Una sentencia considera que el PGOU de Marbella no fue v¨¢lido durante 14 a?os

El Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa (TSJA) ha desestimado la primera de las 105 impugnaciones que la Junta ha presentado hasta el momento contra licencias de obras otorgadas por el Ayuntamiento de Marbella, la de un c¨¢mping en suelo reservado para sistemas generales. Pero lo trascendente es que por primera vez un tribunal determina que el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) aprobado en 1986 fue 'ineficaz' hasta que no se public¨® en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia, en noviembre de 2000.

La sentencia emitida por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA con sede en M¨¢laga el pasado 23 de octubre desestima el recurso que la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas puso contra el acuerdo por el que la comisi¨®n municipal de gobierno de Marbella autoriz¨® en abril de 1995 la construcci¨®n del camping Cabopino en Dunas de Artola, paraje que el PGOU aprobado por el consistorio en 1986 reservaba como sistema general de ¨¢reas libres.

El tribunal fundamenta su decisi¨®n en que tal plan de ordenaci¨®n urban¨ªstica no ten¨ªa eficacia en el momento en que se otorg¨® la licencia porque no hab¨ªa sido a¨²n publicado en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia de M¨¢laga, pese a que hab¨ªan transcurrido nueve a?os desde su aprobaci¨®n.

La sentencia considera as¨ª que el ordenamiento en vigor en aquel momento era el aprobado en el a?o 1968, que catalogaba el lugar de suelo r¨²stico de control con parte de protecci¨®n de arbolado, y en el que cab¨ªa la construcci¨®n de camping, hoteles, viviendas unifamiliares aisladas y urbanizaciones autosuficientes.

As¨ª considerada, la Administraci¨®n andaluza parece salir perdedora en la primera resoluci¨®n firme que dictan los tribunales en el largo litigio que mantiene con el Ayuntamiento de Marbella desde que Jes¨²s Gil lleg¨® a la alcald¨ªa.

Sin embargo, la directora general de Ordenaci¨®n del Territorio y Urbanismo, Josefina Cruz, entiende que si la doctrina de los tribunales va a ser la de considerar que el PGOU de 1968 tuvo vigencia hasta el a?o 2000 puede resultar beneficioso para los intereses de la Junta en las dem¨¢s impugnaciones por resolver, ya que aquel plan era mucho m¨¢s restrictivo, y manten¨ªa mucho m¨¢s suelo no urbanizable que el de 1986. Hasta el a?o 2000, la Junta impugn¨® 56 licencias de obras en Marbella.

Cruz recuerda adem¨¢s que la mayor¨ªa de estas impugnaciones se refieren a construcciones de viviendas en zonas verdes y de equipamientos y a excesos de edificabilidad, que en teor¨ªa no tendr¨ªan cobertura en el PGOU de 1968.

La sentencia vuelve a poner de manifiesto la confusa situaci¨®n jur¨ªdica que ha envuelto en los ¨²ltimos a?os la planificaci¨®n urban¨ªstica de Marbella. De hecho, los propios magistrados desvelan en los fundamentos jur¨ªdicos la contradicciones del Ayuntamiento de Marbella, que en un momento del procedimiento admiti¨® como planeamiento vigente el de 1986, y 'en un giro considerable a la contestaci¨®n de la demanda' hizo m¨¢s adelante 'un completo alegato' contra esta norma de planteamiento elaborada por el propio consistorio y 'cuya validez ha podido defender en otras tantas ocasiones'.

Publicaci¨®n

El Ayuntamiento de Marbella revis¨® en 1986 su planeamiento urban¨ªstico, que qued¨® aprobado por resoluci¨®n del entonces consejero de Pol¨ªtica Territorial, Jaime Montaner, el 3 de junio, pero condicionado a la redacci¨®n de un texto refundido para introducir una serie de correcciones.

El Ayuntamiento, entonces gobernado por el PSOE, no lleg¨® a publicar la norma en el Bolet¨ªn Oficial de la Provincia, y tard¨® cuatro a?os en redactar las modificaciones requeridas, que sac¨® a informaci¨®n p¨²blica poco antes de las elecciones municipales de 1991, las primeras ganadas por Jes¨²s Gil. El nuevo alcalde opt¨® por una nueva revisi¨®n del planeamiento y no public¨® nunca el aprobado en 1986, que la Junta consider¨® en vigor hasta que un informe de la Fiscal¨ªa en 2000 alert¨® de que era requisito imprescindible, por lo que la Administraci¨®n auton¨®mica lo hizo en noviembre de 2000, acto que Gil tiene recurrido en los tribunales.

En 1998, el Ayuntamiento aprob¨® un nuevo PGOU, rechazado hasta en tres ocasiones por la Comisi¨®n Provincial de Urbanismo, que espera un nuevo borrador.