Navarra se queda el dinero destinado en el IRPF para fines sociales y la Iglesia

La Hacienda Foral de Navarra se queda el dinero que los contribuyentes deciden destinar a la Iglesia cat¨®lica o a otros fines sociales en sus declaraciones de la renta, unos 780.000 euros anuales, seg¨²n datos del propio departamento de Econom¨ªa. La casilla de los impresos del IRPF donde cada contribuyente es interrogado sobre si destina el 0,5239 % de la cuota ¨ªntegra del IRPF a la Iglesia cat¨®lica u otros fines sociales no es tenida en cuenta por la Administraci¨®n foral, que decide por su cuenta el destino final del dinero. El PSN, Izquierda Unida y Batzarre han denunciado el "enga?o" que supone para los ciudadanos el mantenimiento de estas casillas optativas en las sucesivas campa?as de renta y reclaman mecanismos que ofrezcan una transparencia absoluta a la hora de garantizar el destino finalista de ese porcentaje del impuesto.

La funci¨®n de la Administraci¨®n es ¨²nicamente la de canalizar el dinero, sin asignarlo presupuestariamente ni transformarlo en subvenciones.

Los navarros dan a la Iglesia cada a?o algo m¨¢s de 540.000 euros por este sistema, creado tras los acuerdos de 1979 entre el Estado y el Vaticano para contribuir a sufragar los gastos de la estructura eclesial. A otros fines sociales se destinada en las declaraciones de IRPF 240.000 euros. En el resto de Espa?a, desde hace dos a?os, los contribuyentes pueden incluso marcar ambas casillas, lo que duplica el dinero que la hacienda p¨²blica entrega a sus destinatarios. En Navarra se produce la circunstancia contraria desde 1987, se queda el dinero.

El Gobierno navarro afirma, no obstante, que cumple la voluntad de los ciudadanos, ya que anualmente otorga a la Iglesia cat¨®lica subvenciones y ayudas para conservar su patrimonio hist¨®rico-art¨ªstico. De igual manera, seg¨²n la respuesta del consejero de Hacienda, Francisco Iribarren, a una interpelaci¨®n socialista, el Ejecutivo concede anualmente ayudas para "emergencias internacionales", as¨ª como 7,7 millones de euros a diversos organismos sociales.

Estas son, sin embargo, aportaciones sujetas a su voluntad pol¨ªtica y realizadas seg¨²n sus propios criterios, procednetes del presupuesto de Bienestar Social. "Nos ha dado usted la raz¨®n", contest¨® el portavoz socialista Carlos Crist¨®bal al consejero Iribarren. "Da igual lo que los ciudadanos decidan. El Gobierno lo destina a lo que ¨¦l quiere. La Iglesia nunca se quejar¨¢ porque recibe mucho m¨¢s de lo que los ciudadanos asignan", insinu¨® Crist¨®bal, "pero nadie puede saber si lo gastan en fines sociales o en qu¨¦ lo gastan".

Navarra nunca ha realizado convocatorias p¨²blicas para distribuir el porcentaje atribuido a fines sociales, a diferencia de las que anualmente convoca el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, al margen de sus propios presupuestos para esos fines. Tampoco entrega directamente a la Iglesia lo asignado por los contribuyentes. La alarma la dieron algunas organizaciones no gubernamentales navarras cuando el Ministerio de Trabajo comenz¨®, en 1998, a rechazar sus peticiones de ayuda, y tambi¨¦n las realizadas por asociaciones del Pa¨ªs Vasco, alegando que ambas comunidades tienen competencias fiscales propias.