'Historia de un beso'
Es una historia de sombras y milagros en colores; es la Historia de un beso y es un buen film. El director de un digno Festival Internacional de Cine, utilizando todos los mecanismos de apoyo de una cr¨®nica local trufada de domesticaci¨®n, desde el rigor de un presupuesto p¨²blico que debe de velar por el inexcusable apoyo a todo nuestro cine, no puede obviar caprichosamente por su boca y decreto, un film como este ¨²ltimo de Garci, censur¨¢ndolo del festival donostiarra porque, desde una iluminaci¨®n de enteradillo del cine, ha concluido una precaria tesina donde, seg¨²n ¨¦l, la lentitud y el aburrimiento, aconsejaron no presentable este digno film en Donosti. Y el festival no lo exhibi¨®.
A la ciudad se hurt¨® la irreversible oportunidad de compartir criterio emocional y tertulia, como los amores que se van y que se sabe que jam¨¢s vuelven, enriqueci¨¦ndose con la decimon¨®nica cultura recuperada en un film sobre sentimientos tard¨ªos y que desglosa las emociones locales que muy mal se conjugaban con el obligado criterio universal de aquella ¨¦poca reaccionaria.
Claro que en aquella transparente generaci¨®n galdosiana y barojiana se debat¨ªa. Todo lo contrario del Festival del Cine, donde nadie protesta y casi todos asienten. Todo est¨¢ muy bien. 'Ha sido memorable', dijo imprudentemente el director.
Mikel Olaciregui no entiende esta pel¨ªcula. No comprende nada de aquella generaci¨®n cruzada de literatura, pobre e idealista del 80; de la capacidad del cine para hacer sue?os con las im¨¢genes; de la hondura de an¨¢lisis y de la memoria hist¨®rica que puede comprimir el cine en sus im¨¢genes; de la ternura social que, como en este film sobre el milagro del amor, como met¨¢fora y en todas sus variantes, subyace en las mejores pel¨ªculas de la historia del cine.
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