El final de un desatino
En septiembre de 2001, en el transcurso del debate de pol¨ªtica general que marca el inicio del curso pol¨ªtico, el entonces presidente Zaplana anunciaba la privatizaci¨®n de la gesti¨®n de los centros de salud en la comarca de la Ribera aplicando el mismo modelo que para la Asistencia Especializada. Este anuncio no nos sorprend¨ªa. Las intenciones de la aseguradora privada que protagonizaba la gesti¨®n del Hospital de La Ribera desde 1999 -esa experiencia piloto e "innovadora", estrella del Gobierno del PP presentada a bombo y platillo como un logro y un hito hist¨®ricos- eran claras desde el inicio de la experiencia. Se hab¨ªa empezado con la gesti¨®n privada del hospital, pero hab¨ªa que ir m¨¢s all¨¢.
La apuesta pol¨ªtica m¨¢s relevante de Eduardo Zaplana en la sanidad es un rotundo fracaso
El consejero delegado de Adeslas afirmaba, en unas declaraciones recogidas por el Diario M¨¦dico en mayo de 1999, que prefer¨ªa prestar toda la atenci¨®n sanitaria y no s¨®lo la especializada y sosten¨ªa que la rentabilidad del proyecto depend¨ªa en buena medida de las relaciones que el Hospital de la Ribera estableciera con la atenci¨®n primaria. En aquellas fechas la misma aseguradora calificaba la concesi¨®n administrativa para la gesti¨®n de la atenci¨®n especializada de la comarca de la Ribera como "m¨¢s que un negocio, Alzira es una oportunidad hist¨®rica", y argumentaba que "el mercado de las aseguradoras ha alcanzado su techo". Por eso hab¨ªa que aprovechar las v¨ªas abiertas por este modelo, que en un futuro se podr¨ªa extender o a otras ¨¢reas sanitarias. La sanidad privada llevaba a?os demandando "oportunidades de colaboraci¨®n con la p¨²blica en un marco estable", a?ad¨ªa. El modelo Alzira era s¨®lo una pieza m¨¢s en la flexibilizaci¨®n de la provisi¨®n sanitaria. Las intenciones y objetivos de la aseguradora privada no se prestaban a equ¨ªvocos.
A pesar de que el PP present¨® la iniciativa como una simple "innovaci¨®n" de gesti¨®n, su significaci¨®n era de gran calado. Se trataba de sustituir la oferta y el servicio p¨²blicos por un monopolio privado localizado, privatizando un segmento de la sanidad p¨²blica. Pero en condiciones tales que se garantizaba a toda costa la rentabilidad para la empresa. Por tanto, no se trataba de flexibilizar o introducir l¨®gicas de mercado, sino de monopolio. Pero de monopolio privado. El riesgo evidente, reiteradamente denunciado, era que as¨ª se atentaba contra la l¨®gica interna de la provisi¨®n de un servicio p¨²blico tan vital como la atenci¨®n sanitaria.
El especial trato de favor que ha recibido el Hospital de la Ribera se ha puesto de manifiesto en m¨²ltiples ocasiones. Por ejemplo, despu¨¦s de que el primer a?o de funcionamiento se cerrara con p¨¦rdidas econ¨®micas para la empresa, se inici¨® una actividad desenfrenada en el hospital ofreciendo servicios a pacientes de fuera de la comarca, por los que facturaba a la Consejer¨ªa de Sanidad el coste de cada atenci¨®n. Ese mismo a?o se constataba que Sanidad desviaba, desde las comarcas de la Safor, la Costera incluso de la ciudad de Valencia, numerosos partos al Hospital de la Ribera donde se ofertaba la analgesia epidural a todas las parturientas, lo que no ocurr¨ªa en los hospitales p¨²blicos de Gandia, X¨¤tiva o Valencia. As¨ª, el a?o 2000 el Hospital de la Ribera increment¨®, respecto del a?o anterior, el n¨²mero de partos atendidos un 37%, cuando en el conjunto de hospitales p¨²blicos valencianos el incremento fue un 0,7%. Las razones de tanto desv¨ªo estaban bastante claras: si la paciente hab¨ªa requerido ces¨¢rea y surg¨ªan complicaciones el hospital facturaba a la consejer¨ªa 2.566 euros, si se trataba de un parto simple la factura era de 1.202 euros. Al hospital le interesaba sobremanera atender pacientes de fuera de la comarca para cuadrar sus balances. Tengamos en cuenta que seg¨²n convenio el hospital cobra 204 euros por persona/a?o por la cobertura sanitaria de la poblaci¨®n que le ha sido asignada.
