Un sitio entre los m¨¢s grandes

Arantxa S¨¢nchez Vicario entr¨® ya en la lista de los m¨¢s grandes deportistas espa?oles desde su primer gran t¨ªtulo en el torneo de Roland Garros de 1989. Cuando a¨²n no hab¨ªa empezado Miguel Indurain, el n¨²mero uno, su racha de cinco Tours entre 1991 y 1995, ella ya se coron¨® con una de las orlas m¨¢s gloriosas dentro de las modalidades con mayor peso espec¨ªfico.

En una historia espa?ola tan escueta en ¨¦xitos, incluso masculinos, antes del despegue general de los Juegos Ol¨ªmpicos de Barcelona 92, la aportaci¨®n femenina hab¨ªa sido hasta entonces m¨ªnima. S¨®lo los dos triunfos en el Cross de las Naciones de la atleta Carmen Valero hab¨ªan sido las grandes haza?as cercanas, sin olvidar las tres finales perdidas por la gran dama de la raqueta, Lil¨ª ?lvarez, tres veces perdedora de la final de Wimbledon en los a?os 20. Hasta 66 despu¨¦s, en 1994, Conchita Mart¨ªnez, la segunda estrella, no ganar¨ªa el torneo que se le escap¨® a Arantxa en las dos finales siguientes.

Pero incluso en el boom deportivo espa?ol de los 90, en el que al fin la esquiadora Blanca Fern¨¢ndez Ochoa logr¨® un bronce ol¨ªmpico en Albertville 92, y la regatista Theresa Zabell se convirti¨® en la ¨²nica mujer con dos medallas de oro ol¨ªmpicas en la vela de Barcelona 92 y Atlanta 96, Arantxa estuvo siempre en la vanguardia del deporte femenino espa?ol code¨¢ndose con las estrellas masculinas del pasado y del presente.

S¨®lo el recuerdo imborrable de Manuel Santana pareci¨® comparable a una peque?a bomba que no s¨®lo gan¨® en 1994 de nuevo Roland Garros, sino que se permiti¨® llevarse ese mismo a?o el Open de Estados Unidos, algo que ¨²nicamente hab¨ªan podido conseguir Santana, en 1965, y Manuel Orantes, en 1975. Y lleg¨® al n¨²mero uno mundial en 1995. Con su tercera victoria en Par¨ªs, en 1998, super¨® incluso los dos t¨ªtulos de Santana, en 1961 y 1964, y de Sergi Bruguera, en 1993 y 1994. Arantxa ha puesto el list¨®n tan alto, que a¨²n gana por 3-1, y tres finales perdidas, a los dos ¨²nicos ganadores que quedan en activo para aumentar el palmar¨¦s, Carlos Moy¨¤, en 1998, y Albert Costa, en 2002.

La hermana m¨¢s laureada de la familia S¨¢nchez Vicario ha llegado as¨ª a colocarse por sus m¨¦ritos entre los nombres m¨¢s excelsos del deporte espa?ol. Y no s¨®lo por sus ¨¦xitos para la pura estad¨ªstica. Tambi¨¦n por su carisma, por el coraje que dej¨® huellas imborrables. Arantxa, en la plenitud ya del deporte espa?ol, con los medios t¨¦cnicos ya a su disposici¨®n, pareci¨® siempre una pionera en la genialidad individual que siempre ha distinguido a los raciales campeones espa?oles. Ella puso la emoci¨®n de llegar a todas las bolas, incluso las que parec¨ªan imposibles. Al estilo de ?ngel Nieto, que se la jug¨® con su astucia infinita en cada curva para llegar a sus 13 + 1 t¨ªtulos mundiales, o Severiano Ballesteros, que se pele¨® con todos para levantar el golf espa?ol adem¨¢s de ganar los t¨ªtulos m¨¢s grandes. Y estar¨¢ ya siempre en el grupo de cabeza de nombres como Gento, Di St¨¦fano, Blume, Cacho, Ant¨®n, L¨®pez Zubero, Olaz¨¢bal, Gasol, Epi, Carballo, Deferr, Sainz o las ¨²ltimas Joane Somarriba, Marta Dom¨ªnguez y Sheila Herrero.