La transversalidad de g¨¦nero, un concepto clave

La transversalidad constituye un concepto relativamente novedoso, que hace referencia a la necesidad de que la realidad en los diversos ¨¢mbitos sociales, culturales, educativos, pol¨ªticos, econ¨®micos, se analice teniendo en consideraci¨®n que hombres y mujeres no se encuentran en la misma posici¨®n social y que esa diferente posici¨®n determina los efectos que para cada uno de los colectivos (el de las mujeres y el de los hombres) tendr¨¢n las propuestas de transformaci¨®n social que se dise?en.

La transversalidad de g¨¦nero constituye la l¨ªnea maestra de las pol¨ªticas comunitarias de igualdad de oportunidades. Es el enfoque adoptado por la 'Estrategia marco comunitaria sobre igualdad entre hombres y mujeres 2001-2005' que se aprob¨® en diciembre de 2000. La finalidad que se persigue es establecer un marco de acci¨®n en el que todas las actividades comunitarias puedan contribuir a alcanzar el objetivo de eliminar las desigualdades y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres. Bas¨¢ndose en el principio de que la democracia constituye uno de los valores fundamentales de la Uni¨®n Europea, su plena realizaci¨®n requiere que toda la ciudadan¨ªa, mujeres y hombres, participen y est¨¦ representada de forma igualitaria en la econom¨ªa, en la toma de decisiones y en la vida social, cultural y civil.

Sin duda se han realizado progresos considerables en cuanto a la situaci¨®n de la mujer en los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n Europea (UE), si bien, en la vida cotidiana, dicha igualdad sigue vi¨¦ndose mermada porque hombres y mujeres no gozan, en la pr¨¢ctica, de los mismos derechos. La infrarrepresentaci¨®n persistente de las mujeres y la violencia contra ellas, entre otros aspectos, pone de manifiesto que contin¨²a existiendo una discriminaci¨®n estructural por raz¨®n de g¨¦nero. La ¨²nica forma eficaz de hacer frente a esta situaci¨®n es la integraci¨®n del objetivo de la igualdad en todas las pol¨ªticas que tengan repercusiones directas o indirectas sobre la ciudadan¨ªa. En el dise?o y en la aplicaci¨®n de todas las pol¨ªticas, hay que tener en cuenta las preocupaciones, necesidades y aspiraciones de las mujeres, en la misma medida que las de los hombres.

Sin embargo, la persistencia de desigualdades sigue exigiendo la aplicaci¨®n de medidas espec¨ªficas a favor de las mujeres. La 'Estrategia marco comunitaria 2001-2005 sobre igualdad entre hombres y mujeres', se basa en este enfoque dual: de un lado la integraci¨®n de la ¨®ptica de g¨¦nero en todas las pol¨ªticas, de otro la adopci¨®n de medidas espec¨ªficas de acci¨®n positiva. El Programa de Acci¨®n 2001-2005 propone como objetivo fomentar la integraci¨®n de la igualdad en todas las pol¨ªticas comunitarias y pone como ejemplo, la pol¨ªtica fiscal, financiera, econ¨®mica, educativa, de trasporte, de investigaci¨®n y social. Se?ala que es necesario supervisar la integraci¨®n de la perspectiva de g¨¦nero al concebir, aplicar y evaluar las pol¨ªticas y actividades comunitarias que tienen repercusi¨®n sobre la vida diaria de la ciudadan¨ªa como la salud p¨²blica y las relaciones exteriores incluidas las pol¨ªticas de derechos humanos. La propuesta Comunitaria es la integraci¨®n de la ¨®ptica de g¨¦nero en absolutamente todo tipo de pol¨ªtica p¨²blica con repercusi¨®n en la vida de los ciudadanos, como ¨²nica forma eficaz de eliminar la situaci¨®n de discriminaci¨®n de las mujeres.

En definitiva, plantear una mirada trasversal de g¨¦nero en el Debate de la II Modernizaci¨®n significa tener a las mujeres en cuenta, reconocer su aportaci¨®n diferencial a la vida cotidiana, cultural, social, educativa, pol¨ªtica, econ¨®mica y hacer espacio a sus aportaciones otorg¨¢ndoles la valoraci¨®n que les corresponde. Significa poner en valor lo femenino en t¨¦rminos de prestigio, reconocimiento y remuneraci¨®n. Supone revisar la representaci¨®n femenina en el mundo p¨²blico y los mensajes simb¨®licos que se generan sobre ellas. Implica la necesaria consideraci¨®n de una presencia proporcional de mujeres en los lugares de responsabilidad, en los ¨¢mbitos de control de la ciencia, la econom¨ªa, la pol¨ªtica en los que se decidir¨¢n las medidas a adoptar para conseguir la II Modernizaci¨®n. Incorporar una mirada trasversal en los debates de la II Modernizaci¨®n supone un reconocimiento de que vivimos en una sociedad cuya construcci¨®n depende de la necesaria cooperaci¨®n entre los sexos, que la modernizaci¨®n de Andaluc¨ªa no se podr¨¢ realizar sin las mujeres.

Teresa P¨¦rez del R¨ªo es Profesora Titular de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de C¨¢diz y miembro del Consejo Asesor de la Segunda Modernizaci¨®n.