Luis Egea Mart¨ªnez, Profesor de Microbiolog¨ªa de la UPV

La tarde gris¨¢cea del viernes 8 de noviembre llen¨¢bamos la Iglesia de la Trinidad de Algorta (Vizcaya) un nutrido n¨²mero de compa?eros y amigos en el funeral de despedida al profesor Luis Egea Mart¨ªnez (Granada, 1941, Bilbao 7 de octubre de 2002). Nos conocimos hace 40 a?os en la Facultad de Ciencias de la Universidad Complutense, donde fuimos compa?eros de curso de Biol¨®gicas. Bien es verdad que Luis Egea, atene¨ªsta practicante, nunca fue un auditor entusiasta de todos y cada uno de nuestros profesores. Concluida la licenciatura y estrenada la flamante Universidad de Bilbao (1968) -luego rebautizada del Pa¨ªs Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea- tuve la satisfacci¨®n de invitar a Egea, de parte de su paisano y decano comisario de la nueva Facultad de Ciencias, el f¨ªsico don Justo Ma?as, a incorporarse a los valientes que desde el principio nos embarcamos en aquella aventura irrepetible. No era s¨®lo dise?ar programas y laboratorios o seleccionar los primeros fondos bibliogr¨¢ficos. M¨¢s que todo eso, era tener que reestudiar nuestra propia carrera, que de d¨ªa en d¨ªa se nos quedaba obsoleta en un proceso de avance vertiginoso. Y por si fuera poco, el apremio de hacer nuestras tesis doctorales, a menudo teledirigidas. A Luis le toc¨® lidiar con la Microbiolog¨ªa, decant¨¢ndose por la especialidad de Aguas.

De su competencia dan fe los grupos de investigaci¨®n consolidados en la facultad y el departamento. Tambi¨¦n su buen hacer como profesor ha dejado huella entre sus alumnos. Por mucho tiempo se recordar¨¢n, por poner un ejemplo, sus humor¨ªsticas explicaciones sobre la 'prodigiosina', el pigmento rojo milagroso de la Misa de Bolsena y otras hostias sangrantes del Medioevo. Dicho todo ello con gracejo granadino, sin asomo de malicia, porque tengo para m¨ª que su leve antifaz de agn¨®stico apenas encubr¨ªa un respeto hondo y sincero hacia lo trascendente.

Hombre de izquierdas -a pesar de (o acaso por) pertenecer a la burgues¨ªa notable de la ciudad m¨¢gica, donde ser ciego es casi delito-, socialista militante trasplantado y aclimatado con ¨¦xito al Pa¨ªs Vasco, desempe?¨® con rigor cargos de alta responsabilidad. Primero como viceconsejero de Universidades e Investigaci¨®n con el consejero Jos¨¦ Ram¨®n Recalde en el Gobierno Vasco, m¨¢s tarde como director general de Ense?anza Superior en el Ministerio de Educaci¨®n. De sus convicciones democr¨¢ticas s¨®lo dir¨¦ que ning¨²n extremismo tuvo detr¨¢s a Luis Egea, ning¨²n sectarismo cont¨® jam¨¢s con ¨¦l para nada.

Jes¨²s Moya. Profesor jubilado de la UPV y director editorial de Durvan, S. A. de Ediciones.