Un soci¨®logo relaciona la explotaci¨®n con la falta de integraci¨®n

'Sin integraci¨®n del inmigrante no hay m¨¢s que explotaci¨®n'. As¨ª de contundente se mostr¨® el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Universidad de la Coru?a, Antonio Izquierdo, quien ayer hizo un balance en M¨¢laga de la inmigraci¨®n durante los ¨²ltimos 25 a?os. Izquierdo apunt¨® que si el inmigrante no establece v¨ªnculos con la sociedad de acogida y ¨¦sta lo considera nada m¨¢s que como mano de obra 's¨®lo hay explotaci¨®n'.

El catedr¨¢tico tambi¨¦n afirm¨® que estas personas trabajan por debajo de su formaci¨®n ya que si en sus pa¨ªses de origen uno de cada cuatro (27%) se desempe?aba como t¨¦cnico o profesional, esa relaci¨®n en el lugar de acogida desciende al 8%. 'Ellos saben que vienen a tirarse por un terrapl¨¦n social, pero vienen con la esperanza de mejorar', aclar¨®. Izquierdo a?adi¨® adem¨¢s que los inmigrantes no compiten tanto por el mercado laboral con los nativos, sino m¨¢s bien entre ellos, ya que buscan los mismos nichos de empleo.

Y dio m¨¢s datos. El 40% llega con la intenci¨®n de quedarse, tienen una tasa de natalidad que dobla la espa?ola y el 90% contrae matrimonio con espa?oles. Seg¨²n Izquierdo, este dato es un indicativo de integraci¨®n y echa por tierra los prejuicios de endogamia ya que queda demostrado que la mayor¨ªa no se casa con personas de su misma nacionalidad. El catedr¨¢tico -que particip¨® en unas jornadas organizadas por la Fundaci¨®n Santamar¨ªa- sostuvo que en los ¨²ltimos cuatro a?os se han incrementado los flujos migratorios de Am¨¦rica Latina y Europa del Este, en detrimento de los marroqu¨ªes que han sido desplazados de la hosteler¨ªa e incluso de sectores en los que estaban consolidados como construcci¨®n y agricultura.