Turqu¨ªa y el 'Libro de estilo'
La realidad suele atropellar a la norma, la vuelve confusa y all¨ª donde se crey¨® que la soluci¨®n era clara provoca la duda y la vacilaci¨®n.
El Libro de estilo de este peri¨®dico defin¨ªa islamista como 'estudioso del islam', pero varios lectores, con ocasi¨®n de las elecciones en Marruecos, hicieron notar que islamista equivale a 'integrista musulm¨¢n'.
El 29 de septiembre pasado, en esta misma secci¨®n, se abord¨® el problema y, de acuerdo con opiniones autorizadas y con el uso en la secci¨®n de Internacional, el Defensor lleg¨® a la conclusi¨®n de que era razonable derogar la norma del peri¨®dico y adaptarse a la realidad internacional aceptando el t¨¦rmino islamista para las manifestaciones pol¨ªticas integristas del mundo musulm¨¢n.
Todo parec¨ªa claro hasta que el domingo pasado las elecciones turcas dieron como vencedor al Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP), una formaci¨®n de clara inspiraci¨®n religiosa mulsulmana pero moderado en sus propuestas, al margen de las dudas que haya suscitado su aut¨¦ntica caracterizaci¨®n pol¨ªtica.
El lunes d¨ªa 4 de este mes el peri¨®dico abri¨® su primera p¨¢gina con este titular: 'El partido isl¨¢mico gana por mayor¨ªa absoluta en Turqu¨ªa', pero en la p¨¢gina 2 de la secci¨®n de Internacional se titul¨® 'Mayor¨ªa absoluta del islamismo moderado', y al d¨ªa siguiente, otra vez en primera p¨¢gina, pudo leerse: 'Los islamistas turcos prometen un r¨¦gimen democr¨¢tico y laico'.
Total, que ya estaba el l¨ªo armado. Dos lectores advirtieron por tel¨¦fono que, si hab¨ªamos llegado a la conclusi¨®n de que islamista deb¨ªa reservarse para las formaciones pol¨ªticas integristas o radicales, no parec¨ªa razonable denominar as¨ª a quienes se autotitulan y pasan por ser templados y que la f¨®rmula islamistas moderados encierra una contradicci¨®n. Ser¨ªa tanto como hablar de un partido europeo radical moderado.
As¨ª que nuestro gozo en un pozo, porque estamos de nuevo ante una situaci¨®n complicada.
Si se acepta la definici¨®n de islamista, de acuerdo con el Diccionario de la Real Academia, como 'perteneciente o relativo al integrismo mulsulm¨¢n', coincidente con la del Diccionario del Espa?ol Actual de Manuel Seco 'integrista musulm¨¢n', parece claro que deber¨ªa evitarse en los titulares hablar de partido islamista o de islamistas a secas para referirse al AKP turco.
Pero la compleja realidad de aquel pa¨ªs y del propio partido que ha ganado las elecciones parece autorizar la aparente contradicci¨®n de nombrarlo como partido islamista moderado.
Cabe tambi¨¦n la posibilidad de olvidar por completo lo de islamista y hablar de partido musulm¨¢n, de partido religioso musulm¨¢n, de partido religioso musulm¨¢n moderado, y as¨ª hasta donde permita la combinaci¨®n de estos t¨¦rminos.
Se podr¨ªa adoptar una decisi¨®n radical y hablar s¨®lo de partido isl¨¢mico, pero en la secci¨®n de Internacional han explicado al Defensor que la mixtura de elementos que encierra el partido turco, su realidad hist¨®rica y actual permiten encontrar claros elementos islamistas (integristas) en su composici¨®n. Ello permitir¨ªa justificar la supuesta contradicci¨®n -desde una perspectiva estrictamente europea- de hablar de islamismo moderado.
En pol¨ªtica, el mundo de los matices y de las sutilezas es el pan nuestro de cada d¨ªa, y con toda probabilidad tendremos que rendirnos a convivir con varias de las denominaciones mencionadas, al menos mientras se mantengan las dudas sobre la definici¨®n clara del Partido de la Justicia y el Desarrollo. Su af¨¢n por integrar a Turqu¨ªa en la Uni¨®n Europea y la aplicaci¨®n de sus propuestas electorales ocupar¨¢n la actualidad internacional durante mucho tiempo. Posiblemente el desarrollo de los acontecimientos acompase por s¨ª solo el lenguaje y la realidad que se quiere nombrar.
De momento parece razonable convivir con cierto grado de incertidumbre en el lenguaje.
Ilegales, no
Antonio Fern¨¢ndez Laborda, de la oficina de informaci¨®n de SOS Racisme en Barcelona -la organizaci¨®n catalana de SOS Racismo-, ha escrito al Defensor para advertirle de que el peri¨®dico sigue utilizando expresiones como 'inmigrante ilegal', 'los ilegales' o 'proceso de legalizaci¨®n' para referirse a los inmigrantes que no poseen visado de entrada o permiso de residencia.
El 2 de junio de este a?o, en esta misma columna, se critic¨® el uso de estas expresiones.
SOS Racisme recuerda que ning¨²n ser humano es ilegal, que s¨®lo las conductas pueden serlo, que la utilizaci¨®n del t¨¦rmimo ilegal 'menoscaba la imagen y dignidad de las personas respecto de las cuales se utiliza' y que, por tanto, su uso es discriminatorio, ya que, a?ade en su carta SOS Racisme, 'la mayor parte de la poblaci¨®n asocia ilegal a delincuente y culpable'.
El Defensor est¨¢ totalmente de acuerdo con el reproche y recuerda que adem¨¢s el Libro de estilo del peri¨®dico, en su ¨²ltima edici¨®n, ha incorporado el t¨¦rmino ilegal, del que dice: 'No debe emplearse para hacer referencia a los 'inmigrantes sin permiso de trabajo o de residencia en un pa¨ªs extranjero'. Debe decirse 'inmigrantes indocumentados' o incluso 'en situaci¨®n ilegal'.
Sin duda, en este asunto influye notablemente el lenguaje diario. Hemos dado en hablar de ilegales para referirnos a inmigrante en situaci¨®n irregular y se traslada con toda naturalidad al lenguaje escrito.
Pero los medios de comunicaci¨®n deben hacer un esfuerzo por evitar que se propaguen denominaciones discriminatorias en la medida de sus fuerzas y de su influencia. Si no es posible poner dique al lenguaje incorrecto, habr¨¢ que procurar no convertirse en sus agentes propagadores.
Los lectores pueden escribir al Defensor del Lector por carta o correo electr¨®nico (defensor@elpais.es), o telefonearle al n¨²mero 91 337 78 36.
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