Schwentke habla de la culpa y la soledad en 'Tattoo', su primer filme

Al alem¨¢n Robert Schwentke se le conoc¨ªa hasta hace poco por sus guiones para televisi¨®n. Ahora da el salto al cine con Tattoo, una pel¨ªcula de terror que introduce al espectador en el submundo del coleccionismo de tatuajes. Es la excusa que le sirve al realizador para hablar sobre la soledad y el complejo de culpa que a¨²n se mantiene vivo en su pa¨ªs. La pel¨ªcula se proyecta hoy en la Semana de Cine de Terror.

Tattoo, que se proyectar¨¢ a las 19.45 en el Teatro Principal, narra el encuentro entre dos polic¨ªas que tienen ante s¨ª un caso dif¨ªcil de resolver. Deben dar con el autor de los asesinatos o desapariciones de una docena de personas tatuadas por un artista japon¨¦s. Todo apunta a un coleccionista.

'Creo que la gente que me dio la idea de tomar los tatuajes como punto de partida esperaba un thriller', dijo ayer Schwentke en San Sebasti¨¢n. Pero no lo es. 'No me interesan como director. Son demasiado mec¨¢nicos'. El realizador ha optado por construir una pel¨ªcula de terror, en un pa¨ªs en el que el g¨¦nero no est¨¢ muy en boga. 'Parece casi milagroso haber conseguido la financiaci¨®n para rodar el filme, 3.300.000 euros', agreg¨®. 'En Alemania se piensa que este tipo de cine puede ir bien para la televisi¨®n, pero no para la gran pantalla. Adem¨¢s el p¨²blico prefiere las producciones norteamericanas', confes¨®.

La suya es adem¨¢s una pel¨ªcula que reabre viejas heridas al hablar del complejo de culpa, en un pa¨ªs que lo vivi¨® tras el Tercer Reich. Schwentke no toca ni de lejos el tema del nazismo; le basta con la trama policial y un atm¨®sfera fr¨ªa, oscura y hostil -creada con t¨¦cnicas digitales- para incidir de lleno en los sentimientos que perviven por los fantasmas del pasado. De hecho, el realizador ha preferido no hacer sangre en escenas que podr¨ªan resultar dolorosas, como la exhibici¨®n de pieles humanas tatuadas en la casa de un coleccionista.

Schwentke, que comparte hoy protagonismo con Suicide Club, de Sono Sion, aprovech¨® la presentaci¨®n de su trabajo para reflexionar sobre la 'crisis de identidad' que, en su opini¨®n, 'atraviesa la sociedad alemana y por lo tanto el cine'. ?l tiene puesta la confianza en los nuevos realizadores del terror, 'un g¨¦nero siempre vivo'.