Cad¨¢veres con m¨¢quina
- Resumen de lo publicado. Un joven estudia medicina. Cuando empieza la guerra se apunta a la aviaci¨®n en plan milicias universitarias. Se hace observador de un Junkers-52. Acaba la guerra. Sigue un curso de pilotos de caza. Pilota un caza. En el a?o 1940, acaba las milicias. Yupi. Para despedirse del asunto, realiza una exhibici¨®n a¨¦rea en El Prat, que segu¨ªan desde tierra su padre y su novia. Se estrella en ¨¦l. En un terreno entonces pantanoso. El avi¨®n se incrust¨® en el pantano. S¨®lo sobresal¨ªa la cola. Durante ocho d¨ªas intentaron sacar al piloto y al aparato. Cavaron la tira. Cuanto m¨¢s cavaban, m¨¢s se hund¨ªa el compendio. Al final, s¨®lo se consiguieron rescatar cuatro dedos del piloto y nada de la m¨¢quina. El padre del piloto edific¨® un monolito sobre los restos del avi¨®n y el hijo sumergidos. Hoy, 62 a?os despu¨¦s, el sobrino del piloto, un oficial del Ej¨¦rcito del Aire, unos operarios y chorrocientos periodistas presencian como una pala excavadora empieza a extraer el aparato y el piloto. Somos mucha gente. Parecemos jubilados mirando una obra. Supongo que somos tantos y tenemos la mirada tan jubilada porque los cad¨¢veres impresionan -te encuentras en un armario un traje de alguien que ya no existe e impresiona; imag¨ªnate un cad¨¢ver-, pero fascinan m¨¢s a¨²n los cad¨¢veres con m¨¢quina. En los Alpes se encontr¨® hace unos a?os un se?or congelado y con todas sus m¨¢quinas encima. M¨¢quinas para hacer fuego, para quitarse el fr¨ªo, para tirar flechas. La expectativa creada aqu¨ª, frente a esta pala excavadora, es una regi¨®n de esa misma fascinaci¨®n. Las m¨¢quinas con cad¨¢ver son, por tanto, mensajes rar¨ªsimos.
Realizaba acrobacias en El Prat, que segu¨ªan su padre y su novia, y se estrell¨® en un terreno pantanoso
- La m¨¢quina es decir, la muerte. El arco y las flechas del se?or que est¨¢ aqu¨ª sepultado es un Messerschmitt, un avi¨®n dise?ado en Alemania cuando el Tratado de Versalles imped¨ªa fabricar cometas, y experimentado en Espa?a durante el Francis Franco Spanish Tour 1936-1939. Era el aparato que ten¨ªa que frenar la supremac¨ªa a¨¦rea del Mosca sovi¨¦tico. Y vaya si lo fren¨®. En 1937 llegan a Espa?a los primeros 14 aparatos. Se encuadran en la Legi¨®n C¨®ndor. Se les practica la ITV b¨¦lica. Meses despu¨¦s ya hay dos escuadrillas de messers, pilotadas enteramente por alemanes. Tres en 1938. Una de ellas, con pilotos nativos. Creo que a¨²n hay uno vivo. En Madrid. Hay muy pocos pilotos espa?oles vivos porque en sus tiempos hab¨ªa muy pocos pilotos espa?oles vivos. Es decir, que la mayor¨ªa de pilotos de combate de ese bando eran alemanes e italianos. Hasta 1939 Alemania env¨ªa 109 aparatos. De hecho, hacia el final de la guerra, cuando el frente republicano era una bicoca, es cuando m¨¢s se vieron. Y m¨¢s de cerca. Me dicen algunos mayores que era el avi¨®n que ametrallaba en vuelo rasante a las columnas de refugiados que intentaban llegar a Francia por piernas. A poder ser, dos. Cuando los alemanes se van con la m¨²sica a otra parte -a Polonia, en concreto-, dejan 41 aparatos. En 1942 Espa?a compra al Reich una licencia y lo empieza a fabricar como polos. Modificado en motor y dise?o, los messers, o algo parecido, est¨¢n en activo hasta el a?o 1965. Llegaron a atacar, junto con Gila, al eje del mal del momento, cuando lo de Sidi-Ifni.
- El hombre. Es decir, la vida. La pala sigue excavando. De vez en cuando aparece alguna pieza met¨¢lica. Hecha pur¨¦. La parte m¨¢s recia del aparato era el motor, de m¨¢s de dos metros de largo. Cuando un messers se estrellaba, generalmente el motor aplastaba al piloto consiguiendo por fin la simbiosis de hombre y m¨¢quina de la que hablaba Marinetti, posiblemente sin imaginar esa animalada. El militar no tiene muy claro encontrar nada importante. "El motor, el tren de aterrizaje", en cuanto a la m¨¢quina. "Quiz¨¢ el cr¨¢neo", en cuanto al cad¨¢ver. Ha visto muchos cad¨¢veres en ese tipo de m¨¢quinas. Y m¨¢s recientes. "Es mejor no volver a pensar en ello despu¨¦s de verlo". Explica que un accidente a¨¦reo es como el accidente de una mosca. No se puede recomponer una mosca despu¨¦s de accidentarla con un diario. Entre el p¨²blico hay un testigo presencial del accidente, y un testigo casi presencial. El presencial era un joven que vio un messers haciendo acrobacias, y c¨®mo se estrell¨®. Razona que lo que sucedi¨® es que el piloto se licenciaba ese d¨ªa, que estaba su novia, que quiso lucirse. Y ?aca. El casi presencial es un militar que trabajaba en el aeropuerto. Descarta la teor¨ªa de la novia. El piloto no volaba solo, volaba con la escuadrilla. Estaba haciendo unos ejercicios acrob¨¢ticos y d¨¢ndole al callo. Es m¨¢s, recuerda que un compa?ero del piloto, cuando aterriz¨®, estaba hecho pasta de moniato, y decidi¨® ah¨ª mismo dejar el ej¨¦rcito. Es decir, no dejar a su novia. Lo que a su vez es otra teor¨ªa de la novia. De las dos versiones se desprende que la novia -es decir, lo contrario a un messers- es algo importante -incluso si vas en un messers-. Si aparecen y se consiguen separar, los restos del cad¨¢ver ir¨¢n a un cementerio, y los restos de la m¨¢quina a un museo del ej¨¦rcito.
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