Idiomas sin garant¨ªas

La crisis de las academias Opening y Brighton, que ha atrapado a m¨¢s de 50.000 estudiantes, ha puesto al descubierto la precariedad e indefensi¨®n en que se encuentran el mill¨®n y medio de alumnos de idiomas en Espa?a. El secular abandono que ha sufrido la ense?anza de lenguas extranjeras en este pa¨ªs, pese a las reiteradas promesas de los sucesivos Gobiernos, ha favorecido el florecimiento de centros de ense?anza no reglada, con un escaso control p¨²blico. La propia organizaci¨®n y estructura de algunos de estos centros, especialmente los multimedia, que han registrado una inusitada proliferaci¨®n de sucursales, evidencian la primac¨ªa, si no exclusivo aspecto lucrativo de la actividad.

Esta caracter¨ªstica se traslada adem¨¢s a los complejos sistemas de financiaci¨®n empleados, como las cesiones de cr¨¦dito y los cr¨¦ditos al consumo, que constituyen un reflejo m¨¢s propio de las actividades financieras que de la organizaci¨®n y financiaci¨®n de actividades docentes. Se trata de una financiaci¨®n similar a la de las conocidas pir¨¢mides, en las que los ¨²ltimos matriculados financian el sistema y en cuanto se produce la primera contracci¨®n del consumo se derrumba el montaje. Los abusos en la financiaci¨®n, localizados en casos muy determinados, est¨¢n da?ando tambi¨¦n a un sector que cuenta con academias y escuelas de reconocido prestigio, cuyas matr¨ªculas superan los 900 millones de euros.

La iniciativa del Ministerio de Sanidad y Consumo de consultar al Banco de Espa?a para averiguar si el sistema de cr¨¦ditos concedidos por las entidades financieras incurr¨ªa en alg¨²n tipo de abusos u otras irregularidades indica el desenfoque del Gobierno en esta materia. El problema no es una mera cuesti¨®n financiera -el total de cr¨¦ditos concedidos es de 30 millones de euros-, sino un grave d¨¦ficit de un sistema educativo sin garant¨ªas. El Gobierno debe establecer los controles necesarios que garanticen la ense?anza de idiomas sin abusos y resolver ahora la situaci¨®n de los afectados. El sobreesfuerzo que representa para muchos ciudadanos el aprendizaje de una lengua extranjera, en parte por los d¨¦ficit y fallos del sistema educativo reglado, exige un sistema transparente y seguro de financiaci¨®n.