El morbo de lo prohibido

Vikingo, Amn¨¦sico, Diablero D¨ªaz, Manipulador y Abogado del Diablo nunca imaginaron que un trabajo suyo iba a gozar del inusitado inter¨¦s que ha despertado su ¨²ltimo CD Registro de Penados y Rebeldes, que apenas si hab¨ªa llegado a los expositores de algunas tiendas especializadas cuando fue embargado por orden judicial.

Sorprendidos, estos cinco j¨®venes sevillanos que rondan la treintena han visto como el nombre de su grupo de rock, Narco, y el de su ¨²ltimo trabajo ha copado las primeras p¨¢ginas de las principales cabeceras sevillanas y ha gozado de minutos en televisi¨®n que, si fueran de promoci¨®n, valdr¨ªan oro.

?El motivo? Que su trabajo Registro de Penados y Rebeldes inclu¨ªa una pista interactiva de PC del juego Matanza Cofrade, que ha indignado a los hermanos mayores de las principales hermandades de Sevilla, que denunciaron ante la Guardia Civil la existencia de este juego y el mal uso que, en su opini¨®n, se hac¨ªa de algunas de las im¨¢genes m¨¢s caracter¨ªsticas de la Semana Santa sevillana, como la Macarena o el Gran Poder.

"Desbordados", as¨ª afirmaron sentirse los integrantes de Narco al conocer que el autor del juego hab¨ªa sido detenido y que su ¨²ltimo disco hab¨ªa sido embargado por orden judicial. Ya en su p¨¢gina web, Narco no duda en calificar esta acci¨®n de censura. "La orden judicial argumenta razones de muy poco peso como el mal gusto y ataques contra la moral y ¨¦tica cat¨®licas. Una vez m¨¢s, el peso de la Iglesia cae sobre los m¨¢s d¨¦biles. Narco se convierte as¨ª en el primer grupo censurado desde el franquismo".

Pero, ?qui¨¦nes son Narco y qu¨¦ pretenden con sus canciones? El grupo Narco comenz¨® a fraguarse en 1996 en torno a cinco j¨®venes sevillanos de barrio que escogieron la m¨²sica como catalizador de sus inquietudes vitales. Marcados por su entorno, el barrio de La Macarena, donde viven la mayor¨ªa de los componentes, Narco fue la v¨ªa que escogieron para desfogar esa rebeld¨ªa e inconformismo social que acumularon en sus a?os de adolescencia. Tras seis a?os de carrera y cuatro trabajos en el mercado, sus letras mantienen el mismo esp¨ªritu contestatario y pol¨ªticamente incorrecto que ha hecho de Narco uno de los grupos de culto de los amantes del metal alternativo.

Su tercer trabajo, Chaparr¨®n de plomo, fue muy bien acogido por la cr¨ªtica e incluso se les lleg¨® a se?alar como serios aspirantes al relevo generacional de Def Con Dos, grupo con el que guardan buena relaci¨®n y que les brind¨® la primera oportunidad de que su m¨²sica traspasase la frontera de Sevilla.

"Buscamos contar c¨®mo es m¨¢s o menos la vida en el extrarradio de las grandes ciudades. Hay cosas de las que nadie habla y nos da mucho coraje: la pobreza, la marginaci¨®n, los yonquis, los vagabundos y lo que vemos todos los d¨ªas. Nosotros no lo sacamos para escandalizar, sino para que la gente vea que es una cruda realidad que tenemos ah¨ª", explicaban en una entrevista publicada el pasado a?o en El Pa¨ªs de las Tentaciones. "Si para abrirles los ojos a la gente tienes que tocar los cojones a alguien... pues se los tocas. Para eso somos bastantes anarquistas (...) Es como un sexto sentido de rebeld¨ªa que todos llevamos dentro, el morbo hacia lo prohibido".