Un ex coronel golpista es el favorito en las elecciones de Ecuador
Lucio Guti¨¦rrez disputa la presidencia a un multimillonario populista
El ex coronel Lucio Guti¨¦rrez, uno de los l¨ªderes de la revuelta c¨ªvico-militar que derroc¨® en enero de 2000 al presidente Jamil Mahuad, y el empresario bananero ?lvaro Noboa, primera fortuna del pa¨ªs, aspiran a convertirse en el pr¨®ximo presidente de Ecuador en las elecciones que se celebran ma?ana. Si las encuestas no enga?an, el ganador ser¨¢ el ex militar, a quien todas las estimaciones dan una ventaja que oscila entre 20 y 30 puntos.
El 62% del electorado no vot¨® por ninguno de los dos candidatos en la primera vuelta del pasado 20 de octubre, en la que fueron barridos los partidos tradicionales. La fragmentaci¨®n de fuerzas y el descr¨¦dito de los pol¨ªticos facilit¨® el ascenso de dos candidatos sorpresa.
Ecuador est¨¢ a punto de estrenar escenario pol¨ªtico nuevo, repleto de incertidumbres, con un liderazgo al margen de los partidos de toda la vida. "No sabemos en manos de qui¨¦nes hemos ca¨ªdo", dice Felipe Burbano, coordinador de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). Hasta la primera vuelta, los analistas y el sistema establecido ecuatorianos no hab¨ªan prestado atenci¨®n a ninguno de los dos candidatos. "Simplemente los descalific¨¢bamos de entrada", apunta el soci¨®logo.
La campa?a electoral no ha servido para despejar las numerosas dudas sobre el programa de los dos contendientes, m¨¢s pendientes de descalificar al adversario que a presentar propuestas. El debate entre Guti¨¦rrez y Noboa se suspendi¨® en el ¨²ltimo momento, por falta de acuerdo sobre el moderador, los entrevistadores y el escenario. Uno quer¨ªa Quito y el otro Guayaquil. Uno y otro se endosaron las culpas y dieron excusas diversas, a cual m¨¢s peregrina, para no enfrentarse en un ansiado cara a cara.
Guti¨¦rrez, juzgado por insubordinaci¨®n, seis meses preso tras el derrocamiento del presidente Mahuad, posteriormente amnistiado y dado de baja del Ej¨¦rcito, cuenta con el apoyo del movimiento indigenista, de las Fuerzas Armadas, de coronel hacia abajo, y de la izquierda marxista-leninista agrupada en el Movimiento Popular Democr¨¢tico. Con un discurso que inquiet¨® a los mercados y a las ¨¦lites olig¨¢rquicas, Guti¨¦rrez mantuvo cohesionada la coalici¨®n de su Partido Sociedad Patri¨®tica y el Pachakutik, brazo pol¨ªtico de los indigenistas, que con 13 esca?os ser¨¢ el cuarto grupo del Congreso.
Pero esto fue hasta la primera vuelta de las elecciones. Con el triunfo en el bolsillo, el ex militar dio un giro radical, para contrarrestar las acusaciones de chavista y comunista y tranquilizar a los inversores. Se reuni¨® con la c¨²pula de los empresarios, banqueros, la Iglesia y el Ej¨¦rcito; viaj¨® a Estados Unidos, donde fue bien recibido en el Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el Departamento de Estado, mostr¨® una desconocida disposici¨®n a hablar con todos los sectores y empez¨® a reemplazar la indumentaria militar por el traje y corbata.
La nueva imagen moderada de Guti¨¦rrez no ha gustado a los sectores m¨¢s combativos de su coalici¨®n. Los indigenistas de Pachakutik le han recordado que la victoria del 20 de octubre no le pertenece en exclusiva. "Sinti¨® el peso del poder apenas gan¨®", dice Burbano. Por ahora no ha identificado a sus aliados en el Congreso, donde no tiene mayor¨ªa, ni ha presentado proyecto alguno.
Su adversario, ?lvaro Noboa, no ha sido m¨¢s expl¨ªcito a la hora de presentar un programa, aunque s¨ª es capaz de prometer el oro y el moro y de fabular c¨®mo ser¨¢n las casas que piensa entregar a cada uno de sus compatriotas si lo eligen presidente. Es el candidato antipol¨ªtica y antipartidos, un fen¨®meno nuevo en Ecuador, pero no en Am¨¦rica Latina, con experiencias de este tipo como en Per¨² con Alberto Fujimori y Venezuela, con Hugo Ch¨¢vez.
Los m¨¢s poderosos de su Guayaquil natal lo desprecian. Se asom¨® a la pol¨ªtica en el Gobierno del presidente Abdal¨¢ Bucaram, destituido por incapacidad mental para gobernar, y quiere volver a ella m¨¢s como revancha contra los que no le admiten en el cuadro de honor de la oligarqu¨ªa guayaquile?a. En su campa?a ha explotado el sentido mesi¨¢nico de las culturas cat¨®licas. Dios le premi¨® con una inmensa fortuna, dice en su propaganda electoral, y por eso tiene que recompensarlo trabajando para los pobres.
Una cadena de desastres
Los desastres naturales y de la mano del hombre han acompa?ado una campa?a electoral que no ha conseguido atraer el inter¨¦s de la poblaci¨®n. Poco despu¨¦s de la primera vuelta, el volc¨¢n Reventador despert¨® de su letargo y vomit¨® r¨ªos de lava. Una lluvia de ceniza cay¨® sobre Quito, que qued¨® al borde de la par¨¢lisis.Una segunda explosi¨®n sacudi¨® esta semana la ciudad de Riobamba, pero esta vez el rugido no provino del cercano volc¨¢n Chimborazo, sino del polvor¨ªn de la Brigada Gal¨¢pagos, que alberga el mayor arsenal de guerra del Ej¨¦rcito. Riobamba ha quedado devastada. Hay de momento siete muertos, 535 heridos y numerosos desaparecidos. Primeras informaciones indican incumplimiento de normas de seguridad, lo que provoc¨® la explosi¨®n de un proyectil. El incendio posterior caus¨® explosiones en cadena y el desastre en la ciudad fundada por los conquistadores espa?oles.
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