?Cuidado con la kriptonita!

Superm¨¢n, el h¨¦roe por excelencia del c¨®mic, visita la Playstation 2. El juego lo ha desarrollado Atari, con el apoyo de Warner Bros y lo edita la empresa francesa Infogrames.

Superm¨¢n fue creado por Joe Shuster y Jerry Siegel en 1938. El superh¨¦roe llegado del planeta Kript¨®n pronto se convirti¨® en un personaje de la radio, la televisi¨®n e, incluso, del cine.

Aquel ni?o que lleg¨® a la Tierra en una c¨¢psula hiperlum¨ªnica y fue criado en Smallville (Kansas) por los granjeros Jonathan y Martha Kent, es el protagonista de la aventura de acci¨®n. En Superman: Shadows of Apokolips, el jugador, convertido en h¨¦roe, debe acabar con los malhechores de Metropolis.

Los poderes de Superm¨¢n son tantos que le permiten salvar muchas vidas. Gracias a su trabajo como periodista en el Daily Planet, Clark Kent tiene informaci¨®n de primera mano para acabar con los males de la Tierra, cuando se convierte en Superm¨¢n enfundado en su traje azul y rojo.

Los que han so?ado con ser Superm¨¢n para volar como un p¨¢jaro, usar los rayos l¨¢ser de sus ojos o el aliento helado para apagar un fuego podr¨¢n disfrutar de estas acciones a trav¨¦s del mando de control de la Playstation 2.

As¨ª, gracias a una vista en tercera persona, el jugador podr¨¢ hacer que Superm¨¢n utilice sus poderes para acabar con los malos.

Muy pronto el jugador tendr¨¢ que v¨¦rselas con Lex Luthor, el enemigo m¨¢s conocido de Superm¨¢n, millonario y propietario de Lexcorp.

El juego posee una est¨¦tica muy cercana al c¨®mic, los colores de los gr¨¢ficos en 3D son de colores vivos con contornos en negro para recalcar la intenci¨®n de sus creadores: que todo parezca salido del propio c¨®mic. Una vez superadas las diferentes misiones, el juego presenta escenas en las que se dan nuevos detalles sobre la historia.

Ya en la primera misi¨®n el jugador deber¨¢ ponerse manos a la obra en eso de salvar la vida a la gente. Adem¨¢s de aprender los movimientos b¨¢sicos de Superm¨¢n, como volar, posarse sobre el suelo o soplar para apagar un incendio, tambi¨¦n deber¨¢ cargar con un autob¨²s repleto de pasajeros que est¨¢ a punto de caer por un puente y colocarlo como si se tratara de una pluma en un lugar seguro.