Un rasgo llamativo de la gesti¨®n del Hospital de la Ribera, especialmente a la vista del uso propagand¨ªstico que ha hecho el PP, es la opacidad de las cuentas. S¨®lo se conoce la cantidad aportada por la consejer¨ªa a la concesionaria en 1999. Nada se sabe de las sumas correspondientes a 2000 y 2001. El documento Estado de dimensiones, instalaciones, caracter¨ªsticas y volumen de la inversi¨®n total realizada no ha sido facilitado, a pesar de su solicitud por v¨ªa parlamentaria. La Sindicatura de Cuentas se?alaba cr¨ªticamente esta ausencia en su ¨²ltimo inforrme. Y eso que dicho documento ser¨ªa clave para evaluar el coste de la experiencia y fijar con garant¨ªa el precio del rescate en caso de extinci¨®n del contrato.
Transcurridos cuatro a?os desde la puesta en marcha del Hospital de la Ribera, la apuesta pol¨ªtica m¨¢s relevante de Eduardo Zaplana y el PP en el campo de la sanidad es un rotundo fracaso. La empresa reconoce p¨¦rdidas en la cuenta de resultados de 1999, 2000 y 2001 (seg¨²n Cinco D¨ªas del 13 de noviembre 2002). Si se trataba de una experiencia piloto, y de hecho se ha decidido extenderla a Torrevieja, algo no est¨¢ funcionando.
?Cu¨¢l es la situaci¨®n actual? Nos encontramos ante la rescisi¨®n del contrato y la convocatoria de un nuevo concurso de gesti¨®n de la atenci¨®n sanitaria en la Ribera, que incorporar¨¢ la primaria y que establecer¨¢ -se supone- condiciones mucho m¨¢s ventajosas para la empresa. Esta modalidad de extinci¨®n del contrato obliga a la Consejer¨ªa de Sanidad a rescatar el hospital y abonar a la concesionaria el importe de la inversi¨®n realizada. En el proyecto de presupuestos de Sanidad del a?o 2003 se destina a esta operaci¨®n nada menos que 43,9 millones de euros (7.300 millones de pesetas), lo que supone un 40% del total de inversi¨®n prevista en hospitales y centros de especialidades y un 25% del total de la inversi¨®n en Sanidad.
Es decir, que a pesar de todos los esfuerzos desplegados para rentabilizar la experiencia piloto, a pesar de los tratos de favor, ha sido un fiasco. Y ahora hay que acometer una enorme inyecci¨®n de capital para sanear cuentas, establecer un trato todav¨ªa m¨¢s de favor y descapitalizar de paso la sanidad p¨²blica. La ampliaci¨®n de los hospitales de D¨¦nia y Elda y la construcci¨®n del centro de especialidades de Elx, lamentablemente, se han quedado en la cuneta. Bastante cara nos est¨¢ saliendo esta experiencia que se intent¨® vender como buena, bonita y barata en la mejor l¨ªnea de desparpajo zaplanesco...
Sin duda la p¨®lvora se ha mojado. Porque, ?qu¨¦ queda de las bonitas ofertas de habitaciones individuales y tiempos de espera reducidos? Las listas de espera se acumulan y para algunas especialidades superan los seis meses (oftalmolog¨ªa, cardiolog¨ªa, traumatolog¨ªa). Pero las demoras prolongadas las sufren los pacientes de la comarca y no los que acuden de fuera de la Ribera, por los que se puede facturar ventajosamente. El hospital est¨¢ colapsado. Los profesionales agotados por la presi¨®n a que se ven sometidos. La mayor¨ªa de habitaciones han dejado de ser de uso individual y en muchas se ha retirado la cama de acompa?ante definitivamente.
En reiteradas ocasiones hemos denunciado una actuaci¨®n que constituye un aut¨¦ntico caballo de Troya que mina y socava el sistema p¨²blico de sanidad valenciano. Ahora se puede constatar el rotundo fracaso de una experiencia en la que han predominado las necesidades de una empresa concreta y no las necesidades de los ciudadanos valencianos. Lo que se dec¨ªa iba a salir barato, est¨¢ empezado a salir muy caro, porque asistimos a una cascada de nuevas concesiones e inyecciones de capital, y porque de los hospitales se quiere pasar a los centros de salud. Se pretende desbaratar todo un sistema. ?En funci¨®n de qu¨¦ intereses? ?Por qu¨¦ tanta sumisi¨®n? Hora es ya de que el coste pol¨ªtico recaiga en quienes irresponsablemente han atentado contra uno de los bienes m¨¢s preciados de los valencianos, un sistema p¨²blico que vela por su salud al margen de intereses mercantilistas
. Mar¨ªa Jos¨¦ Mendoza es m¨¦dico y portavoz de sanidad del Grupo Socialista en las Cortes Valencianas. Jos¨¦ Mayans es m¨¦dico y responsable del grupo de salud del PSPV-PSOE
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