La piedra entre ortigas
Ya Cernuda solo es "memoria de una piedra sepultada entre ortigas"; no s¨®lo su vida, sino su poes¨ªa, que habita el olvido, desde?ada por las de otros sonoras, brillantes, bell¨ªsimos, de su propia generaci¨®n. El centenario ayuda a apartar las ortigas y a levantar la piedra. Dicha magistralmente por dos actores, Jos¨¦ Luis G¨®mez y el joven Israel Elejalde -que no desmerece nada junto al maestro-, viene con nostalgia, emoci¨®n, sentimiento. Recuerdo que Umbral dec¨ªa que los versos de Cernuda le parec¨ªan "traducidos del ingles": nada menos cierto. Su primera palabra fue espa?ola, como lo ser¨ªa la ¨²ltima, dec¨ªa uno de esos poemas del que fue arrojado al exilio por la guerra civil. La sonoridad es interna: la pena, la angustia, la nostalgia, corren por dentro del verso del sevillano. Es cierto que los dos actores la dicen m¨¢s hacia la prosa que hacia el verso, y estoy de acuerdo con ello; no es un recital, no es una cuesti¨®n de sonoridad, ni de voz herc¨²lea -si se puede decir-, sino de intimidad y de hondura. Un cante jondo, que no es el de Manuel Machado. Es, simplemente, el de Cernuda. Y eso encontraba yo en este estreno importante.
Memoria de un olvido. Cernuda (1902-1963)
Poemas de Luis Cernuda, dramaturgia de Carlos Aladro y Azucena L¨®pez Cobo. Int¨¦rpretes: Jos¨¦ Luis G¨®mez, Israel Elejalde. Idea y direcci¨®n: Jos¨¦ Luis G¨®mez. Teatro de la Abad¨ªa.
La teatralizaci¨®n la "dramaturgia" por decirlo con voz de ahora que ha hecho el tr¨¢nsito de un significado a otro del vocablo -"dramaturgo" era autor del texto; la dramaturgia ha venido a ser la teatralizaci¨®n, la creaci¨®n de efectos visuales- consiste en desdoblar el personaje, lo cual quiz¨¢ obedezca a una idea sobre dos Cernudas que conviv¨ªan, el p¨²blico y el secreto, el p¨²blico y reconocido en su tiempo, y el secreto por perseguido, el homosexual y el republicano, el espa?ol y el londinense. En todo caso, esos dos supuestos seres son uno solo, el poeta dolorido, nost¨¢lgico, apenado, muchas veces autobiogr¨¢fico, otras familiar, y en todas herido.
El centenario de su nacimiento le est¨¢ emitiendo hacia estas generaciones: el gran libro de la Residencia de Estudiantes, la Exposici¨®n en Sevilla. Y sobre todo sus poemas bellos y profundos. Acogidos por emoci¨®n resuelta en ovaciones a los actores, como representantes del escritor hecho piedra.
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