Todos los males de ?frica
Etiop¨ªa es un caso ¨²nico en ?frica. Nunca colonizado -salvo un breve periodo en los a?os treinta, por la Italia de Mussolini-, ha logrado mantener casi intactas, libres de influencias extranjeras, su se?as de identidad. Etiop¨ªa sigue teniendo calendario, horario y alfabeto propios. Su historia, su m¨²sica y su gastronom¨ªa son radicalmente distintas al resto del continente.
A pesar de ello, no ha logrado evitar ninguno de los males que frenan el desarrollo de ?frica y mantienen a la mayor¨ªa de su poblaci¨®n en condiciones de pobreza extrema. Las rivalidades ¨¦tnicas, la corrupci¨®n y el caudillismo son factores que contribuyen tanto o m¨¢s que la sequ¨ªa a sus hambrunas c¨ªclicas.
La figura dominante del siglo XX en Etiop¨ªa es el emperador Haile Selassie, al que la tradici¨®n se?ala como descendiente de Menelik, primer emperador de Etiop¨ªa, fruto de la uni¨®n entre la reina de Saba y el rey Salom¨®n. Coronado en 1930, el Negus gobern¨® Etiop¨ªa como finca propia hasta su ca¨ªda en 1974 por un golpe de Estado.
El pa¨ªs cay¨® entonces en la ¨®rbita sovi¨¦tica con un Gobierno marxista-leninista liderado por Mengistu Haile Mariam, que asesin¨® a sus opositores, colectiviz¨® la agricultura y oblig¨® a decenas de miles de et¨ªopes a exiliarse. Una rebeli¨®n del Frente Democr¨¢tico Revolucionario del Pueblo (EPRDF) acab¨® con el r¨¦gimen de terror de Mengistu en 1991. Cuatro a?os despu¨¦s, el comunista Meles Zenawi se convirti¨® en primer ministro, puesto que revalid¨® tras las elecciones de 2000, ya convertido en un dem¨®crata de corte occidental.
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