El comercio acapara el 42% del gasto del turismo internacional en Barcelona
Las tiendas del eje desde La Rambla hasta la Illa concentran la mayor¨ªa de las ventas
Un grupo de japoneses entra en Loewe, en el paseo de Gr¨¤cia de Barcelona. Muy cerca, turistas norteamericanos compran en Hermenegildo Zegna, que les ofrece lo mismo que en EE UU, pero a mitad de precio. Las grandes marcas son unas de las beneficiarias del auge del turismo que visita Barcelona, y que este a?o bate r¨¦cords: de enero a septiembre, el 42,13% del gasto de los turistas internacionales con tarjeta de cr¨¦dito se ha efectuado en comercios.
Ese 42% del gasto en comercios supera los 180 millones de euros, muy por encima del desembolso realizado en restaurantes, automoci¨®n y ocio, lo cual sit¨²a a la capital catalana -la s¨¦ptima en la clasificaci¨®n europea por volumen de pernoctaciones- como una ciudad con un potente foco de atracci¨®n para el turismo comercial. En conjunto, en los nueve primeros meses, los turistas pagaron con tarjetas castos por casi 428 millones de euros.
El im¨¢n que atrae poderosamente a este tipo de turismo con capacidad de gasto elevada, es el eje comercial a cielo abierto de cinco kil¨®metros de longitud que arranca en La Rambla, atraviesa el centro hist¨®rico, sigue por el paseo de Gr¨¤cia y la Rambla de Catalunya, llega a la avenida Diagonal y contin¨²a hasta la Illa: 'Se trata de un continuo urbano, de paseo, que tiene todo lo que buscan los turistas: servicios, comercios, cultura y arquitectura. Precisamente eso es lo que diferencia a Barcelona del resto de las capitales', explica Santiago Pag¨¨s, responsable del programa de comercio de Turismo de Barcelona. La estampa de cientos de turistas que alternan sus miradas entre lo que ven a la altura de los ojos -los escaparates de las tiendas- y las alturas, sobre todo en el paseo de Gr¨¤cia, es ya un cl¨¢sico de la ciudad.
Precisamente ese tipo de urbanismo comercial es el que influye directamente en que el turista extranjero compre m¨¢s en los comercios medianos y peque?os que en las grandes superficies. Por ejemplo, entre enero y septiembre de este a?o, los turistas han gastado -y han pagado con tarjeta de cr¨¦dito- 117 millones de euros en los comercios especializados frente a los 63 millones gastados en los grandes centros comerciales. La proporci¨®n del tipo de gasto que hace el turista en Madrid es la contraria: un tercio en el peque?o comercio y dos en las grandes superficies.
Tras el comercio, en la clasificaci¨®n de los bienes o servicios pagados con tarjeta figura el sector hotelero, con el 26% del gasto -y ello pese a que muchos ya viajan con esa parte pagada en su pa¨ªs de origen-, seguido de los restaurantes, con el 10,81%, y de los peajes, con el 8,25%.
El despegue de la marca Barcelona fue motivado por los Juegos Ol¨ªmpicos, pero a ¨¦stos sigui¨® una ¨¦poca de crisis y de descenso de consumo que no se remont¨® hasta casi el final de la d¨¦cada de 1990. Fue entonces cuando se cre¨® la marca Barcelona Shopping Line, una gu¨ªa para el turista que recoge las marcas de prestigio ubicadas en el centro de la ciudad, un folleto disponible en los puntos de informaci¨®n y en los hoteles. La idea b¨¢sica era y sigue siendo promocionar las marcas aut¨®ctonas de textil, joyer¨ªa y zapater¨ªa, entre otras.
A partir de 1997, algunas marcas internacionales empezaron a situarse: 'Y con una gran ventaja, puesto que aqu¨ª venden con unas tarifas el 30% o 40% m¨¢s baratas que en otras capitales, ya que los costes en Barcelona son menores', a?ade Pag¨¨s. Algunos de esos establecimientos lo reconocen abiertamente: 'Comprar un traje aqu¨ª cuesta la mitad que hacerlo en Estados Unidos. Por eso, la mayor parte de la clientela es norteamericana', explican en Hermenegildo Zegna, una de las primeras marcas en establecerse en el eje comcercial barcelon¨¦s y con capacidad suficiente para dar media vuelta a un traje chaqueta en tres horas si as¨ª lo exige el cliente. La aglomeraci¨®n de japoneses frente a las puertas de Loewe tambi¨¦n tiene su explicaci¨®n: las tarifas son hasta el 40% m¨¢s econ¨®micas.
