Administraci¨®n local, ?gobierno municipal?
Estamos asistiendo en los ¨²ltimos meses a una sucesi¨®n de noticias e iniciativas determinantes para el presente y, sobre todo, el futuro del mundo local, y, en consecuencia, para el futuro de la ciudadan¨ªa. Las decisiones adoptadas acerca de la financiaci¨®n local y las propuestas acerca de la conformaci¨®n de un estatuto especial para las denominadas grandes ciudades obligan, cuando menos, a una reflexi¨®n y a una llamada de atenci¨®n. A una reflexi¨®n por cuanto el peso del mundo local, medido en t¨¦rminos de inversi¨®n, de recursos humanos o, incluso, en participaci¨®n en el gasto p¨²blico, le confiere una representaci¨®n incontestable sin tener que recurrir, para su argumentaci¨®n, a la Constituci¨®n espa?ola.
Muchos alcaldes saben que la construcci¨®n de un mejor futuro colectivo no es exclusivo de ellos, sino de toda la ciudadan¨ªa
Si a eso le unimos que, se quiera o no, las decisiones p¨²blicas se territorializan en t¨¦rminos municipales y que la ciudadan¨ªa cada vez m¨¢s valora la proximidad institucional como una medida de su personal relaci¨®n con el Estado del Bienestar, deber¨ªa ser natural la afirmaci¨®n de que cualquier actuaci¨®n que afecte a los ayuntamientos directamente afecta a la ciudadan¨ªa. Y una llamada de atenci¨®n por cuanto que, por razones que se escapan a estas l¨ªneas y que obviamente tienen mucho que ver con el pasado reciente de este pa¨ªs y con la consideraci¨®n social de los servicios p¨²blicos, parece que las iniciativas que se est¨¢n adoptando acerca del mundo local son una cuesti¨®n que concierne s¨®lo a los afectados, entendiendo por tal a los responsables p¨²blicos locales, electos y no electos, quedando al margen de dichas decisiones la ciudadan¨ªa.
Expliquemos el sentido y el alcance de la afirmaci¨®n. Hace a?os que los ayuntamientos y el resto de entidades locales que conforman el mundo local, territoriales o no, vienen definiendo un escenario de calidad de vida en consonancia con la responsabilidad que la Constituci¨®n espa?ola les concede. Es cierto que, vista en perspectiva, la agenda de temas locales est¨¢ menos trabajada que la de otros ¨¢mbitos institucionales. Comienza a ser un t¨®pico afirmar que el actual modelo de Administraci¨®n Local, definido en los a?os ochenta del siglo pasado por las normas b¨¢sicas que la regulan, muestra signos de evidente agotamiento, precisamente por el dinamismo de la sociedad espa?ola y por el esfuerzo realizado por los responsables municipales.
En este contexto, las cuestiones relacionadas con los recursos presupuestarios tienen una dimensi¨®n que no es s¨®lo t¨¦cnica: se trata de saber con qu¨¦ instrumentos queremos construir nuestras ciudades, y comunidades vecinales en general. Se trata de establecer cu¨¢l es el papel que reservamos a los ayuntamientos, si como meras organizaciones prestadoras de servicios -los denominados servicios m¨ªnimos y obligatorios- o estamos en disposici¨®n de exigirles que act¨²en como aut¨¦nticos gobiernos municipales, en consonancia con lo que demandan los ciudadanos y con lo que nuestra arquitectura constitucional y la referencia europea consagran.
Si esto es as¨ª, hay que empezar a trasladar a la ciudadan¨ªa el debate sobre la nueva Ley de Haciendas Locales y la denominada Ley de Grandes Ciudades, sac¨¢ndolo del estricto c¨ªrculo de los afectados o interesados y d¨¢ndoles la dimensi¨®n de inter¨¦s general que, por razones obvias, tiene. Y digo por razones obvias por cuanto va siendo hora de que abandonemos la demagogia a la hora de tratar este tema y definamos cu¨¢l es nuestro grado de corresponsabilidad, como responsables p¨²blicos, en el desarrollo del Estado de las Autonom¨ªas, por ejemplo, y, como ciudadanos, en la defensa de un modelo de ayuntamientos que m¨¢s que Administraciones de servicios sean Gobiernos municipales.
Esta ¨²ltima afirmaci¨®n es la l¨ªnea vertebral que debe guiar el debate. Modificar las haciendas locales, ?para qu¨¦? ?m¨¢s presi¨®n fiscal o mejores servicios p¨²blicos locales?. Definir nuevas capacidades para el alcalde o para el pleno, ?para qu¨¦? ?m¨¢s poder personal o m¨¢s agilidad en la gesti¨®n de los asuntos p¨²blicos? Son dos preguntas a modo de ejemplo. Hay muchos alcaldes y concejales que, con m¨¢s o menos antig¨¹edad en el puesto, viven consagrados a la construcci¨®n de un mejor futuro colectivo y no quieren que este tipo de cuestiones sean un tema exclusivo de ellos. Simplemente porque saben que, sobre todo, es un tema de la ciudadan¨ªa.
Alfonso Yerga Cobos es director general de Administraci¨®n Local de la Consejer¨ªa de Gobernaci¨®n
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.