Mario Bunge reclama nuevas cosmovisiones para modelar el futuro
El pensador argentino publica un nuevo libro, 'Crisis y reconstrucci¨®n de la filosof¨ªa'
Nacido en Buenos Aires el 21 de agosto de 1919, Mario Bunge reside desde 1966 en Montreal, Canad¨¢. Se doctor¨® en Ciencias Fisicomatem¨¢ticas en 1952 y, desde entonces, su trayectoria es tan rica en premios, doctorados honoris causa y publicaciones, que no es f¨¢cil sintetizarla. En 1982, recibi¨® el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de Comunicaci¨®n y Humanidades, y hace poco acaba de publicar un nuevo libro: Crisis y reconstrucci¨®n de la filosof¨ªa (Gedisa).
?Por qu¨¦ est¨¢ la filosof¨ªa en crisis? "Porque dedica mucho tiempo a cuestiones sin importancia o incluso sin sentido y en cambio descuida muchos problemas importantes. Por ejemplo, se escribe mucho sobre los mundos posibles, pero no se estudia el ¨²nico mundo que existe realmente", contesta Mario Bunge por correo electr¨®nico a un breve cuestionario centrado en las cuestiones que atraviesan su ¨²ltimo libro. Bunge a?ade a las pocas l¨ªneas: "Tambi¨¦n se ha gastado mucha tinta discurriendo sobre el viejo problema de por qu¨¦ existe algo antes que nada. Este problema no es cient¨ªfico ni filos¨®fico, sino teol¨®gico, ya que s¨®lo tiene sentido en relaci¨®n con un ser supremo que delibera sobre si va a crear el mundo. Los cient¨ªficos y los fil¨®sofos de orientaci¨®n cient¨ªfica dan por sentada la existencia del cosmos".
La riqueza de sus referencias, la solidez de sus argumentos y la contundencia con que los defiende revelan la sabidur¨ªa y el rigor que han caracterizado el trabajo de este pensador en los ¨²ltimos a?os. Mario Bunge conserva intacta su pasi¨®n por la filosof¨ªa, y por eso se revuelve contra los s¨ªntomas de su decadencia, que resume de esta manera: "Se la atribuyo a una conjunci¨®n de circunstancias: profesionalizaci¨®n excesiva, confusi¨®n entre la filosof¨ªa y su historia, tolerancia de la oscuridad, obsesi¨®n por el lenguaje a expensas de las ideas, predominio del idealismo filos¨®fico, atenci¨®n exagerada a juegos acad¨¦micos, y el formalismo". Un poco m¨¢s adelante, se acerca a asuntos m¨¢s prosaicos: "Cuando se es fil¨®sofo se filosofa en cualquier momento y circunstancia, mientras que cuando se es solamente catedr¨¢tico de filosof¨ªa se piensa s¨®lo en funci¨®n de la ense?anza".
"Hoy d¨ªa casi todos los fil¨®sofos se han especializado excesivamente", comenta Bunge a prop¨®sito de un panorama en el que se ha perdido, con frecuencia, el af¨¢n de ofrecer visiones de conjunto. "El uno hace l¨®gica, su vecino metaf¨ªsica, el de m¨¢s all¨¢ epistemolog¨ªa, y as¨ª sucesivamente. Pero pocos son los que adquieren o elaboran visiones de conjunto, ya del mundo, ya del conocimiento, ya de la acci¨®n. O sea, se ha perdido de vista el ideal de la filosof¨ªa como sistema".
"Una pila de datos, por alta que sea, no reemplaza a un sistema de ideas, tal como una teor¨ªa. Internet democratiza tanto la superstici¨®n como el conocimiento cient¨ªfico. Los difunde pero no los crea", comenta Mario Bunge a prop¨®sito de las nuevas tecnolog¨ªas. Y a?ade: "Ninguna m¨¢quina, por potente que sea, puede reemplazar al cerebro original, capaz de plantear problemas nuevos, hip¨®tesis interesantes, o reglas eficaces".
?Sin embargo, hoy la informaci¨®n tiene un papel protagonista? "En mi libro critico tambi¨¦n la utop¨ªa de la cibersociedad, seg¨²n la cual s¨®lo importa la informaci¨®n. ?sta es una fantas¨ªa. Uno no labra la tierra ni se ducha ni desayuna ni hace el amor con la computadora. La subsistencia y la convivencia requieren actividad manual y contactos cara a cara adem¨¢s de contactos pantalla a pantalla. Tampoco basta el conocimiento: hacen falta los sentimientos, en particular los sentimientos morales, sin los que todos ser¨ªamos bandoleros, terroristas o mafiosos".
?Qu¨¦ defiende, entonces? "Se necesita una filosof¨ªa ¨²til para convivir, mejorar la sociedad, y buscar conocimiento. Esta filosof¨ªa debiera de ser actual antes que anacr¨®nica. Creo que la filosof¨ªa debiera interactuar vigorosamente con la ciencia y con la t¨¦cnica. Hay que forjar cosmovisiones, como en los viejos tiempos. Pero hay que construirlas con materiales nuevos, y ponerlas al d¨ªa si se quiere contribuir a modelar el futuro".
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