representaci¨®n, la parodia, la idea barroca de la ilusi¨®n, del teatro.
P. ?Qu¨¦ referencias hist¨®ricas recientes la motivan?
R. En general me interesan mucho los artistas del arte povera, y entre ellos especialmente la obra de Kounellis. ?l hizo una vez una exposici¨®n de piezas de carne sobre metales. En los a?os setenta, el povera explor¨® mucho lo de la ¨¦tica de los materiales y en los a?os noventa y dos mil eso se ha retomado, principalmente, en el arte brasile?o. El uso ¨¦tico y la no representaci¨®n. Yo, en ese sentido, creo que voy a contracorriente.
P. En estas piezas amalgama los opuestos. ?Qu¨¦ elementos entran en juego?
R. Las baldosas son superficies casi as¨¦pticas, minimalistas en la proposici¨®n geom¨¦trica. Toda esa composici¨®n es quebrada por una materialidad completamente distinta. La cuesti¨®n de la temperatura es sobre todo visual. La superficie minimalista tiene una temperatura m¨¢s fr¨ªa y el extremo opuesto es el de una superficie doblada sobre s¨ª misma, h¨²meda, viva y con una visceralidad enorme, m¨¢s expresionista. Son tendencias opuestas, y cuando dices que el uso del material intensificar¨ªa eso, yo pienso que el uso de la tradici¨®n es lo que lo intensifica porque uso la tradici¨®n minimalista y expresionista al mismo tiempo. Empezamos a hablar de memoria y no de la ¨¦tica de los materiales.
P. Ha mencionado el barroco como influencia. ?Lo dice en relaci¨®n a cierta imaginer¨ªa religiosa?
R. Hay una referencia al barroco pero no en el sentido del m¨¢rtir en el arte religioso, sino en el de la historia del barroco en la historia del arte. Hay una tendencia que viene de Goya y su Saturno devorando a sus hijos, de la pintura espa?ola de entonces, de Rembrandt y su cuadro de El buey o La lecci¨®n de anatom¨ªa; tambi¨¦n, G¨¦ricault, con el cuerpo descuartizado de la Medusa; de la obra de Francis Bacon. Hay una tradici¨®n visceral de la pintura que atraviesa la historia. Y est¨¢ el barroco que para m¨ª tiene importancia por la representaci¨®n de la carnalidad, no del martirio.
P. En la cultura brasile?a ese esp¨ªritu est¨¢ muy presente.
R. En cuanto al barroco me interesa siempre mencionar la carnavalizaci¨®n de la historia. La representaci¨®n en mi trabajo tiene mucho que ver con esto porque en el carnaval hay una suspensi¨®n de la noci¨®n de tiempo hist¨®rico, como se analiza en las teor¨ªas literarias sobre la novela en la obra de Mija¨ªl Bajtin. La supresi¨®n temporal de las jerarqu¨ªas sociales. Brasil tiene una sociedad muy jerarquizada, aunque no lo parece. La favela convive con las clases alta y media, todos juntos, pero separados. En Estados Unidos me parece que es lo opuesto, todos separados pero juntos. En carnaval hay esa dramatizaci¨®n de una sociedad opuesta a la real, el patr¨®n se va con la mulata, cualquiera puede ser lo que desea, es un sue?o que la sociedad vive para poder resistir, toda noci¨®n de contraste se suprime.
P. Teniendo en cuenta que la Bienal de S?o Paulo tuvo como tema la antropofagia. ?Encaja esto con una tendencia dentro del arte brasile?o?
R. No, para nada. El arte contempor¨¢neo brasile?o es extremadamente minimalista y apegado a la ¨¦tica de los materiales, es no representativo. Cuando usas carne tiene que ser carne, el vidrio no puede ser pintado, es una tendencia que viene de una escuela neoconcreta heredada de Lygia Clark y Helio Oiticica. Ellos rompieron con la pintura en los a?os setenta y son dos artistas que siguen siendo muy influyentes entre los artistas de Brasil. Es muy dif¨ªcil destacar como artista en Brasil fuera de esa tendencia. En cuanto a lo de Antropofagia, hubo en esa muestra artistas de todas las tendencias. El t¨ªtulo ven¨ªa m¨¢s en relaci¨®n al Manifiesto antrop¨®fago, que escribi¨® Oswaldo de Andrade en 1928, que a una idea general. El tema se abord¨® de miles de maneras. Yo estuve entre ellos pero tambi¨¦n Ernesto Neto, que tiene un trabajo totalmente minimalista.
P. ?Se siente como una heterodoxa en el arte brasile?o?
R. Pienso en el arte contempor¨¢neo como un todo. No me siento una artista brasile?a. No hay una tradici¨®n brasile?a que me particularice.
P. No hay artes nacionales, evidentemente. Pero Brasil no es s¨®lo un pa¨ªs, es un continente. La Bienal de S?o Paulo, sobre todo en los a?os sesenta y setenta, fue una referencia fundamental para el arte latinoamericano.
R. Creo que la definici¨®n de arte latinoamericano es pura mercadotecnia. Es un paquete que se define para presentar una categor¨ªa en las subastas internacionales. Me encantar¨ªa que existiera, tengo una nostalgia de eso como cuando Glauber Rocha hablaba de la fuerza de Latinoam¨¦rica. Pero pienso que como tendencia est¨¦tica no existe.
P. Lo que s¨ª existe para cada uno son las vivencias que alimentan la obra de cada artista. Brasil es un pa¨ªs de grandes contrastes, ?en qu¨¦ medida se refleja esto en su obra?
R. Esa vivencia de los contrastes es fundamental para m¨ª porque puedo vivir el para¨ªso y el infierno al mismo tiempo. En esta exposici¨®n se encuentran unas piezas tituladas Ruinas del charque (cecina, carne seca), que llevan asociada la idea del cuerpo, las partes blandas dobladas, apiladas, que yo relaciono con las ruinas, pedazos de construcciones casi contempor¨¢neas. En el libro Tristes tr¨®picos, L¨¦vi-Strauss escribe sobre Brasil y dice que 'toda construcci¨®n es todav¨ªa ruina'. Hay tres 'ruinas' de ¨¦stas en la exposici¨®n, que se titulan Cidade de Deus, Vig¨¢rio Geral y Cordovil. Son conjuntos habitacionales muy pobres en R¨ªo de Janeiro donde la gente vive en p¨¦simas condiciones. Se formaron despu¨¦s de que esta gente fuera desplazada de sus lugares originales, donde luego se construyeron casas de clase media. Ah¨ª pas¨¦ mi infancia y mi adolescencia. Los barrios pobres siguieron llam¨¢ndose con los nombres anteriores. A los nuevos condominios los llamamos faveland porque fue destruida la favela y se construyeron encima estos 60 bloques de viviendas. Los charques tienen esa relaci¨®n con la destrucci¨®n, con lo temporal, con la acumulaci¨®n sobre los restos de lo anterior. Yo propongo una relaci¨®n simb¨®lica de todo eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.