Risas con tut¨²

Vuelven a Madrid los chicos del transformismo ballet¨®mano con algunos cambios en el programa y menos gracia. Es dif¨ªcil mantener el tono de ese humor que debe aunar impudor con sofisticaci¨®n.

Maya Plisetskaia, Alicia Alonso, Natalia Dudinskaia, hasta Alicia Markova y Carla Fracci, est¨¢n vivas y son eternas por lo que son: verdaderas divas. Nos podemos re¨ªr de ellas, vale. Pero nunca decir que fueron otra cosa que iconos irrepetibles, los que hoy nos cansamos de imitar, en puntas o sin ellas. Los trocks son una broma, y solamente hay que verlos como eso. Su t¨¦cnica, como tal, es inexistente y el peor ejemplo posible (por eso provocan carcajadas); su caricatura del divismo ballet¨®mano y de los accidentes del escenario acad¨¦mico tienen ingenio, pero tienen ya sus antecedentes y or¨ªgenes en el propio ballet, muchas d¨¦cadas atr¨¢s.

Con los cisnes de Ivanov o las princesas de Petipa, el espect¨¢culo divierte, pero conserva algo de pat¨¦tica imitaci¨®n mitomaniaca. Lo que m¨¢s logrado est¨¢ es ese Lago de los cisnes que ya es su revisitaci¨®n cl¨¢sica por excelencia, porque all¨ª la manipulaci¨®n del baile responde a un aparato m¨¢s elaborado y a una dramaturgia m¨¢s eficiente.