Mundo-Ilusi¨®n
La gran ventaja de estos chicos del PP que nos gobiernan es que, al haber perdido todo atisbo de pudor, nos hacen la vida mucho m¨¢s agradable. Hay que ver lo que son las cosas; no es s¨®lo que no cometen error alguno, al contrario de lo que ocurre con el resto de la humanidad; es que adem¨¢s se afanan por llenar nuestra aburrida existencia cotidiana con innumerables proyectos de futuro, tem¨¢ticos o no, sin coste alguno para el contribuyente. Han descubierto las enormes ventajas medi¨¢ticas del efecto anuncio, consistente en proclamar a los cuatro vientos que se va a hacer algo, cuanto m¨¢s grande mejor, y cosechar as¨ª la entusiasta adhesi¨®n ciudadana a priori. Despu¨¦s se hace (si queda algo en la caja), o no, pero eso ya a nadie parece importarle. ?O es que acaso alguien se ocupa alguna vez de contrastar los resultados?
Yo los admiro; son aut¨¦nticos profesionales del enredo y el entertainment. Saben que en este mundo de Matrix y Minority Report en el que vivimos la realidad puede fabricarse todos los d¨ªas. E incluso m¨¢s, que la realidad, a fin de cuentas, puede acabar siendo irrelevante para el com¨²n de los mortales si se dispone de una buena pantalla plana en color y varios comunicadores a sueldo. ?Para qu¨¦, pues, ser realista en los objetivos si ello no conduce m¨¢s que a la melancol¨ªa?
El ministro C. Montoro, por ejemplo, hombre modesto donde los haya (con poderosas razones para serlo, todo hay que decirlo), anuncia no s¨®lo que la econom¨ªa espa?ola crecer¨¢ el 3% el a?o que viene, en un alarde de videncia digna de mejor causa, sino adem¨¢s que se elimina el IAE; avis¨¢ndonos, eso s¨ª, de que ¨¦ste ahora tendr¨¢ que ser compensado con otros impuestos. Naturalmente, el sentido com¨²n nos dice, a usted y a m¨ª, que, si esto es as¨ª, entonces los otros impuestos subir¨¢n. Pero no se?or, estamos equivocados, ¨¦l dice que no s¨®lo no subir¨¢n sino que bajar¨¢n. ?Qu¨¦ les parece? ?Y todo por el mismo precio!
Bien, no desesperemos, aceptemos que Montoro es muy listo y tiene armas secretas para cuadrar las cuentas que ignoramos el resto de los economistas del mundo occidental; pero es que, el muy cachondo, dice a continuaci¨®n que van a aumentar los gastos en I+D, en sanidad, en educaci¨®n, en justicia, etc. Y todo ello, atenci¨®n, ?con d¨¦ficit cero! ?Qu¨¦ me dicen, son buenos o no?
Y eso que, como comentan en Madrid, Montoro no es pol¨ªtico, porque su colega Zaplana (que s¨ª lo es, y adem¨¢s desconoce el significado exacto de la palabra modestia), ha sido capaz de convencernos de que en las ventanillas de la Estaci¨®n del Norte ya se pueden comprar billetes para el AVE-Madrid y que el agua del trasvase previsto en el PHN hace tiempo que riega nuestros campos y abastece los millones de adosados construidos durante su mandato.
Y por si esto fuera poco, en el intermedio aparece el conseller Rambla, ale hop, y presenta un presupuesto expansivo (6,5% de aumento) decididamente comprometido, seg¨²n dice, con el gasto social, y en el que l¨®gicamente las partidas que m¨¢s crecen son las del gasto social; a saber: Consejo Valenciano de Cultura, 9,8%, La Sindicatura de Cuentas, 10,5%, Presidencia de la Generalitat, 17,2%, y Gastos diversos, 27,7%. O sea, todas aquellas que conforma el n¨²cleo duro del Estado del Bienestar, como todo el mundo sabe.
Los objetivos sociales, por tanto, totalmente cubiertos. Pero ?y los dem¨¢s? Pues los dem¨¢s, tambi¨¦n, porque da la casualidad de que las prioridades del conseller incluyen asimismo la innovaci¨®n tecnol¨®gica, el empleo, el medio ambiente, la cultura y todo aquello que a ustedes se les pueda ocurrir. ?Lo ven? Para qu¨¦ fijar dos o tres objetivos si en definitiva lo que la gente quiere es que haya m¨¢s de todo. Pues eso, m¨¢s de todo. ?Que luego no se cumple nada de lo previsto porque los ingresos son mucho m¨¢s bajos (que es lo que suele pasar)? ?Y qu¨¦?, nadie se va a enterar; y otro a?o m¨¢s que vamos tirando. Adem¨¢s siempre puede decirse que en realidad las previsiones no se han cumplido porque los socialistas, ya se sabe, dejaron este pa¨ªs hecho unos zorros.
Pero lo m¨¢s gracioso no es eso, lo verdaderamente gracioso es que cuando ¨¦stos, los del PSOE, lleguen al poder, provistos de esas enormes dosis de neorrealismo italiano del que suelen hacer gala, les entrar¨¢ un af¨¢n desmedido por la verdad y se pasar¨¢n media legislatura poniendo orden en las cuentas. Y la otra media, eso s¨ª, disculp¨¢ndose por no tener dinero para nada; con el l¨®gico cabreo del personal que a?orar¨¢ los felices tiempos en que hac¨ªamos de todo todos los d¨ªas; aunque al final fuera mentira, o lo acabaran pagando nuestros biznietos (que es lo que est¨¢ ocurriendo).
Lo dicho, que a nuestros actuales gobernantes se les podr¨¢ tachar de algo mentirosillos pero, qu¨¦ quieren que les diga, por lo menos se preocupan por llenar cada d¨ªa de nuestra azarosa existencia con todo un mundo lleno de ilusiones. En esto, reconozc¨¢moslo, son dignos ep¨ªgonos del gran Oscar Wilde, quien ya anunci¨® en su momento que el hombre puede creer en lo imposible pero no creer¨¢ nunca en lo improbable.
Y luego dir¨¢n que la derecha desconoce a los cl¨¢sicos.
Andr¨¦s Garc¨ªa Reche es profesor titular de Econom¨ªa Aplicada de la Universidad de Valencia.
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