El J¨²car
La Unidad Sindical de Usuarios del R¨ªo J¨²car (USUJ) ha denunciado el incumplimiento del Convenio de Alarc¨®n que firm¨® con el ministro Jaume Matas, seg¨²n el cual, los usuarios tradicionales del r¨ªo J¨²car (agricultores e industriales) tendr¨ªan preferencia antes de desviar caudales del pantano de Alarc¨®n para nuevos usos de Castilla-La Mancha. Se estableci¨® unas reservas m¨ªnimas para los regad¨ªos valencianos. Reservas que para el mes de noviembre ten¨ªan que ser de 287 hect¨®metros c¨²bicos. En estos momentos, con una reserva de 158 hect¨®metros, se est¨¢n atendiendo demandas de La Mancha.
El Pantano de Alarc¨®n fu¨¦ construido por los regantes valencianos de las dos riberas del J¨²car, junto a los usuarios industriales, en los a?os cuarenta. Ellos eran los propietarios del embalse a trav¨¦s de la USUJ. En 1968, el ministro de Obras P¨²blicas del r¨¦gimen franquista, Silva Mu?oz, decidi¨® manu militari ocupar el pantano de Alarc¨®n para que por ¨¦l pasara el trasvase Tajo-Segura. Los regantes se opusieron. Desde Valencia se levantaron voces de protesta contra el abuso del ministro. Una de las principales voces de oposici¨®n fu¨¦ la del presidente de la Acequia Real del J¨²car, Pepe G¨®mez Baldov¨ª, acompa?ado por los sindicatos de regantes de la Ribera Baixa. Fui testigo de sus actuaciones, expresando su protesta y haciendo ver el peligro que supon¨ªa para los propietarios de Alarc¨®n, los regantes valencianos, el que se mezclasen en el embalse aguas provinientes del J¨²car y del Tajo. Eso iba a provocar no pocos enfrentamientos en el futuro. No tuvo mucho respaldo aqu¨ª, en Valencia, el bueno de Pepe G¨®mez Baldov¨ª. S¨®lo un grupo de periodistas: Mart¨ª Dom¨ªnguez, Vicent Ventura, P¨¦rez Benlloc... desde Valencia-Fruits, y yo mismo, desde el diario Madrid, respaldamos su lucha. Y don Joaqu¨ªn Maldonado desde la presidencia del Ateneo Mercantil. Ni las instituciones ni la prensa diaria valencianas se hicieron eco. Ahora el Pantano es propiedad del Estado. Y los problemas que vaticin¨® G¨®mez Baldov¨ª, se estan cumpliendo. Pero aqu¨ª, en Valencia, ya se sabe, a los "g¨®mezbaldov¨ª" se les suele hacer poco caso. Y luego pasa lo que pasa.
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