Maltrato infantil
A prop¨®sito del problema de las botellonas, que tanto sale en la prensa, me ha parecido interesante un libro de Manuel Trujillo titulado Psicolog¨ªa para despu¨¦s de una crisis. El doctor Trujillo, sevillano afincado en Nueva York, describe con mucha precisi¨®n el estr¨¦s postraum¨¢tico producido por el terrorismo, la tortura, la violencia dom¨¦stica y el maltrato infantil, que es el que creo que puede tener mucha relaci¨®n con el tema de la botellona.
Seg¨²n un estudio en Espa?a entre los a?os 97-98 de m¨¢s de 30.000 expedientes, los principales motivos desencadenantes del maltrato infantil eran: las presiones econ¨®micas (casi el 75% de los maltratadores estaban en paro); el nivel cultural de los progenitores (casi el 90% no hab¨ªan terminado su formaci¨®n primaria); la droga y el alcohol estuvieron presentes en un 30% de los casos, y otro factor relevante era el haber sido v¨ªctima de abuso o maltrato durante la infancia.
Las consecuencias para los maltratados eran muy significativas: un 70% con problemas en el rendimiento escolar, depresi¨®n, trastornos de ansiedad, accesos incontrolados de rabia, hiperactividad, conductas de oposici¨®n y comportamientos agresivos. Entre adolescentes era frecuente el consumo de alcohol y drogas, la participaci¨®n en actividades delictivas y otras conductas autodestructivas.
Como estas conductas son similares a las de los j¨®venes que ocasionan los problemas de las botellonas y de la seguridad en el colegio, en el instituto y en la calle, y aunque existan otras causas que incidan tambi¨¦n en este comportamiento, ser¨ªa importante estudiar el maltrato infantil que existe en esta ciudad para poder prevenirlo en lo posible.
Es nuestra sociedad, con su desinter¨¦s por las v¨ªctimas infantiles y los desheredados, la que permite esa clase de abusos. La familia, con su cultura machista, su precariedad o su propia tensi¨®n, suele ser la que desfoga sus tensiones sobre los ni?os; y son los Servicios Sociales, los profesionales de Educaci¨®n, Sanidad, Justicia, y todos los ciudadanos, los que deber¨ªamos defenderlos.
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