25 a?os de memoria caprichosa
Garc¨ªa Caparr¨®s recibe el primer reconocimiento institucional desde 1977
El 4 de diciembre de 1977 Manuel Jos¨¦ Garc¨ªa Caparr¨®s -a la historia ha pasado con sus dos nombres de pila alterados en el orden- cay¨® muerto por una bala de procedencia nunca esclarecida durante una multitudinaria manifestaci¨®n en M¨¢laga para pedir la autonom¨ªa para Andaluc¨ªa. Durante 25 a?os ha sido v¨ªctima de los caprichos de la memoria, recordado colectivamente por el pueblo andaluz, pero olvidado por las instituciones y organizaciones pol¨ªticas.
Pero este 4 de diciembre parece distinto. Tanto, que en el lugar donde lo mataron se producir¨¢n hoy hasta dos actos de homenaje diferentes, otro capricho m¨¢s de la memoria. Uno, organizado por Izquierda Unida, la ¨²nica formaci¨®n que en los ¨²ltimos tiempos se ha propuesto que la figura de Garc¨ªa Caparr¨®s tenga el reconocimiento que nunca ha tenido, y el otro, promovido por el propio Ayuntamiento, que en el pleno del pasado viernes le nombr¨® por unanimidad de todos los grupos hijo predilecto de la ciudad. El alcalde, Francisco de la Torre, colocar¨¢ una placa conmemorativa en el lugar donde fue asesinado -la confluencia de las calles Alameda de Col¨®n y Comandante Ben¨ªtez, que curiosamente se llamaba entonces V¨ªctimas del Marxismo-. Es el primer reconocimiento institucional de aquella v¨ªctima por la lucha por el Estado auton¨®mico.
La propia familia de Garc¨ªa Caparr¨®s es la primera en lamentar el olvido. Durante 25 a?os, sus hermanas tambi¨¦n lo han recordado en silencio y ahora han decidido hablar para quejarse de que nunca recibieron ning¨²n apoyo de nadie, ni de partidos, ni de las instituciones, ni de los sindicatos. Garc¨ªa Caparr¨®s, que el d¨ªa de Navidad de 1977 hubiera cumplido 19 a?os, estaba afiliado a CC OO, organizaci¨®n que hoy tambi¨¦n recibir¨¢ una placa por ello, pero que no ha previsto ning¨²n acto conmemorativo, algo que s¨ª hizo en el vig¨¦simo aniversario.
"Nos encontramos todas las puertas cerradas, nadie nos apoy¨® en nada, fue muerto y olvidado, nadie vino nunca a ver si necesit¨¢bamos algo" lamenta Loli Garc¨ªa Caparr¨®s, la m¨¢s peque?a de las tres hermanas. Cuenta la dif¨ªcil situaci¨®n en la que qued¨® la familia, porque el padre percib¨ªa una peque?a pensi¨®n y "el ¨²nico sueldo que qued¨®" fue el de Paqui, la segunda de las hermanas, que trabaja en una pasteler¨ªa.
"Fue muerto y olvidado", insiste, Loli. "Lo mataron a ¨¦l y a toda la familia. Mi madre cay¨® enferma, a la semana le detectaron un bulto en la mama y a los dos a?os muri¨®, yo tuve que dejar el colegio para cuidarla. Y mi padre muri¨® tres a?os despu¨¦s".
IU ha presentado una proposici¨®n de ley en el Parlamento para que Garc¨ªa Caparr¨®s sea considerado a todos los efectos v¨ªctima del terrorismo. El Ayuntamiento no quiso llegar tan lejos hace nueve meses, cuando aprob¨® una moci¨®n en la que insta al Gobierno a compensar a la familia de forma equivalente a quienes s¨ª tienen tal reconocimiento.
El 4 de diciembre, un paso hist¨®rico
El 4 de diciembre de 1977 es una fecha hist¨®rica por cuanto result¨® determinante en la conquista de la autonom¨ªa para Andaluc¨ªa. No en vano, fue la fecha de celebraci¨®n del d¨ªa de la comunidad hasta que el primer Parlamento auton¨®mico, constituido en junio de 1982, la traslad¨® al 28 de febrero, en conmemoraci¨®n del refer¨¦ndum de 1980 en el que el pueblo andaluz decidi¨® incorporarse a la autonom¨ªa plena por la v¨ªa del art¨ªculo 151 de la Constituci¨®n, con la misma categor¨ªa que las consideradas nacionalidades hist¨®ricas (Catalu?a, Galicia y Pa¨ªs Vasco).
La apuesta entonces era una gran inc¨®gnita. Con la Constituci¨®n en pleno proceso de redacci¨®n, 11 agrupaciones pol¨ªticas invitaron a los andaluces a echarse a la calle el domingo 4 de diciembre de 1977 en las ocho capitales de provincia para reivindicar un estauto de autonom¨ªa.
La convocatoria, de la que se descolg¨® a ¨²ltima hora Alianza Popular porque no se utiliz¨® la bandera nacional, result¨® un ¨¦xito. M¨¢s de un mill¨®n de andaluces se echarona la calle y ondearon en libertad la bandera verdiblanca.
Pero el asesinato de Manuel Jos¨¦ Garc¨ªa Caparr¨®s ti?¨® la fiesta de luto. El presidente de la Diputaci¨®n de M¨¢laga, Francisco Cabeza, se neg¨® a que en la sede de la instituci¨®n ondeara ese d¨ªa la bandera andaluza.
Un escuadr¨®n de la polic¨ªa permaneci¨® en el interior del edificio, por donde deb¨ªa pasar la manifestaci¨®n y, aunque los organizadores dispusieron que la marcha fuera por la acera opuesta de la Plaza de la Marina, un joven salt¨® del grupo y trep¨® por una de las ventanas para colocar una bandera. En ese momento se produjo un enfrentamiento entre un grupo de manifestantes y la polic¨ªa, que decidi¨® disolver la manifestaci¨®n con el lanzamiento de botes de humos y balas de goma.
En los disturbios, y, en el lado opuesto de La Alameda, una bala alcanz¨® a Garc¨ªa Caparr¨®s cuando, seg¨²n su familia, ya se hab¨ªa despedido de los dos amigos con los que acudi¨® y se marchaba a casa.
El tr¨¢gico episodio sigue sin esclarecerse 25 a?os despu¨¦s. La bala correspond¨ªa a las usadas por la polic¨ªa en sus armas reglamentarias, pero nunca se supo qui¨¦n dispar¨®.
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