Zegna, Max-Mara, Marina Rinaldi, Versace, Bally, Burberry, Roberto Verino son algunas de las marcas internacionales que est¨¢n pagando entre 16.000 y 20.000 euros el metro cuadrado de alquiler. La tarifa es la misma para marcas nacionales. En concreto, la ¨²ltima tienda de Zara en el paseo de Gr¨¤cia est¨¢ pagando 72.000 euros al mes. Algunas, como Max Mara, prefirieron comprar para tener patrimonio y hace unos cinco a?os pagaron 1,8 millones de euros (300 millones de pesetas de entonces) por su tienda en el paseo de Gr¨¤cia.
Dentro de poco, en el c¨¦ntrico bulevar barcelon¨¦s abrir¨¢ tienda Christian Dior. Turismo de Barcelona cree que la oferta de marcas internacionales se ver¨ªa completada, por ejemplo, con fichajes como el de Galer¨ªas Lafayette.
En los ¨²ltimos cuatro a?os, el asentamiento de esas marcas ha transformado buena parte de los escaparates del eje del paseo de Gr¨¤cia y la Rambla de Catalunya. Esa explosi¨®n de novedad ha comportado, en cierta manera, que firmas con solera, como Furest, Santa Eul¨¤lia o Gonzalo Comella hayan tenido que 'rejuvenecerse', se?ala Antoni Torrents, presidente de la Asociaci¨®n de Comerciantes del Paseo de Gr¨¤cia y entusiasta defensor del eje comercial al aire libre.
Este eje podr¨ªa volver a recibir una avalancha de turistas estas Navidades, tal como ocurri¨® el a?o pasado. Para ello, Turismo de Barcelona realizar¨¢ una campa?a en la prensa extranjera vendiendo la etiqueta Christmas Shopping in Barcelona.
Pocas horas para comprar
Si la joya de la corona del comercio es el eje del centro de Barcelona, la de las tiendas internacionales son los turistas de los grandes cruceros. Es m¨¢s, el ritmo de ventas de no pocas de las marcas internacionales tiene una relaci¨®n directa con la llegada de los grandes buques que tienen a Barcelona como el origen o el final de cruceros por el Mediterr¨¢neo.
La evoluci¨®n de los cruceros tur¨ªsticos ofrece un crecimiento constante pese a la crisis abierta tras el 11 de septiembre, que se ha traducido en un descenso de los grandes cruceros norteamericanos. Pese a esa recesi¨®n, entre enero y sepiembre de 2002 el n¨²mero de cruceros que partieron del puerto barcelon¨¦s fue de 460, frente a los 413 de 2001.
El incremento tambi¨¦n se refleja en n¨²mero de pasajeros: de 518.000 a 641.000. En la mayor parte de los casos, los turistas llegan a Barcelona, donde embarcan, y por tanto tienen un margen escaso de horas para visitar la ciudad. Eso comporta que el paseo no vaya mucho m¨¢s all¨¢ del centro hist¨®rico, del paseo de Gr¨¤cia y la Rambla de Catalunya, cuyos establecimientos est¨¢n m¨¢s que acostumbrados a tener una destacada afluencia de turistas al mediod¨ªa. 'Se nota cuando llega o se va un crucero de una compa?¨ªa norteamericana con m¨¢s de 2.500 pasajeros a bordo y con alto nivel adquisitivo', explican en una de las tiendas internacionales del centro, que reconoce que este a?o 'se ha notado' la bajada del turismo de Estados Unidos. Se trata del que m¨¢s gasta por operaci¨®n: una media de 72 euros, seg¨²n Turismo de Barcelona.
Frente al descenso del turismo norteamericano, se ha disparado el franc¨¦s. Santiago Pag¨¨s, director del programa comercial de Turismo de Barcelona, asegura que la ciudad se ha convertido en un centro de compras del sur de Francia: 'El a?o Gaud¨ª ha tenido especial influencia para explicar un aumento del 57% en el turismo franc¨¦s'.
Ir a Barcelona antes de morir
Barcelona aparece como una de las ciudades en el mundo a las que se recomienda ir antes de morir. Y es la ¨²nica de Espa?a que figura en tan singular clasificaci¨®n en una encuesta elaborada con 20.000 personas que ser¨¢ presentada en un programa especial de la BBC que se emitir¨¢ hoy.
Los 50 lugares que hay que ver antes de morir es el elocuente enunciado. Barcelona ocupa el 37? lugar de esa clasificaci¨®n, por detr¨¢s del Gran Ca?¨®n del Colorado, el Taj Majal y Sidney. Y es una de las cuatro ciudades europeas que son nombradas por los encuestados junto con Venecia, Par¨ªs y Roma. Es m¨¢s, la capital catalana est¨¢ por delante de Barbados y de Bora-Bora.
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