"Somos dem¨®cratas sin renunciar a nuestra procedencia religiosa"

Abdullah G¨¹l, de 52 a?os, est¨¢ considerado uno de los pol¨ªticos m¨¢s moderados del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y brazo derecho del l¨ªder del partido, Recep Tayyip Erdogan. Economista de formaci¨®n, entr¨® en el Parlamento en 1991 y ha sido reelegido desde entonces.Despu¨¦s de la victoria electoral del AKP y unos d¨ªas antes de su nombramiento como primer ministro, G¨¹l concedi¨® la siguiente entrevista.

Pregunta. ?Se convertir¨¢ usted en el pr¨®ximo primer ministro?

Respuesta. Eso es algo que todav¨ªa no s¨¦. Como es natural, primero intentamos que logre imponerse Erdogan. S¨®lo en caso de no conseguirlo podr¨ªamos empezar a hablar de otros candidatos.

P. En Occidente los movimientos isl¨¢micos se contemplan con gran escepticismo. ?Qu¨¦ le parece esta actitud de reserva?

R. No deber¨ªamos caer en el error de analizar los ataques del 11 de septiembre de 2001 como si fueran actos de naturaleza religiosa. Se trata de una acci¨®n destinada a sembrar el terror, y las sociedades musulmanas no son las ¨²nicas que generan marginalidad terrorista. Piense en los atentados con bombas de Oklahoma City. A diferencia de las organizaciones que nos han precedido, el AKP ha tomado la decisi¨®n de separar religi¨®n y pol¨ªtica de una vez para siempre.

P. ?C¨®mo se definen entonces, como dem¨®cratas del islam?

R. Nosotros nos calificamos de dem¨®cratas conservadores. Esta denominaci¨®n abarca toda nuestra tradici¨®n, nuestra historia, nuestra cultura y tambi¨¦n nuestra procedencia religiosa.

P. Muchos miembros influyentes del AKP tienen un pasado radical.

R. No puedo negar la existencia de esas ra¨ªces. Pero, cr¨¦ame, el AKP es otra cosa. La religi¨®n es importante para nuestros electores; ahora bien, considerada desde una perspectiva individual. En Turqu¨ªa no hay mucha gente que desee la implantaci¨®n de un Estado regido por la sharia [ley isl¨¢mica].

P. El ingreso en la UE es su objetivo fundamental en pol¨ªtica exterior. Pero los m¨¢s de 65 millones de turcos pueden dislocar el equilibrio econ¨®mico en Europa, y tambi¨¦n el cultural y social.

R. Si Europa desea convertirse en una verdadera potencia l¨ªder de alcance global, debe ampliar su horizonte, y Turqu¨ªa no supone una carga, sino una ventaja para Europa. La Uni¨®n no deber¨ªa dejarnos sentados en la sala de espera.

P. ?Se sumar¨¢ el nuevo Gobierno turco a la amenaza de guerra norteamericana contra su vecino Irak?

R. Queremos evitar que vuelva a ocurrir lo que pas¨® en la guerra del Golfo, porque entonces acabamos soportando la carga m¨¢s pesada del conflicto. Por otro lado, est¨¢ demostrado que el Gobierno iraqu¨ª emple¨® en el pasado armas de destrucci¨®n masiva, y estas armas nos amenazan de manera directa. Lo que queremos es una pol¨ªtica respecto a Bagdad en la que todos los pasos que se den est¨¦n legitimados por la ONU.