Jordi Coca se introduce en los interiores de una mujer atormentada en 'Lena', su ¨²ltima novela
Describir "qu¨¦ pasa cuando no pasa nada". El escritor Jordi Coca (Barcelona, 1947) ha partido de este principio para dar forma a Lena, una novela cuya construcci¨®n ha arrastrado a lo largo de los ¨²ltimos 20 a?os. En la novela, que publica ahora Edicions 62, Coca corre el aparente manto de tranquilidad que rodea la vida de una mujer a trav¨¦s de su relaci¨®n er¨®tica con un hombre al que apenas conoce.
"Colette dec¨ªa que el mejor argumento de una novela es una pareja que se quiere", afirm¨® ayer Jordi Coca. El escritor, premio Sant Jordi 2000 por Sota la pols, explic¨® que le ha interesado prescindir no tanto del argumento como "de artefactos literarios para escribir algo con un alto nivel de verdad". As¨ª, Lena se sit¨²a en una isla de Suecia donde todo transcurre en estricto orden y una aparente armon¨ªa. All¨ª llega el narrador, un hombre de Barcelona que se ve enseguida absorbido por el territorio, el entorno y el pasado de la mujer. "He querido utilizar un territorio que diera una sensaci¨®n de tiempo detenido para que la relaci¨®n entre las dos personas pasara a primer plano", afirm¨® Coca. "Cuando no pasa nada, las cosas peque?as adquieren una gran dimensi¨®n".
Ella es una mujer marcada por la muerte violenta de su hermana a?os atr¨¢s, por la enfermedad de su hija y por unas tensas relaciones con sus padres. Todo ello afecta a su relaci¨®n con el hombre, atra¨ªdo y repelido a un mismo tiempo por sus propuestas sexuales. Coca ha querido cargar las tintas en ese ¨²ltimo aspecto de la novela, aunque asegura que a pesar de que las relaciones ¨ªntimas que describe son expl¨ªcitas, no se trata de pornograf¨ªa.
Tambi¨¦n hace hincapi¨¦ en la alta carga de incomunicaci¨®n que soporta la protagonista. Aunque el texto no se ubica temporalmente, Coca explic¨® que estar¨ªa situado a finales de los a?os setenta. "Si entonces, en Suecia, la procesi¨®n iba por dentro de las personas, ahora esta situaci¨®n tambi¨¦n se produce entre nosotros", dijo. "Esto es algo que tiene que ver con vivir entre silencios, lo que no es un problema espec¨ªfico del norte. El callar y ser discreto pasa factura en un momento u otro, y ahora vivimos en una sociedad instalada en un silencio donde nadie se moja el culo, lo que hace que estemos cada vez m¨¢s solos", continu¨®.
La muerte y la desaparici¨®n de personas queridas tambi¨¦n aparece como una amenaza latente y una realidad palpable a lo largo de la obra. "Es una de las cosas que m¨¢s me inquietan y duelen", dijo el escritor. "Mientras vamos siguiendo con nuestras vidas, cada vez tenemos m¨¢s personas que desaparecen a nuestro alrededor, y no necesariamente a causa de la muerte", finaliz¨®.
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