Aitor choca con un huesodirector
El ganador de la Vuelta, a las órdenes de Ferretti, el duro
Cuando Giancarlo Ferretti se inflama, y durante una carrera suele tener bastantes ocasiones para ello, los ojos, peque?os y vivos, se transforman en dos bolas de acero, dos llamas. La mirada duele, quema. La voz retumba. Las manos vuelan. El que está enfrente, recibiendo la bronca, se achica. Así su fama ha crecido. Le llaman tirano. El sargento de hierro del ciclismo. Es un hombre de fuerte personalidad, un director de la antigua escuela, un ganador que como ciclista se conformó con ser gregario de Gimondi en el Salvarani de los a?os sesenta.
La mitad de su vida, 30 de sus 61 a?os, la lleva gastada dirigiendo equipos ciclistas. Más de 700 victorias desde que comenzó, con el Bianchi de Gimondi en 1973. Su equipo actual es el Fassa Bortolo, el más grande del ciclismo italiano, precisamente el nuevo equipo de Aitor González, el ciclista que ha ganado la Vuelta y en el proceso ha ganado fama de rebelde, de ciclista de fuerte personalidad, de hombre de carácter. Con otro estilo, sonriente siempre, es otro Ferretti.
Su emparejamiento, el del viejo zorro con el campeón emergente que se confiesa un poco "tarambana" y "cabezota", tiene un punto de morboso. Esta semana, en un balneario del norte de Italia, han comenzado a conocerse.
Cuando se encontraron, Ferretti y Aitor iban cargados de prejuicios, pero, según cuentan, en cuanto hablaron se les fueron las telara?as de la cabeza. "Le he escuchado con mucha atención, le he mirado bien, le he mirado directamente en los ojos", dice por teléfono Ferretti. "Me habían dicho que era una persona difícil, pero a primera vista no lo he visto así, no me ha dado esa impresión. Pero, claro, sólo he estado con él una vez". También por teléfono se explica Aitor González. Primero se mosquea. "Pero qué manía con decir que soy un tío problemático", dice. "Yo me veo de lo más normal". Luego razona. "Por lo que me habían contado, esperaba encontrarme con un tipo riguroso, muy serio, y simplemente le he visto exigente", continúa el ganador de la Vuelta. "Así que creo que nos vamos a llevar muy bien". Lo que no evitará que salten chispas mediada la temporada. Indicios ya hay de por dónde irán los tiros.
Aitor González acabó en el Fassa Bortolo porque la parálisis financiera de los equipos espa?oles les impidió una inversión fuerte y porque Pablo Fassa, due?o de la empresa de materiales de construcción que da nombre al equipo, le dijo hace unos meses a Ferretti que fichara a un espa?ol de buen nivel porque quería vender más en Espa?a. "Yo ni sabía que Aitor estuviera en el mercado", dice Ferretti. "Pero me lo ofreció su representante, y lo acepté enseguida. Aitor es un corredor de gran nivel, de un estilo que me gusta mucho. Me gusta porque es muy fuerte en las contrarreloj y se defiende bien en la monta?a: el perfil de los que ganan las grandes vueltas".
El perfil de los ganadores del Tour. Ganar el Tour o, por lo menos, disputarlo es una de las ideas fijas de Aitor González, pero no de Ferretti. "Aitor hará el Tour", promete el técnico. "Pero no en 2003. Por lo que ha hecho hasta ahora, ha demostrado que el Giro y la Vuelta son dos objetivos a su alcance, mientras que el Tour, no. Y, claro, prefiero y es más importante, ganar el Giro que quedar cuarto en el Tour. Y el Giro de 2003 no va a ser excesivamente duro, no habrá grandísimas subidas y sí bastante contrarreloj, le irá como anillo al dedo".
"Ya veremos, ya veremos", responde Aitor. "Lo que pasa es que Ferretti sólo va a ganar las carreras, a él no le hace ninguna ilusión lo que no sea quedar primero. Pero a ver si hacemos un gran Giro y luego hablamos del Tour".
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