Al Gore profundiza su giro hacia la izquierda ante las elecciones de 2004

Al Gore calienta motores para las presidenciales de 2004. El ex vicepresidente y su esposa, Tipper, han publicado dos libros sobre los problemas de las familias estadounidenses y aprovechan la gira de promoci¨®n para recuperar protagonismo, sin desvelar a¨²n si Gore concurrir¨¢, como se espera, a las primarias dem¨®cratas. En entrevistas concedidas a medios estadounidenses, Al Gore parece profundizar en su giro hacia la izquierda y afirma que el sistema sanitario debe reformarse para alcanzar la cobertura de todos los ciudadanos, una idea que dos a?os atr¨¢s ¨¦l mismo calificaba de 'excesivamente radical'.

En las citadas entrevistas, Al Gore parece profundizar en su giro hacia la izquierda y afirma que el sistema sanitarioebe reformarse para alcanzar la cobertura de todos los ciudadanos, una idea que dos a?os atr¨¢s ¨¦l mismo calificaba de 'excesivamente radical'. Gore tampoco olvida que fue el candidato m¨¢s votado de todos los tiempos y, sin embargo, el sistema electoral y el Tribunal Supremo le hicieron perder frente a George W. Bush. 'Aquello fue devastador', dice.

Al Gore sigue consider¨¢ndose el ganador de las pasadas presidenciales. 'Creo que si se hubieran contado correctamente los votos de todas las personas que en Florida quisieron votar por m¨ª, habr¨ªa ganado', afirma en una entrevista que publicar¨¢ ma?ana domingo The Washington Post. 'Estoy absolutamente disconforme con la decisi¨®n final del Tribunal Supremo', a?ade, 'y con la forma en que los jueces interpretaron y aplicaron la ley. Pero creo en el Estado de derecho y, por tanto, las cosas son como son'.

'Podr¨ªa haber reaccionado de forma distinta', explica Gore al Post, 'y en lugar de admitir la victoria de Bush, lanzar una campa?a de guerrillas para socavar la legitimidad de su mandato y mantener a la gente movilizada a la espera de una revancha. No me faltaron consejos en ese sentido'. El candidato m¨¢s votado opt¨®, sin embargo, por admitir la decisi¨®n del Tribunal Supremo, pese a que sus jueces estaban tan divididos como el pa¨ªs (la decisi¨®n se alcanz¨® por cinco votos contra cuatro), y desaparecer de escena durante muchos meses. 'Me pareci¨® lo mejor para Estados Unidos', indica. En esa decisi¨®n pes¨® su estado de ¨¢nimo: 'Necesitaba tiempo para descansar, aquello fue una decepci¨®n devastadora, no me result¨® nada f¨¢cil superarla emocionalmente'.

Casi dos a?os despu¨¦s, Gore reconoce que hubo fallos en su campa?a, que deb¨ªa haber mostrado menos suficiencia en los debates frente a un candidato tan poco preparado como Bush, que deb¨ªa 'haber comunicado mejor', y que su fracaso electoral condujo a una tremenda pelea con Bill Clinton. Las relaciones entre el ex presidente y el vicepresidente parecen haber mejorado un poco: 'Ahora somos antiguos compa?eros de armas', afirma.

Al Gore ten¨ªa previsto reaparecer despu¨¦s del verano de 2001, para criticar la gesti¨®n econ¨®mica de George W. Bush: 'En mi opini¨®n, los planes econ¨®micos de la Administraci¨®n republicana eran catastr¨®ficos e iban a crear problemas muy graves'. Pero entonces sucedieron los atentados del 11-S, y Gore suspendi¨® sus planes. 'Perd¨ª las ganas de criticar a Bush, porque me pareci¨® que estaba haciendo un trabajo espl¨¦ndido despu¨¦s del 11 de septiembre', explica