Mohamed VI se implica m¨¢s en la gesti¨®n econ¨®mica de Marruecos
Tecn¨®cratas afines a palacio se hacen cargo de ministerios de peso
El rey Mohamed VI se implicar¨¢, a partir de ahora, m¨¢s directamente en la gesti¨®n de su reino a trav¨¦s de los numerosos ministros tecn¨®cratas que ha colocado en puestos relevantes del Gobierno cuya formaci¨®n fue anunciada el jueves. Esta participaci¨®n indirecta del soberano en las decisiones en ¨¢mbitos como el econ¨®mico conlleva el riesgo de que, si se acent¨²a la crisis que padece Marruecos, la instituci¨®n mon¨¢rquica resulte da?ada.
El primer paso fue dado en julio de 2001 cuando el rey nombr¨® a nueve walis (gobernadores) con un marcado perfil econ¨®mico al frente de otras tantas provincias importantes. Los walis est¨¢n a las ¨®rdenes del ministro de Interior y no del de Econom¨ªa, que entonces era un socialista.
A principios de este a?o las reci¨¦n creadas 'ventanillas ¨²nicas', en las que el empresario puede llevar a cabo todos sus tr¨¢mites para invertir, pasaron a depender de Interior y no de Econom¨ªa.
El mes pasado, Mohamed VI no tuvo en cuenta el resultado de las elecciones de septiembre y nombr¨® primer ministro a Driss Jettu, un tecn¨®crata de 57 a?os sin afiliaci¨®n pol¨ªtica. Hasta entonces Jettu hab¨ªa sido el titular de Interior.
Aquella designaci¨®n fue interpretada como un 'secuestro de la democracia' por los semanarios independientes de oposici¨®n y disgust¨® tambi¨¦n a los socialistas. Mohamed VI pon¨ªa as¨ª fin a la experiencia de alternancia iniciada por su padre, Hassan II, en 1998, cuando puso al socialista Abderram¨¢n Yussufi al frente del Ejecutivo.
Aunque est¨¢ respaldado por una coalici¨®n de seis partidos, el Gobierno que nombr¨® el jueves el nuevo el rey tiene m¨¢s la impronta del monarca que el ¨²ltimo Ejecutivo que se form¨® en Marruecos cuando a¨²n reinaba Hassan II.
Con la excepci¨®n del departamento de Justicia, que dirigir¨¢ el socialista Mohamed Buzubaa, el rey conserva el control de todos los llamados ministerios de soberan¨ªa -Asuntos Exteriores, Asuntos Isl¨¢micos, Interior, y la Administraci¨®n de la Defensa- cuyos titulares apol¨ªticos son elegidos por ¨¦l al margen de los partidos.
Uno de ellos, Ahmed Tufiq, que desempe?a la cartera de Asuntos Isl¨¢micos, es un intelectual de prestigio conocido por su fervor suf¨ª, la versi¨®n del islam practicada en Marruecos. Su nombramiento obedece a un intento de frenar la expansi¨®n del islam wahabita, m¨¢s rigorista, importado de Arabia Saud¨ª. Esta interpretaci¨®n m¨¢s radical ha hecho mella en sectores marginales de la sociedad marroqu¨ª, pero no en las dos grandes corrientes islamistas.
A los ministros de soberan¨ªa se a?ade un aluvi¨®n de tecn¨®cratas, a veces disfrazados con el carn¨¦, recientemente obtenido, de un partido. El grueso de las competencias econ¨®micas recaer¨¢n ahora sobre Abderazzak el Mossaedq, un tecn¨®crata convertido en ministro delegado para los asuntos econ¨®micos.
'Lo mismo sucede con los departamentos de Fomento y de Turismo que dirigir¨¢n j¨®venes pertenecientes, en teor¨ªa', al partido nacionalista 'Istiqlal al que se acaban de afiliar', explica Aboubakr Jamai, director del semanario de oposici¨®n Le Journal. Esta adhesi¨®n de ¨²ltima hora ha ca¨ªdo mal en el partido.
El anta?o poderoso ministro de Econom¨ªa, el socialista Fatal-lah Ualalu, sigue formando parte del Ejecutivo, pero su departamento ha perdido casi todas sus competencias aunque conserva la de Hacienda.
Algunos miembros del anterior Ejecutivo amigos del monarca, como los secretarios de Estado de Exteriores, Taieb Fassi-Fihri, y de Interior, Fuad Al¨ª Hima, son tambi¨¦n ascendidos y pasan a ser ministros delegados, una figura intermedia copiada del organigrama gubernamental de Francia.
Arbitraje de Jettu
La multiplicaci¨®n de las carteras -38 entre ministros y secretsrios de Estado- contribuir¨¢, por ¨²ltimo, a reforzar el papel del primer ministro a la hora de hacer arbitrajes. Y Jettu es un hombre del rey.
Esta inmersi¨®n del monarca en la gesti¨®n, puede acabar perjudicando a la monarqu¨ªa, que act¨²a sin escudo protector, si el nuevo Gobierno no logra su principal objetivo: enderezar la situaci¨®n econ¨®mica para crear empleo y acallar el descontento social.
La prensa independiente, generalmente af¨ªn al poder, se mostr¨® ayer cr¨ªtica con el Ejecutivo formado por Jettu. 'La decepci¨®n', titulaba, por ejemplo, en portada el semanario La V¨¦rit¨¦. 'Este Gabinete tan esperado constituye realmente una decepci¨®n; no es el dream team tan deseado'. M¨¢s tajante a¨²n, el diario L'Economiste, af¨ªn a los empresarios, iniciaba su editorial con la siguiente frase: 'Tal y como est¨¢n las cosas, los islamistas tendr¨¢n la mayor¨ªa en 2007'. Antes, dentro de siete meses, se celebrar¨¢n elecciones municipales.
Un caballero pol¨¦mico
Marruecos no es Egipto. La televisi¨®n p¨²blica marroqu¨ª ha suprimido de su programaci¨®n de Ramad¨¢n una pol¨¦mica serie egipcia, Caballero sin montura, cuyo protagonista, el actor Mohamad Sonhi, interpreta el papel de un luchador egipcio contra el colonialismo brit¨¢nico que se empe?a en demostrar la veracidad de Los protocolos de los sabios de Si¨®n, un panfleto antisemita redactado por la polic¨ªa del Zar.La prensa marroqu¨ª acusa a la direcci¨®n de la cadena TVM, que lo desmiente, de haber cedido a las presiones de EE UU. Richard Boucher, el portavoz del Departamento de Estado, no dud¨® en manifestar el descontento norteamericano por esta serie.El embajador estadounidense en El Cairo, David Welch, se reuni¨® con los responsables egipcios para lograr la desprogramaci¨®n de la serie, pero no lo consigui¨®. Nabil Osman, el portavoz del presidente Hosni Mubarak, declar¨® que era 'inmaduro' querer juzgar una obra de arte.
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