Coco Com¨ªn acerca el teatro musical al p¨²blico infantil con 'La f¨¤brica de xocolata', en el Teatre Regina

La novela de Roald Dahl Charlie y la f¨¢brica de chocolate es la base a partir de la cual la core¨®grafa Coco Com¨ªn ha creado su nuevo espect¨¢culo, puesto en marcha por la productora que lleva su nombre. Se titula La f¨¤brica de xocolata, es una propuesta de teatro musical y se presenta en el Jove Teatre Regina, en funciones reservadas a escolares los d¨ªas laborables y para todos los p¨²blicos los s¨¢bados, domingos, festivos y durante el periodo navide?o. El montaje, que estar¨¢ en cartel hasta el 5 de enero, es una forma de aproximar el g¨¦nero a los m¨¢s peque?os y despertarles la afici¨®n por el teatro.

La f¨¤brica de xocolata se estructura en 13 escenas, pr¨¢cticamente vi?etas, en las que Com¨ªn ha sintetizado la esencia del libro de Dahl. Ella es la autora de la adaptaci¨®n, adem¨¢s de la directora y core¨®grafa del espect¨¢culo. La direcci¨®n musical corre a cargo de Xavier Mestres y el reparto lo componen un grupo de j¨®venes int¨¦rpretes: Adriana Aguilar, Elsa ?lvaro, Jorgina Escuder, Edgar ?vila, Cristina Hausmann, Francesc Esteve, Laura Pla, Maties Sierra y Silvia Vega. Son alumnos de la escuela de Com¨ªn, a los que el espect¨¢culo sirve de puente entre el aula y el mundo profesional.

En el montaje, los int¨¦rpretes dan vida a unos personajes a los que Dahl sit¨²a en situaciones fant¨¢sticas. La f¨¤brica de xocolata, como la novela original, cuenta la historia del director de una f¨¢brica de chocolate que prepara su jubilaci¨®n, pero antes de retirarse quiere elegir a un digno sucesor. Con tal prop¨®sito se le ocurre deslizar un papelito dorado en algunos de sus bombones. Entre los tres ni?os que encuentran el papel escoger¨¢ a su heredero. El mundo de cada uno de estos tres peque?os copa la primera parte del espect¨¢culo. El uno es un glot¨®n compulsivo; la otra, una ni?a mimada, y el tercero, un hu¨¦rfano que vive con sus cuatro abuelos, todos ellos viej¨ªsimos y postrados en cama y a quienes mantiene el chico.

La segunda parte es m¨¢s compleja, porque en la descripci¨®n de la f¨¢brica de chocolate el autor no escatim¨® imaginaci¨®n y es ¨¦ste un universo lleno de fantas¨ªa. "Era muy dif¨ªcil de reproducir y hemos tenido que resolverlo con ingenio. Pero ¨¦sa es una de las virtudes del teatro, que con pocas herramientas consigue que el espectador imagine cosas", apunta la directora y core¨®grafa. Aunque no est¨¢ bien desvelar el final de los cuentos, se permite decir que "es una historia con moraleja, al final siempre gana la bondad".

En el montaje, la voz en off del actor Joan Pera hilvana las distintas escenas. Los actores apenas intercambian algunas frases y son las letras de las canciones y la gestualidad interpretativa las que hacen avanzar la historia. La experiencia permite a Com¨ªn destacar que los ni?os, tan invadidos por la cultura de la imagen y por la t¨¦cnica, agradecen ver "personas de carne y hueso" sobre el escenario. Charlie y la f¨¢brica de chocolate es una lectura habitual entre los escolares y el espect¨¢culo les sirve para repasarla; adem¨¢s, se ha preparado una unidad did¨¢ctica que profesores y alumnos trabajan en clase, antes o despu¨¦s de la funci¨®n. En este material pedag¨®gico, adem¨¢s de los aspectos directamente vinculados con la obra, se trabajan cuestiones relacionadas con el teatro. De este modo, los ni?os reflexionan sobre su experiencia como espectadores teatrales, para muchos nueva.