S¨¦ legal... copia LinEx

D¨ªas atr¨¢s, el Washington Post se?alaba en portada de su edici¨®n dominical, que el gobierno de la Junta de Extremadura "est¨¢ teniendo ¨¦xito donde multibillonarias corporaciones multinacionales han fracasado". La raz¨®n estaba en el propio art¨ªculo: "Para muchos, el proyecto de Extremadura representa el m¨¢s serio ataque a Microsoft de los gobiernos de todo el mundo".

Incluso desde planteamientos exclusivamente economicistas, se puede comprobar que no es una exageraci¨®n. Al acometer el proyecto de dotar los centros educativos extreme?os con un ordenador por cada dos alumnos, nos enfrent¨¢bamos a la obligaci¨®n de tener que destinar unos 18 millones de euros a licencias de software propietario.

Con una inversi¨®n inferior a 180.000 euros hemos conseguido un software legal, gratuito, sin virus, de una gran solidez tecnol¨®gica y de f¨¢cil uso

La soluci¨®n a ese problema es LinEx, sistema operativo GNU/Linux de Software Libre de la Junta de Extremadura. Con una inversi¨®n inferior a 180.000 euros hemos conseguido disponer de un software legal, gratuito, libre de virus, de una gran solidez tecnol¨®gica y de f¨¢cil uso, que lo estamos instalando en todo el sistema educativo. Adem¨¢s se han distribuido m¨¢s de 225.000 copias de LinEx, a todo el mundo, 125.000 CD y m¨¢s de 100.000 copias descargadas por Internet.

No hay trampa. Hac¨ªa varios a?os que ven¨ªamos utilizando sistemas GNU/Linux y conoc¨ªamos la solidez tecnol¨®gica de esta alternativa. Lo que faltaba por hacer era poner al alcance de todo el mundo una herramienta tecnol¨®gica, conocida y usada por unos pocos especialistas. Eso es LinEx: una distribuci¨®n de software libre pensada y desarrollada para que pueda ser utilizada por todos, sin tener grandes conocimientos de inform¨¢tica. En Extremadura estamos utilizando LinEx y lo ofrecemos al mundo para que se use, se mejore y se difunda.

Resulta sorprendente y preocupante que en Europa y Espa?a (cuando m¨¢s lo necesitar¨ªamos) no alcancemos los niveles de inversi¨®n en I+D de Estados Unidos y, sin embargo, no duelan prendas en transferir miles de millones de euros a una empresa americana, que vende algo que podemos obtener casi de manera gratuita, de mejor calidad, hecho y mejorado por nosotros mismos.

Nunca cre¨ªmos que las bondades de un mercado falsamente liberalizado llevar¨ªan a una Sociedad de la Informaci¨®n para todos. De hecho, quienes confiaron en que el ¨²nico papel de la Administraci¨®n era dejar hacer, andan recogiendo los jirones de la burbuja digital y enterrando la palabrer¨ªa de macroplanes cinco veces anunciados y nunca acometidos hasta ahora.

Extremadura quiere seguir un principio b¨¢sico de futuro. La mejor pol¨ªtica consiste en la aplicaci¨®n de la innovaci¨®n tecnol¨®gica para el fomento de la libertad y la igualdad de los ciudadanos, aprovechando y poniendo al alcance de todos lo que no es patrimonio de nadie particularmente: el conocimiento acumulado por la Humanidad a lo largo de la historia.

La Sociedad de la Informaci¨®n hay que construirla como proyecto colectivo, por eso todo esto no es casual. En 1998 el Presidente Rodr¨ªguez Ibarra lanz¨® a la sociedad extreme?a el reto de incorporarnos a la Sociedad de la Informaci¨®n, con el compromiso de no dejar fuera a nadie. No est¨¢bamos dispuestos a perder el primer tren de desarrollo que era posible tomar en Extremadura, tras perder todos los anteriores. Comenzamos la ejecuci¨®n un proyecto estrat¨¦gico de incorporaci¨®n a la Sociedad de la Informaci¨®n basado en dos principios irrenunciables, conseguir la conectividad y ofrecer alfabetizaci¨®n tecnol¨®gica a todos los ciudadanos, con independencia del lugar donde vivieran. La clave es haber actuado desde la l¨®gica de la Era del Conocimiento. Qued¨® atr¨¢s el tiempo en que realizar descubrimientos habilitaba en exclusiva para su capitalizaci¨®n abusiva y especulativa, como se ha venido haciendo en la Era Industrial. El m¨¦todo tradicional de la Ciencia tiene mayor vigencia que nunca; lo fundamental es compartir la resoluci¨®n de problemas, difundiendo al m¨¢ximo las soluciones, para que sigan siendo ampliadas y mejoradas por otros. La convicci¨®n reforzada de que la igualdad es la que permite el ejercicio de la libertad, y que esa es la fuente de riqueza del futuro, hace posible asegurar, desde cualquier tribuna que "somos el futuro".

Luis Mill¨¢n V¨¢zquez de Miguel es consejero de Educaci¨®n, Ciencia y Tecnolog¨ªa de la Junta de Extremadura