Privatiza y corre

A veces la realidad desmiente las encuestas. Las prisas que se est¨¢ dando durante estos meses el Partido Popular en privatizar Canal 9, levantan m¨¢s de una sospecha. Algunas se har¨¢n evidentes, si se produce el expolio, cuando se conozcan qui¨¦nes son los beneficiarios de la adjudicaci¨®n. Hasta que llegue ese momento, no deja de llamar la atenci¨®n el apresuramiento que est¨¢ cobrando el asunto. Todo apunta a que se trata de prisas de ¨²ltima hora. Parece que lo que queda del Gobierno Zaplana corre contra el reloj de las pr¨®ximas elecciones auton¨®micas, cuyos resultados podr¨ªan no ser tan buenos para el Partido Popular como aparentar¨ªa la ¨²ltima encuesta del CIS.

De ah¨ª las prisas por quedarse, como sea, con este, su juguete favorito.

S¨ª, se notan las prisas y las p¨¦rdidas de las formas. Empezando por la propia familia popular que da la impresi¨®n de encontrarse en el dif¨ªcil tr¨¢nsito de administrar una herencia cada vez m¨¢s enredada.

Por un lado tenemos al presidente interino, Jos¨¦ Luis Olivas, a quien le corresponder¨ªa hacer de yerno por encima de toda sospecha en el papel de albacea que le han adjudicado para evitar que fuera Rita Barber¨¢ quien se alzara con el santo y la limosna. Por otro lado, tenemos al candidato Francisco Camps ensayando, sin acabar de cre¨¦rselo el papel de supuesto heredero; y a quien de tanto llevarlo entre algodones corren el peligro de acabar presentando como un pelele. Y por encima de todos ellos planea Eduardo Zaplana ministro y sobre todo presidente plenipontenciario del PP valenciano y alrededores, adyacentes y coadyuvantes. Es decir, un finado que, lejos de estar muerto, quiere ser el principal beneficiario de su propia herencia.

Alrededores, adyacentes y coadyuvantes, eso es lo que cuenta. Y es que por m¨¢s que est¨¦ en Madrid, aqu¨ª su presencia persiste. Las idas y venidas de Zaplana a prop¨®sito de la pen¨²ltima batalla por el control de Aguas de Valencia est¨¢ en todas las conversaciones de caf¨¦. Si bien es cierto que ¨²ltimamente tambi¨¦n han despertado gran expectaci¨®n los movimientos de su amigo Florentino P¨¦rez (presidente de ACS y del Real Madrid, su equipo del alma) por hacerse con el control del negocio de los parques e¨®licos cuando la Conselleria de Industria acabe el proceso de adjudicaciones.

Pero donde m¨¢s se nota la desconfianza en los ¨¦xitos electorales que les atribuyen las encuestas es en el dichoso asunto del llamado Plan Hidrol¨®gico Nacional, que m¨¢s que un plan de aguas parece un intento de evitar los trasvases de votos que tanto teme el PP. Lejos de entender la pol¨ªtica como un modo de desactivar los conflictos, el Gobierno est¨¢ usando la promesa de agua como gasolina electoral, sin importarle el incendio social que puede acabar causando.

La actitud de la patronal en este tema, abucheando a los l¨ªderes de la oposici¨®n y actuando como camorristas sociales habla tambi¨¦n de la densidad que est¨¢ alcanzando el clima preelectoral a pesar del supuesto ox¨ªgeno que las encuestas otorgan al PP.

Por lo dem¨¢s, hay un dato tan relevante como cualquier encuesta del CIS y que es la primera estad¨ªstica que controla la mayor¨ªa de la poblaci¨®n. Una estad¨ªstica que oficialmente se llama IPC, pero que cuando se refiere a la parte del salario que cada familia dedica al mes a pagar la cuenta del Mercadona y alrededores, difiere mucho del dato oficial y de su percepci¨®n.