"?frica es la base de todas las m¨²sicas que me gustan"
Carlos Santana, el protagonista de la m¨¢s extraordinaria resurrecci¨®n comercial de los ¨²ltimos tiempos, ha llegado a Barcelona para estrenar en Europa su nuevo disco, Shaman. Se trata de una visita casi institucional: hoy ofrece una conferencia de prensa en el Sal¨®n del Cent del Ayuntamiento barcelon¨¦s, en compa?¨ªa del alcalde, Joan Clos; ma?ana se presenta en el Mercat de las Flors, en un concierto gratuito con su grupo, que incluye a veteranos acompa?antes como el teclista Chester Thompson y los percusionistas Karl Perazzo y Raul Rekow. Shaman, la continuaci¨®n del popular¨ªsimo Supernatural de 1999, es un disco que incluye una docena de colaboraciones y cuatro temas en los que Santa est¨¢ solo al frente de la ¨²ltima encarnaci¨®n de su grupo, todav¨ªa con base en San Francisco.
El guitarrista no tiene inconveniente en reconocer que busca deliberadamente conectar con diferentes segmentos del p¨²blico: "Grab¨¦ con Chad Kroeger, el cantante de Nickelback. Si unos cuantos miles de seguidores de ese grupo se animan a escuchar un disco de Santana, ya hemos hecho algo importante por derribar barreras". Sabe mucho sobre la teor¨ªa y pr¨¢ctica del crossover, la conquista de mercados diferentes del habitual de un artista: "Los grandes siempre est¨¢n dispuestos a arriesgarse, a probar cosas nuevas. Yo quise contar en Shaman con Stevie Wonder, pero todo se fastidi¨® cuando aparecieron su manager y sus abogados. Con Pl¨¢cido Domingo, el grabar juntos s¨®lo fue posible por nuestras comunes ra¨ªces en M¨¦xico. ?Para el futuro? Creo que podr¨ªa crear grandes cosas con Prince o Michael Jackson. Son personajes que han sido destrozados por la prensa, pero que todav¨ªa tienen mucho que decir".
Aunque Shaman contiene temas registrados con Domingo, Alejandro Lerner y Ozomatli, Santana insiste en distanciarse de la etiqueta de "rock latino": "?se es un caj¨®n que no me sirve. En todo caso, tocar¨ªa rock africano: ?frica es la base de todas las m¨²sicas que me gustan". Un repaso a los discos de referencia que le acompa?an confirma que lo puramente afrocubano no forma parte de su dieta habitual: Miles Davis, Weather Report, Salif Keita, Angelique Kidjo. Kidjo, apasionante cantante de Benin, es autora de Adouma, el arrollador tema que abre Shaman. "Necesito que mi m¨²sica tenga elementos femeninos", asegura el m¨²sico. "El equilibrio entre lo masculino y lo femenino es muy importante en este disco, donde intento aportar sonidos curadores, que contrarresten la ira que domina en el mundo. Busco el com¨²n denominador entre los hombres, m¨¢s all¨¢ de las ideolog¨ªas. Es la mente la que nos mete en problemas, la que nos impide escuchar nuestra voz interior. Mi idea de un gobierno justo ser¨ªa un gabinete formada por siete mujeres y siete hombres. Aunque yo desprecio las religiones organizadas, creo que los gobernantes, ellos y ellas, deber¨ªan ser tan virtuosos como la Madre Teresa y Desmond Tutu".
Volvamos a la m¨²sica, si es posible. A Desmond Tutu est¨¢ dedicado el ¨²nico instrumental del disco, Victory is won, una de esas piezas l¨ªricas inconfundiblemente santaneras. Otra sorpresa de Shaman es Aye aye aye, compuesta con Michael Shrieve, uno de los miembros de la salvaje formaci¨®n de los tiempos de Woodstock que todav¨ªa se habla con Carlos. "Supongo que es inevitable que algunos de mis antiguos compa?eros est¨¦n resentidos conmigo. Pero ellos tuvieron la oportunidad de tirar del carro de Santana y prefirieron hundir el grupo por cuestiones de ego. Michael es diferente, est¨¢ dedicando sus energ¨ªas a escribir un libro sobre Elvin Jones, el baterista de John Coltrane. No hay mayor gesto de humildad para un m¨²sico que celebrar a sus maestros. Yo lo hice con guitarristas como Bola Sete y Gabor Szabo".
Se muestra igualmente agradecido con Clive Davis y Antonio LA Reid, el anterior y el actual director de su discogr¨¢fica: ambos tienen cr¨¦ditos -y, cabe suponer, una rodaja de royalties- como productores ejecutivos de Shaman. Es de ley, asegura Santana: "Clive me contrat¨® en Columbia cuando era un desconocido y me volvi¨® a recuperar en los a?os noventa, en Arista, cuando yo hab¨ªa dejado de vender discos. Es el arquitecto del inicio de mi carrera y de mi actual popularidad. Nadie vendr¨ªa hoy a entrevistarme si Clive no hubiera depositado ?dos veces! su fe en m¨ª". Inevitablemente, el m¨²sico retoma la actualidad internacional. "Yo no quiero otra guerra de Estados Unidos contra un pa¨ªs del Tercer Mundo. Le estoy muy agradecido a los Estados Unidos, soy ciudadano americano, pero me indigno cuando oigo constantemente lo de 'Dios bendiga a Am¨¦rica'. Deber¨ªa decirse: 'Que Dios bendiga a la humanidad'. Cada vez estoy m¨¢s convencido de lo que aprendimos en los sesenta: 'pol¨ªtica y religi¨®n, la misma corrupci¨®n".
Babelia
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