'La familia de Pascual Duarte', de C. J. Cela
EL PA?S publica la primera novela del premio Nobel de Literatura de 1989
En 1992 se inaugur¨® en la sede de la Biblioteca Nacional, en Madrid, la exposici¨®n "50 a?os de Pascual Duarte", en la que se exhibieron 187 ediciones del libro, tanto en espa?ol como en las muy numerosas traducciones a otras lenguas. Con tal alarde quedaban pocas dudas de que, efectivamente, Cela fue el autor espa?ol m¨¢s le¨ªdo y traducido del siglo XX. La familia de Pascual Duarte, novela que ma?ana podr¨¢ adquirir el lector de EL PA?S por tres euros, se publica por primera vez en 1942, en la editorial Aldecoa, una modesta empresa de Burgos que decide imprimir el manuscrito tras haber sido rechazado por otras editoriales de mayor fama y pujanza. En honor a la verdad hay que a?adir que la mayor¨ªa de los argumentos esgrimidos para no publicarla, incluso para no prologarla -como decidi¨® P¨ªo Baroja- se basaban en la dureza de su historia y en el, en ocasiones, feroz realismo con la que se narraba. Ni los editores ni Baroja dejaron de reconocer la sorprendente calidad de la obra con la que trataba de irrumpir en el panorama literario aquel joven gallego de 26 a?os. Sus reticencias las fundamentaban en la intolerancia de un r¨¦gimen que, en plena posguerra, mostraba su car¨¢cter represorm¨¢s cruel. Cela silenciaba sus colaboraciones con la censura. Pese a todo, cuando se public¨® la segunda edici¨®n, fue prohibida. Esta excelente novela fue adaptada al cine en 1975 por el realizador Ricardo Franco. El escritor, por su parte, consigui¨® en 1989 el Premio Nobel de Literatura.
El que resiste gana
El d¨ªa en que Camilo Jos¨¦ Cela cumpli¨® 80 a?os, el rey Juan Carlos le concedi¨® el t¨ªtulo de marqu¨¦s de Iria Flavia. El escudo nobiliario iba acompa?ado del lema El que resiste gana. Esa sola frase condensa la actitud de este hombre tajante que a lo largo de su vida se preci¨® de decir lo que pensaba sin mayores delicadezas. Famosas fueron sus declaraciones sobre el Premio Cervantes, del que dijo que "est¨¢ lo suficientemente desprestigiado y cubierto de mierda como para que a m¨ª me preocupe", mostr¨¢ndose luego satisfecho de recibirlo. En Memorias, entendimientos y voluntades, continuaci¨®n de su obra autobiogr¨¢fica La rosa, hab¨ªa escrito: "Con frecuencia pude hacer m¨¢s veces lo que quise que lo que me dejaban hacer; todo es cuesti¨®n de aferrarse a una idea o a un sentimiento y no cejar ni un solo instante en el firme prop¨®sito de no abrir la mano jam¨¢s".
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