Gibson y Salobre?a
Los art¨ªculos publicados por Ian Gibson y por Julio Rodr¨ªguez han despertado el inter¨¦s de los lectores y las reacciones de estos han abierto un debate recogido en este peque?o espacio de participaci¨®n social que es Cartas al director. No es para menos. El problema de fondo que plantean los articulistas y los lectores es el de la gesti¨®n de los recursos naturales, en este caso de la Vega de Salobre?a. Mas all¨¢ de los espacios protegidos legalmente, tales como parques nacionales y naturales o las costas en su conjunto, pocas veces se considera la dimensi¨®n de recurso natural del medio sobre el que caminamos y vivimos, es decir, la Tierra. La Tierra nos sirve para cultivarla, para construir sobre ella cualquier cosa que nos parezca ¨²til: una carretera, una casa, una f¨¢brica, un parque o un basurero.
Solemos evaluar lo que ganamos, pero no lo que perdemos. Llamamos la atenci¨®n sobre este hecho porque queremos dirigir la mirada a otra vega, la Vega de Granada. Tienen raz¨®n los articulistas cuando resaltan la necesidad de pensar en actividades econ¨®micas sostenibles para la Vega de Salobre?a, y tras ese se?uelo, cuando le¨ªamos el art¨ªculo de don Julio Rodr¨ªguez, ex directivo de La General, nos resultaba inevitable establecer el paralelismo con la Vega de Granada y su proceso de destrucci¨®n. Proceso de destrucci¨®n que nosotros consideramos insostenible por varias razones, entre las que deseamos destacar dos: uno, el deterioro de la calidad de vida que supone la urbanizaci¨®n de la Vega al convertir los pueblos en desestructurados y feos barrios dormitorio fruto de una hiperespeculaci¨®n arropada por una ausencia hiriente de planificaci¨®n municipal; otro, el hecho, ya reconocido oficialmente, de que esta hiperespeculaci¨®n est¨¢ directamente relacionada con la especulaci¨®n financiera y el dinero negro. Nos preguntamos si es sostenible destruir diariamente 200 hect¨¢reas de ricas tierras de Vega para construir casas para 800.000 hipot¨¦ticos nuevos habitantes del ¨¢rea metropolitana. Pero volviendo a Salobre?a, queremos destacar lo acertado de los articulistas y de los lectores al poner sobre la mesa diferentes elementos de reflexi¨®n, no importa si a favor o en contra, sobre un tema tan espinoso pol¨ªticamente como es el de la gesti¨®n de los recursos naturales, que siendo propiedad privada de algunos son patrimonio com¨²n de todos.
Desde la Plataforma Necesitamos la Vega proponemos que los distintos agentes sociales (entre ellos los medios de comunicaci¨®n) incluyan en su agenda la b¨²squeda de soluciones de futuro. Porque necesitamos las vegas, todas la vegas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.