La Xunta pide ayuda a los mejilloneros

Ante la amenaza que se cierne sobre la costa, todos van a tener que arrimar el hombro. Los primeros, los propietarios de bateas de mejill¨®n, cuyos representantes fueron convocados con urgencia el pasado martes a una reuni¨®n con altos cargos de la Consejer¨ªa de Pesca. Y el mensaje de las autoridades fue casi desesperado, seg¨²n uno de los asistentes: "Ten¨¦is que ayudarnos".

La Xunta ha ofrecido grandes lonas que actuar¨ªan como faldas de pl¨¢stico para cubrir las bateas de mejill¨®n -3.200 en Galicia-, muy vulnerables a la marea negra. Los mejilloneros accedieron a emplear sus barcos, si es necesario, para achicar fuel.

"No es el momento de criticar", se?ala Jos¨¦ Manuel Froj¨¢n, presidente de una de las asociaciones de mejilloneros de Muros (A Coru?a), "pero aqu¨ª estamos impotentes todos. Nosotros y la Administraci¨®n". Ante la amenaza cierta de que el fuel invada las r¨ªas, fueron los propios bateeiros quienes sugirieron a los altos cargos de la consejer¨ªa un modo de colaborar en la lucha contra la contaminaci¨®n.

En caso de que la situaci¨®n derive en lo peor, los mejilloneros utilizar¨¢n sus barcos para hacer frente a las manchas de fuel. Esas embarcaciones disponen de una gr¨²a y un aparejo llamado cuchara para alzar el mejill¨®n sujeto a las cuerdas bajo el mar. La cuchara, han pensado los mejilloneros, puede utilizarse para agrupar el fuel y llevarlo junto a los barcos antipoluci¨®n con capacidad para succionarlo.

Las lonas para las bateas deber¨ªan empezar a colocarse por la r¨ªa de Muros, la m¨¢s pr¨®xima al lugar de impacto probable de la gran mancha, pero de momento no han llegado. Se trata de un sistema defensivo que hasta ahora s¨®lo se ha utilizado en Malaisia y de eficacia limitada, admiten los t¨¦cnicos. "S¨®lo son eficaces en aguas tranquilas", reconoce Juan Maneiro, director del Centro de Control de Recursos Marinos de la Xunta. Eso excluye a una parte de las 2.200 bateas de Arousa, a las situadas a la entrada de la r¨ªa, donde el mar bate lo suficiente para inutilizar el efecto protector de los faldones pl¨¢sticos. Lo mismo ocurre con las barreras, que siguen llegando a Galicia desde todas las partes del mundo y de cuya eficacia en cuanto el mar se enfurece un poco desconf¨ªa tambi¨¦n Maneiro.

Las autoridades locales siguen quej¨¢ndose de falta de informaci¨®n. El alcalde de Corcubi¨®n, Rafael Mouzo, nacionalista, se pas¨® ayer toda la ma?ana llamando a la Delegaci¨®n del Gobierno, a la Consejer¨ªa de Pesca y al Ministerio de Medio Ambiente sin encontrar interlocutor. "Estamos en pelotas, sin la menor informaci¨®n", dijo. "Parece una carnavalada de noviembre".