Las l¨¢grimas
La gota pend¨ªa del aplicador sobre mi ojo. Se balanceaba una y otra vez en la punta del cuentagotas y parec¨ªa que no iba a caer jam¨¢s en mi pupila. De pronto se desprendi¨® y cay¨® vertiginosamente en direcci¨®n al cristalino. Fueron s¨®lo unas d¨¦cimas de segundo, pero me dio tiempo a recordar la ¨²ltima vez que me hab¨ªa hecho la misma prueba oftalmol¨®gica. Hac¨ªa ya tantos a?os... Me vino a la cabeza cuando conoc¨ª a Laura, todos nuestros proyectos, el nacimiento de Mauricio, el dolor del desencuentro, la maleta de Laura encima de la cama, su mirada hacia mi ventana antes de entrar en el taxi... Not¨¦ c¨®mo la gota chocaba contra el iris y cerr¨¦ el ojo bruscamente. Al abrirlo lo vi todo borroso e hice una broma dici¨¦ndole al m¨¦dico:
-Va a parecer que estoy llorando.
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